miércoles, junio 23, 2010

Los días audaces


La habitación se mueve.
Casi todos nos olvidamos.
Dedos, demasiado control.

Enfrente,
al lado,
siempre.
Ella.
Es.
Despacio.
Bebida.
Dedicación.

Conversa. Casa cosas.

Vacía victimismos.
Me gusta la textura de tu voz.
También la calidad de tu risa.

Calidez de cálida conversas.
La funcionaria, amable,
dice nos vemos.

Sonrisa de inercia absuelta.

Ella lo acaricia.
Tiene el manto olor suavizante.
Y el lomo de arena negra.

¿Cuál es el tormento de la suavidad?

Tú no lo sabes.
Yo lo ignoro.
Ellos lo desprecian.

La habitación se mueve.
Casi todos nos olvidamos.
Extremidades, movimiento.

Ella lo interpreta.

Su compañero
es proporción, calma y potencia.

Descansa doblando majestades.
Memoriza sus instintos y
simula siesta.

Poco importa no sea humano.
Compañero es paz en lo lujoso.

Y ella en su audacia diaria.

Acantilado personal.
Superación espectáculo.

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