viernes, julio 29, 2011

Ética de trabajo


Juntar las ganas.
Musa de los que buscan.
Soldar los días.

Prince


Genio tímido.
Canciones memorables.
El príncipe pop.

Colombia


Terror en la piel.
El agua con pócima.
Gente con duende.

miércoles, julio 27, 2011

El cuerno del que venimos


Cielo de incendio.
Tengo sed. Y vacíos.
Lejanos lujos.

martes, julio 26, 2011

Universo Phileps


Una oportunidad.
Los nervios de un tritón.
Todos los días todos del año.
El punto ciego de la saciedad.

Los músculos de una rebelión.

Wonderwall


¿Las manos? Detrás.
¿La mirada? Desafiante.
¿El discurso? Directo.
¿La música? Dedicada.
¿El mundo? De ella.

El Guernica


Horror eterno.
Nunca lo olvides. Nunca.
Tatuaje muerte.

Enyoy yourself


Colchones imaginarios pueblan la voz.
Cuando lo raro es lo mejor.
Manoteamos en los ritmos.

La mirada es un despacio.

Serge Ibaka


Mirada honesta.
Mandíbula de vidrio.
Tapa amenazas.

viernes, julio 22, 2011

Ojos que arden


Joven genio golpea gustoso.
Viene del sur, sonríe con la mirada.
Golpea para embocar, golpea para vivir.
Grumba los rumbos del destino.

Se llama duende.
Recorta admiraciones.
Dentro, pelota.

El sabor y el carisma.
Es uno de los nuestros.

jueves, julio 21, 2011

El fantasma de la ópera


Dicen que tenía
mucha sed en la delicadeza.
Afirman que componía
entre las columnas.

Una extinción con violencia
es un pie de página
en el océano de la historia.

El discurso de la guía se beneficia de
esa lejanía.

Su sentido del humor y
la sutileza de su blusa
complacen a esta ópera
hambrienta de feligreses.

miércoles, julio 20, 2011

Mamá


Sonrisa faro.
Fatigarse disfrutando.
Integradora.

martes, julio 19, 2011

Javi


Sherpa sagaz.
Compositor de miradas.
Universales pasos.

Tía Pacorra


Emprendedora.
Los pequeños detalles.
La gran entrega.

lunes, julio 18, 2011

La noche del soldado desconocido


No tengo sueño.
No tengo nervios.
No tengo futuro.

Tengo hambre.
Tengo miedo.
Tengo absurdo.

Algo más grande es mi guía y mi ancla.
Algo más grande no me ayudará a olvidarlos.

Arc de Triomphe


Altar laico condecorado.
Flores y memoria de combatientes.
Los libros hacen el amor.
Reverencia a los primeros.
La búsqueda de un sentido.

Privilegios de Versalles


El principio formal del lujo.
Luis mata por un rato de
intimidad.
El país gira a través de sus tedios.

Las estatuas son para desnudarse.

Las damas ponen pruebas al espejo.
El espejo pregunta a las pelucas.

Risas en los jardines.
Relajarse como gatos.
Dar de comer al ego.

sábado, julio 16, 2011

Acuario para la eternidad


El mayor fósil del mundo
desmortaliza
famosos suavizados por los siglos de los siglos.

La amante, el rey, la diosa, el obispo
o el que ‘sólo esta noche’ a la Dama Oscura.

¿Cuál es tu cromo?

El Louvre


Los lobos también crean.
Enigmática seduce a Leonardo.
Akhenatón sustituye dioses por
sensualidad.
Y quien soy yo para soñar vuelos.

Aquí donde los reyes tonteaban
y perdían aquí Palacio de las Profundas

Artes.

viernes, julio 15, 2011

Sentir


Silencio. Oscuridad. Expectación.
Latidos. Preguntas. Despacio.
Roce. Perfume. Espejo.

Mujer. Sonrisa. Plátanos.
Música. Insinuación. Asombro.
Miradas. Inventiva. Ritmo.

Peinado. Tacones. Novedad.
Baile. Delirio. Manos.
Atención. Sorpresa. Creciente.

Deseo. Deseo. Deseo.


(Para Josephine Baker y su ajustado cinturón de saxo)

El asturiano y la ribera del Senna


La piel del color del BMV
y el humor de los que
vuelan.

Asturiano enseña su muestrario
de simpatías y acaba
vendiendo su pañuelo a la señora.

Dos pañuelos, cinco euros.
El chico declama con
ritmo y cansancio.
La nostalgia de sobrevivir.

“No me gustan.
Se creen mejores que nosotros”.

Asturiano
comparte resistencia (100 euros)
con tres tipos en una ruleta vida
financiada por el Gobierno.

Preferiría España, pero
sus músculos
ya no abren zanjas en la crisis.

Se conforman con darle calabazas a
las gárgolas de la autoridad.

Benditos vencidos aquellos que
no se vacían

el humor.

jueves, julio 14, 2011

Furtiva mueve silencios


Belleza furtiva mueve silencios.
Los castillos ofrecen su descanso.
Hay algo lámpara en tu canción.
Tu agua transfiere inmortales mejoras.

Tantas maneras tantas del sí por el sí.

La chica más guapa de La France


El pelo a medio pensar;
entre rebelde y auténtico.
La piel del color de
las nieves nuevas.
La boca, abultada
como una noche de amor.

Aparenta normalidad con
el mismo éxito que un gato
restriega su pequeña cabeza
contra la certeza del árbol.

Me mira, la miro;
nos inventamos.

Compartiendo mesa;
un novio.
Uno de esos novios
con buenas noticias
para los chicos corrientes.

La besa, se esconden,
se besan.

Miro al resto de las mujeres.

Esta chica tiene algo
impronunciable de
elegancia y movimiento.

Cuídate y ama,
conserva tu misterio.
La dicha vendrá por sí sola.

martes, julio 12, 2011

Arco del triunfo (pacifista)


Honor romano.
Memoria del absurdo.
Genio grandiosea.

Arco del triunfo (patriota)


Guiño al imperio.
Puerta para la unidad.
Premiar las gestas.

lunes, julio 11, 2011

Ciudad del amor


Canciones cóncavas.
El arte de esquinarse.
Esgrima de besos.

París



Belleza lenta.
Escaparate siglos.
Avenida azul.

domingo, julio 10, 2011

El rey y el rapero



Decorar es existir.

Mis tatuajes, mis pelucas,
mis pibas
te recuerdan que
soy el puto amo.

Soy el…
Preferido de los premios.
Pasto de princesas.
Prisionero de poses.
Pluvial de pensamientos.
Porta avión de puteados.

Caen los siglos,
incluimos los insultos,
pero lo que no cambia
es
nuestro humor adolescente
para
explotar
este
yacimiento
de
buena
suerte.

Preparado para preferir.

Nuestra Dama


El respeto no lleva gorra.
Las oraciones gastan altura.
Dios prefería a los artistas.
Cautivados siempre por el cómic.

(Notre Dame)

sábado, julio 09, 2011

París: el arte, el hedonismo, los momentos


Lo primero que sorprende de París es su sofisticación. Los hombres visten con una mezcla de aviador y dandy y las mujeres no llevan corona porque les sobra movimiento y estilo. Existe un un indicador bastante fiable para medir la importancia de esta urbe en el imaginario colectivo. Se tratan de las películas sobre ovnis y catástrofes a escala planetaria. También de aquellas en las que Superman vuelve a salvar el mundo; en ellas acaba apareciendo el perfil de la ciudad de la luz, lo más parecido que hay a una tierra del buen gusto y el refinamiento.

En París es fácil sentirse inspirado. Mantienes diálogos con los antiguos propietarios del planeta, algunos de los mejores creadores dejaron en ella algún girón de su genialidad y el Senna es fluida materia para la meditación y la apertura mental. Su limitación es su ventaja: vive proyectada hacia el pasado. En ese sentido, no parece casualidad que Woody Allen haya cincelado su última película, Midnight in Paris, en los fascinantes brazos de esta musa (y mecenas) del arte occidental occidental en el último milenio.

El viaje ha sido un regalo de la Diosa Fortuna, que durante muchos años de mi vida adoptó la figura de mi tía Vicky, mi madrina; una mujer generosa, paciente y detallista que hizo de su familia el eje central de su existencia. Con ella todo era más interesante y el discurso de tu propia existencia adquiría un valor que sencillamente no tenías tiempo de calibrar en el curso diario de las cosas. Hace ya tres años que nos dejó. El caso es que mi tía nos dejó a sus hermanos y sobrinos una herencia que (tras mucho trabajo y pegamento familiar) ha desembocado en este viaje inolvidable en el que mi hermano y yo hemos tenido la suerte de contribuir a hacer realidad un viejo sueño de mi madre y mi tía Pacorra: visitar París.

Descendiendo al terreno de lo concreto, empezaremos por una obviedad: París es muy caro. Es importante tenerlo en cuenta. Pero a base de besarle la piel en forma de caminatas que convierten a los peregrinos en unos aficionados, hemos podido sacarle el jugo cultural y disfrutar con la belleza de sus rincones y el alcance de sus construcciones y monumentos. En un guiño de complicidad a mi amigo Carlos, amante irredento de las libretas moleskine, el viaje quedó documentado en una de esos pequeños bloc de notas en los que tipos como Hemingway, Picasso o Matisse esbozaban los primeros esquemas de su maestría.

De esta ciudad, me ha cautivado la manera tan festiva en la que apuran las tardes y las noches en terrazas muy parecidas a una primera línea de playa. No tengo (casi) idea de francés pero el lenguaje corporal y las palabras sueltas que mi cabeza descifra me permiten aventurar que los parisinos son apasionados y excelentes conversadores.

Los dos amigos que he tenido de esa latitud me confirman la impresión. Viven, beben y besan preferiblemente a través de una copa de vino o de una jarra bien fría de cerveza. Hay algo llamativo en su manera de comer (se folla como se yanta decían); apasionada y decidida, con un orgullo insufrible (algunos de los galos son campeones mundiales de la bordería) y una estampa que es una ironía dramática para los dioses helenos que alguna vez veneraron.

Bellos normandos devoran la vida con la pasión de los mediterráneos. Elegancia y visceralidad; algo de esa clase depurada se trasluce en su Museo de Orsay, el museo más recomendable de la ciudad. El Louvre tiene el prestigio, pero es esta pinacoteca consagrada a la modernidad la que mejor se adapta a nuestro asombro; porque su diversidad de enfoques y temas es la que de verdad causa conmoción en nuestra identidad de aprendices del misterio. Como reflejo de lo que viene en los próximos días, esta reflexión viene ilustrada por ‘Olympia’, una de las obras maestras de Manet, el pintor definido en la antigua estación de trenes como ‘El hombre que inventó la modernidad’.

¿Y qué es la modernidad? Unos momentos de libertad. La noche bien entrada. Una habitación que se cae a trozos, pero un espíritu encendido por la emoción de estar estrenando una nueva forma de comprendernos. La dama más bonita de tu ambiente, inconformista y atrevida, te mira directamente, con algo de pudor, pero con mucha emoción y el presentimiento de que su sensualidad es una de las llaves para abrir conciencias, inspirar y, por encima de circunstancias, obtener un rasgo de universalidad: la respiración que precede al espectáculo de la belleza.

(La tontería, como podéis apreciar, también tocaba a nuestros anteriores. Olympia (o su retratista) quería mostrar que tenía poder –la dignidad de su sirvienta pone a cada una en su sitio con el paso de los siglos- y admiradores-flores-. Algunas cosas no merecen subrayado..).

La torre Eiffel


Gritos geométricos.
Identidad del mundo.
Mares de césped.