martes, junio 30, 2020

Vecinos

Viva el buen trato.
Arraigo solidario.
Construir amistad.





lunes, junio 29, 2020

Tiempos postmodernos: un diálogo solidario en el que todos somos necesarios



Pocas veces tiene uno la fortuna de escribir sobre un libro que elaboró su padre. Esa alegría y esa gratitud se intensifican si miro para atrás y compruebo que han pasado ya 24 años desde que mi padre falleció. 

Agradezco por la trascendencia que regala la faceta memorial de las páginas impresas y, sobre todo, por el compromiso con la vida y el pensamiento que mi padre desplegó durante sus 56 años de existencia y que sintetizó en este ensayo que os comento hoy aquí: 'Tiempos postmodernos', con el que por cierto ganó el Premio Ciudad de Irún de Ensayo en 1994.

El libro funciona, a un tiempo, como amplio y profundo reportaje sobre la historia de la filosofía, así como ensayo lleno de referencias culturales y filosóficas para plantear cuál es/puede ser el destino de la cultura en la estructura social de la era postmoderna.

El libro se lee con agrado y con interés. Está repleto de erudición, y ese rigor en la argumentación y las referencias aporta riqueza intelectual y entendimiento al lector, que a veces debe arremangarse para acceder a la esencia de un discurso que entreteje altas cotas meditativas de pensadores como Platón, José Ortega y Gasset o Jurguen Habermans, por citar sólo a los tres filósofos que de manera primordial vertebran la reflexión del autor, que apuesta por "una mutua fecundación epistemológica entre la acción comunicativa de Habermas y la razón narrativa de Ortega".

Según Fernaud: “tanto en Ortega como en Habermas, la razón no es algo dado, sino una potencia o facultad que se construye y se conquista: el desarrollo humano es un 'aprendizaje de racionalización'. Razón y acción son movimientos mentales para la comprensión e integración de la circunstancia vital, para la aprehensión de la realidad en sus conexiones, que permite orientarnos en la existencia y saber a que atenernos. La razón al servicio de la vida, y no al revés".



Por el camino, el periodista y filósofo tinerfeño nos regala algunas reflexiones cargadas de lucidez y esperanza. A saber: "progresar es compartir", un aforismo que expresa su convicción de que la humanidad debe aspirar a nivelarse, democratizado sus logros, cultivando los espacios de encuentro y combatiendo de manera cooperativa sus limitaciones, para posibilitar así áreas conjuntas de desarrollo, que se va tejiendo en el hacer colectivo, a la manera de un diálogo plural de vertiente socrática.

En esa línea funciona, por ejemplo, su reivindicación del legado de Platón "cuya obra no consiste en algo pensado sino en un acto de pensamiento...un proceso inacabado y abierto de pensamiento, con todo un lastre inevitable de hojarascas, de repeticiones e incluso de contradicciones". Un método dinámico que transpira en este diálogo intercultural e intergeneracional, en el que el autor conversa con pensadores tan diversos entre sí como René Descartes, Immanuel Kant, Friedrich Nietzsche, Martin Heidegger, Noam Chomsky, Karl Jaspers, Ramón Xirau, Manuel Cruz, José Luis L. Aranguren, Milan Kundera...

De la visita a esa constelación de filósofos surgen algunos aforismos inspiradores, como la interpretación que hace Xirau de la razón vital orteguiana: “la razón vital significa que es necesario razonar viviendo y vivir razonando“. Por el camino, Fernaud reivindica el valor de contar las historias, por muy desagradables y horribles que estas sean, puesto que conocer esas realidades (pone el ejemplo de como en su momento apenas se dio difusión a las atrocidades que se cometieron en el Estado Libre del Congo, en aquel momento bajo el dominio del Rey Leopoldo II de Bélgica, un territorio que corresponde con la actual República Democrática del Congo). 
Crímenes, que, sin embargo, fueron bien documentados y que nos recuerdan la importancia de narrar las injusticias que suceden en el planeta para tomar conciencia de ellas y posibilitar que puedan ser modificadas.

En esa sintonia funciona también su crítica a la manipulación informativa que practicó la cúpula militar estadounidense durante la primera Guerra del Golfo (1990-1991). En palabras del autor de Tiempos Postmodernos "vivimos en una era apasionante, en la que asistimos a la transformación en vivo de la conciencia humana. Vivimos en una era planetaria, en la que todos estamos inscritos en la misma actualidad, sometidos a una vertiginosa aceleración histórica, que genera ritmos rapidísimos de cambio de paradigmas, que han hecho trizas los modelos y las pautas de comportamiento tradicionales". Un mundo y un momento, como el actual, en el que más que nunca queda de relieve la importancia de comprender (y cuidar) el vínculo entre lo personal y lo social, para construir una cultura no violenta de alcance universal que conecta la necesidad del ser humano con su libertad y dimensión solidaria.

En ese sentido, funciona también la idea de cultura que transmite este periodista canario, que trabajó durante más de 30 años en TVE, desempeñando funciones tan diversas entre sí como Director de los Servicios Informativos de la Segunda Cadena o corresponsal en Londres, entre otros menesteres: la cultura como lente que permite interpretar la realidad y también como herramienta de cambio activo, para transformar el mundo de acuerdo a los ideales que permiten comprendernos y articular un "diálogo solidario en el que todos somos insustituibles, todos somos necesarios".

Cocinar

Eso es: concéntrate.
Atiende a cada paso.
Prueba y ajusta.



sábado, junio 27, 2020

Cercedilla

Es la libertad.
Regalos culturales.
Risas y vida.


La transmisión

Posibilidad.
Lo personal y social. 
Alentar vida.


El intercambio

El disparate.
El humor surrealista.
Las carcajadas.


jueves, junio 25, 2020

Paisaje Humano

Vidas con vínculo.
Resignifica avances.
Comprender íntegro. 

miércoles, junio 24, 2020

Significados

Lo más querido.
Atenta intención.
Aprender juntos.


lunes, junio 22, 2020

Familia

Afecto puro.
Cuidar y crecer juntos.
Tierno latido.




Siglo de oro

Alta calidad.
Ingenios afinados. 
Gran forma y fondo. 


Fuente de foto: Wikipedia.org 

domingo, junio 21, 2020

Don Quijote de la Mancha: el valor de la complementación y el sentido universal de la justicia y la dignidad


                                                  Fuente de imagen: rtve.es

 Uno de los grandes valores de los que puede presumir una serie de dibujos animados es su vocación universal, si consigue poner de acuerdo entreteniendo y diversión con mensajes de calado. En esa línea funciona Don Quijote de la Mancha, serie de dibujos animados emitida entre 1979 y 1981, que pone el gran clásico de la literatura universal al alcance de todos los públicos (hasta el punto de que la serie ha sido emitida en un total de 130 países).

La serie lleva la rúbrica de Cruz Delgado y José Romagosa y destaca por una calidad más que decente de sus dibujos (valor que se realza más si cabe si consideramos la cantidad de trabajo que hay detrás, si se tienen en cuenta las limitaciones técnicas de la época), la fluidez de la narración y la simpatía, la viveza y el carácter que los dobladores (Fernando Fernán Gómez como Don Quijote, Antonio Ferrandis como Sancho y Rafael de Penagos como Miguel de Cervantes) logran imprimir a sus personajes.

                                                                  Fuente de foto: rtve.es

 La obra, que fue supervisada por la RAE, refleja así mismo con fidelidad el espiritu y el habla del Quijote. Es una historia que conmueve, porque funciona en muchos planos de la realidad: historia de complementacion (entre el idealismo del caballero de la triste figura y el pragmatismo de su escudero), de romanticismo, búsqueda de la justicia y la dignidad universal... Drama que en muchos compases es también comedia de alto voltaje (con pocas novelas uno se puede reír tanto como con el Quijote, tal es su cantidad y calidad de equívocos, disparates y absurdos).

Y, por encima de todo, el Quijote es una historia de amistad, de hermanamiento entre dos hombres que se atreven a luchar por sus sueños y a pelear contra convencionalismos huecos, y por el camino tejen sabias lecciones de humanidad y compasión, en una sinfonía de complementacion que ha acabado inspirando a generaciones enteras por la síntesis humana que contiene. Un mensaje de calado bien adobado que se compadece con uso travieso y divertido, burlón y sorprendente, de los animalitos, para los deleites de los peques (en ese sentido, esta obra se puede considerar un digno antecedente de los dibujos animados con mayúsculas que décadas más tardes compondrían los guionistas de la factoria Pixar). 

                                                   Fuente de imagen: espinof.com

 Eso sí, el increscendo de la obra es monumental y uno acaba muy agradecido de la lección de entereza vital, anhelo de realización y compasión que Cervantes nos quiso legar con esta joya de la literatura universal. 

(Si quieres ver la serie completa, puedes encontrarla en la web filmin.es)

Los Zambus


La risa es nuestro logrado legado.
¿Nuestro sello? Fidelidad fraternal.
La copa y el puro: nuestro son social. 
Un zambu es alguien listo y apañado.

Fran, por bellas es desabotonado. 
Collan es noble incondicionalidad. 
Davide es decisión y alta lealtad.
Dani ama España: es hombre enraizado. 

Alejo brinda ingenio reluciente. 
Lerus enciende vidas con su risa. 
Luisja del río humor es gran afluente. 

Blankoso brilla como calma brisa. 
Pete es obrero del verso fluyente. 
Os quiero Zambus:! viva esa sonrisa!.

sábado, junio 20, 2020

Amistad

Cuidarnos juntos.
Aprender en la mezcla.
Reír y vibrar.

jueves, junio 18, 2020

Humildad

Querer mejorar.
Atenta es nuestra ayuda.
Mutuo anhelo.


miércoles, junio 17, 2020

Perspectiva

Complementarse.
Cuidar con panorámica.
Estudio integral.




Proporción

Todo bien y en conjunto.
Otros: sabio contrapunto.


martes, junio 16, 2020

Puntos de vista

Complementarse.
Aprender en el matiz.
Fuerza conjunta.


domingo, junio 14, 2020

Complementación

El equilibrio.
Complementarnos juntos. 
Lo común: cuidar.

Vida

Saber compartir.
Ampliar nuestra mirada.
Riqueza vital.


sábado, junio 13, 2020

El paisaje humano

El cambio integral.
La mirada y conducta.
Dar unitivo.


jueves, junio 11, 2020

La rebelión de las masas: el valor de la gratitud histórica, la complementación y el proyecto vital para construir otro tipo de ser humano


     
                 Fuente de foto: elpais.com

Ya contamos hace algunos meses que José Ortega y Gasset (1883-1955) fue/es un maestro en el arte de ver los procesos históricos y las personas con los ojos despiertos.

En esta ocasión, analizamos algunas de las perlas que jalonan 'La rebelión de las masas', una compilación de ensayos que el filósofo que acuñó la teoría del raciovitalismo publicó en el diario El Sol entre 1929 y 1930, y que salió a la luz como libro en 1930. Hablamos de una obra mayúscula para comprender nuestro tiempo, como corrobora el dato de que ha sido el libro más traducido de Ortega.


         Fuente de foto: editorial Planeta 

En 'La rebelión de las masas' el pensador español critica el embrutecimiento del hombre promedio de su tiempo, cada vez mejor equipado en condiciones de vida y cada vez también más superficial (¿les suena de algo?) y apegado a su autosuficiencia de "niño mimado o señorito satisfecho", con plena conciencia de sus derechos y deleites, muchas veces anclados a un ocio consumista borreguil, que vacía de contenido la personalidad, y ninguna conciencia histórica de sus deberes para seguir protegiendo y ensanchando la civilización humana.

Ortega era un tipo inconformista, en el sentido más interesante del término: aquel que le pide algo más a la vida, consciente de la grandeza que esconden los pliegues de su intencionalidad en su vertiente más genuinamente humana.


Fuente de foto: UPF

Hablamos de un hombre "deslumbrado ante la realidad cotidiana". Una cualidad que el contrapone a la de masa como "mostrenco social”; persona adocenada en su falta de conexión interna: "todo aquel que no se valora a sí mismo. No se siente especial ni para bien ni para mal. Sino que se siente como todo el mundo. No se angustia. Se siente a salvo al saberse como todo el mundo...".

Ortega era gran aficionado de las lecciones que ofrece la historia, y muestra predilección por la "edad de oro de la antigüedad clasica: tiempo más ancho, más rico, más difícil y perfecto". Al tiempo que desconfía de esa obcecación de nuestro tiempo de vernos como la cima en relación a las generaciones anteriores. Idea que ilustra con palabras de Cervantes: “el camino siempre es mejor que la posada” y se lamenta de la arogancia de lo moderno: que se cree lo definitivo, frente al tiempo que está conjugandose.


                Fuente de foto: Wikipedia 

Esa conexión con el futuro orteguiano, que bebe de las mejores aspiraciones, es clave en su pensamiento: "ser imprevisible, abierto a un horizonte auténtico en el que cabe toda posibilidad, es la vida plena”. 

Su definición de los contornos de la vida que le tocó vivir cobra hoy una vigencia extraordinaria: “el contenido de la vida se ha mundializado. Cada ser humano vive en todos los rincones del planeta. La velocidad de los medios de comunicación nos permite consumir en menos tiempo vital más tiempo cósmico. Nuestra vida es, en todo instante, conciencia de lo que nos es posible. Todo vida es encontrarse dentro de la circunstancia, eso que llamamos mundo. 
Mundo es el repertorio de nuestras posibilidades vitales. No es pues algo ajeno a la vida. Sino que es su auténtica periferia. Representa lo que podemos ser. Por lo tanto, nuestra potencialidad vital. Esta potencialidad tiene que concretarse para realizarse. Llegamos a ser sólo una parte mínima de lo que podemos ser".

Así mismo, su faceta visionaria resuena también en este párrafo: “tenemos, en el orden intelectual, más caminos de ideacion. Ahora hay más problemas, más datos, más ciencias, más puntos de vista”. 

                 Fuente de foto: elpais.com

Paralelamente, han crecido también la diversidad de opciones de caminos de vida: “Los oficios en la vida primitiva se enumeran con los dedos de una mano: pastor, cazador, guerrero, mago... Sin embargo, para el ser humano actual que habita las urbes las posibilidades de gozar han crecido de una manera fantástica".
No obstante, se lamenta de que la vida actual crece en cantidad pero no en calidad... Y define dos tipos de personas. Por un lado, “las que se exigen mucho. Aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores, y acumulan sobre si mismas dificultades y deberes. Y las que no se exigen nada. Para las que vivir es ser en cada instante lo que ya son. Sin esfuerzo de perfección sobre sí mismas. Boyas que van a la deriva...".


         1930 en fotos, año de publicación de La rebelión de las masas. Fuente: Wikipedia 

Para aclarar su idea del hombre selecto lo compara con un modelo de conducta budista:“el mahayana: gran Camino y gran carril” . Y lo contrapone al “hombre vulgar, que sabiéndose vulgar, quiere imponer su vulgaridad” .

Para Ortega, una soecidad crecerá en la medida en la que cultive una mayor abundancia de esas personas discrepantes y especiales, que se exigen y exigen más en la construcción social. Expresado con sus palabras: “la historia se nutre de los valles y no de las cimas, de la altitud media social y no de las cimas. Vivimos en sazón de nivelaciones. Se nivelan las culturas, los sexos... Pues bien también se nivelan los continentes. La mejora de vida de las masas significa un formidable incremento de la vitalidad y las posibilidades”. Impresiona que escribiera lucideces así hace ya 90 años.

También despliega su crítica en cómo se articula la educación: “en la escuela se enseñan técnicas para la vida laboral y para vivir intensamente, pero no se ha educado la sensibilidad para los grandes deberes históricos. Importa conocer mejor este hombre masa que es pura potencia del mayor bien y del mayor mal. Nunca antes el hombre medio ha encontrado mayor estabilidad económica, lo que le ha permitido incorporar nuevos lujos a su repertorio vital y estar menos expuesto al arbitrio ajeno". 

               Fuente de foto: El Español 

Tres ejes posibilitan ese avance, desde su perspectiva: "la democracia liberal, el avance científico y el industrialismo".

En ese contexto, nos dice Ortega, crece el hombre masa, hecho de “limitación y dependencia, que expande sus deseos personales y muestra radical ingratitud hacia quien ha hecho posible su existencia". Es lo que el denomina la psicología del niño mimado...para quien "todo está permitido y nada está limitado. Desconoce sus confines".

En ese tramo de su meditación, se nos recuerda que “vivir es tratar con el mundo”. Y vindica al “hombre selecto, que apela a una norma que está más allá de él. A la que libremente a su servicio se pone. Siente la necesidad de servir a algo que le trascienda. Nobleza es sinónimo de vida esforzada puesta siempre al servicio de superarse a si misma”.

Es verdad que en Ortega había una pulsión elitista, exclusivista, que a veces espanta.
No obstante, se supera ese recelo cuando se le escucha con atención: nobleza es sinónimo de entrenamiento en la vida, ascésis (camino de liberación del alma). Y cita los usos de la cultura china para explicar su mirada a la nobleza, inversa a lo que sucede aquí, donde se heredan bienes y reputación. En China, decíamos, si uno hace aportes nobles a su comunidad, adquiere
la condición de noble y de esta manera prestigia a sus padres y a las generaciones que le precedieron (un puente que se limita cuando se encuentra a otra persona en el linaje que también hizo aportaciones de valor a su pueblo).



Imagen del Athletic Club de Bilbao, equipo campeón de la liga en la temporada 1930-31
Fuente de foto: Wikipedia 

Frente a este afán, bulle el aire adanista del ser masa, que exhibe una “confianza en sí paradisíaca, que le impide comprender sus insuficiencias. Compararse sería salir un rato de si mismo...” pudiéndose complementar así con el otro. Así pues, encontramos una valiosa pista de lo que es el hombre masa: un individualista ignorante y embrutecido. Una idea que apuntala cuando explica que "civilización es la voluntad de convivencia. La masa no desea la convivencia con lo que no es ella. Odia a muerte lo que no es ella" y de ahí derivan también sus acertadas críticas a las diversas formas de totalitarismos que se expresaban en su tiempo (el fascismo y el comunismo). 

Cerramos esta reflexión con la celebración de otros dos hallazgos que contiene este ensayo. Por un lado, la oda a la complementación, entre individuos y colectividades que expresa aquí el autor de Meditaciones del Quijote (1914): “la capacidad de fusión es ilimitada: entre individuos y pueblos, también entre clases sociales dentro de un mismo cuerpo político”.

También su desconfianza a un tipo de alabanza de la juventud, características de nuestras sociedades, en las que se alarga la juventud hasta el absurdo. Un tipo de mirada centrada en su apariencia, modas y vigor físico, que desdeña otras edades del conjunto humano. Crítica, por cierto, muy aplicable a nuestra infantilizada sociedad, que sin embargo cierra cauces de trabajo digno y expresión libre, tanto personal como socialmente, a esos mismos jóvenes. 



Fuente de foto: La Casa del Libro 

“Lo admirable del mozo es su exterior y del hombre maduro es su intimidad. Vivimos en una época que venera la juventud y el hombre masa. También sucedió en otras épocas. Pero al menos en Grecia el efebo tenía la guía de su maestro para modelar sus apetitos”.

En síntesis, Ortega apela con este ensayo a que ejercitemos nuestra capacidad de complementación: entre lo elevado y lo hedonista, entre las distntintas naciones (apela a salir del "del provincianismo de los nacionalismos" y se adelantó enormemente a su tiempo invocando la necesidad de unos Estados Unidos de Europa, proyecto que decenios más tarde se materializaría en la actual Unión Europea) y las culturas, entre las diversas sensbilidades y generaciones... De esta manera, podrá el ser humano salir de su determinismo biológico y conectarse con esa intencionalidad histórica y social que le abre futuro, tendiendo un puente que conecta la necesidad de proyecto vital con la libertad y la solidaridad, factores que abren la puerta de un futuro compartido, que estimula y permite crecer personal y socialmente.

miércoles, junio 10, 2020

La intención

Lo más querido.
Nuestro ejercicio diario.
Lo más esencial.







Coordenadas

La calma árabe.
Los círculos de música.
Paralelismos.


martes, junio 09, 2020

La coherencia

Interna unidad.
Compromiso sagrado.
Cuidarse y cuidar.


lunes, junio 08, 2020

Sanidad pública y de calidad

Justa prioridad.
Democracia de salud.
Palmas vibrando.




Limpiar y ordenar

Cuidar activo.
Es adaptarse y Velar.
Tejido humano.


sábado, junio 06, 2020

Lengua de señas

La poesía.
Atiende sí y aprende.
La cenestesia.


La unidad vecinal

Acción puntual.
Efecto que demuestra bien.
Ayuda integral.


jueves, junio 04, 2020

Cultivar la amistad

Escucha atenta.
Alegría y compartir.
Los chascarrillos.


Mientras dure la guerra: una mirada valiente y ecuánime a las contradicciones de Don Miguel de Unamuno y los desastres de la Guerra Civil



                   Fuente de foto: ABC.es

Alejandro Amenabar es uno de los directores más singulares e interesantes de la filmografía española de los últimos 25 años. Recuerdo con mucho agrado su temple para articular el suspense y el misterio que demostró en películas como 'Tesis', 'Abre los ojos' o 'Los otros'. También su habilidad para profundizar en los márgenes de la condición humana, en películas como 'Mar adentro'.


           Fuente de foto: fotogramas.es

Tenía muchas ganas de ver su última obra, 'Mientras dure la guerra', desde que escuché su entrevista al respecto en 'Hoy por hoy', de la Cadena Ser, con Angels Barceló, y también al conocer como Arturo Pérez Reverte saludaba su creación "ecuánime", al tiempo que expresaba que le “había gustado mucho”. 

Tengo que decir que, por esta vez, las expectativas quedaron ampliamente cubiertas e incluso dejaron un aroma de grata sorpresa. 'Mientras dure la guerra' cuenta los últimos años de existencia de Don Miguel de Unamuno, uno de los más grandes escritores pertenecientes a la generación del 98, que despuntó en su faceta de novelista, con obras como 'Niebla' y 'San Manuel Bono Mártir', y en la de ensayista, con meditaciones como 'En torno al casticismo' y 'Vida de Don Quijote y Sancho'.


      Fuente de foto: micropsiacine.com 

Unamuno tuvo una vida tan polemista, pasional y  contradictoria como el sabor que dejan sus creaciones. La interpretación que del escritor vasco hace su paisano Karra Elejalde es sencillamente magistral: llena de contención, apasionamiento, soberbia, ternura, fragilidad y delicadeza. La película es, en palabras de Amenabar, fiel al espíritu de la historia, aunque es verdad que se toma algunas licencias creativas en la construcción de situaciones y diálogos: Unamuno se pasó años criticando a la monarquía y al dictador Primo de Rivera, lo que le costó el exilio a Fuerteventura. Después, fue ardiente defensor de la República, de la que llegó a ser uno de sus diputados. Sin embargo, pronto se desencantó por la manera en la que en el gobierno de esta se manejaron asuntos como la reforma agraria o la apuesta por la acofensiobalidad del estado, entre otros.

La película nos cuenta como Unamuno apoyó inicialmente el alzamiento militar liderado por generales como Mola, Franco o Sanjurjo, entre otros. Y cómo al poco tiempo se desdijo al ver las injusticias y asesinatos ideológicos que estaban cometiendo. La mirada de Amenabar, decíamos, es ecuánime porque insinúa también los criminenes cometidos en el bando republicano y confiere dignidad a algunos de los jerifaltes de los sublevados (Eduard Fernández borda a Millán Astray, aquel novio de la muerte) y Santi Prego dota de dignidad y matices a la tantas veces parodiada figura de Franco, el dictador que nos impuso su modelo de vida a los españoles durante 36 años (1939-1975, cuando falleció), que incluyeron asesinatos, ajusticiamientos y desapariciones forzosas (los historiadores cifran en 150.000 las personas que fueron asesinadas durante el régimen franquista, por motivos fundamentalmente ideológicos), además del catálogo completo de represiones: política, religiosa, educativa, de libertad de expresión y asociación...


       Fuente de foto: El Correo Vasco 

La película cumple pues una triple función: entretiene, contagia el interés por nuestra historia y abre la panorámica para profundizar en las aristas de la personalidad de Unamuno y del pueblo español. Lo consigue gracias al mecanismo de relojería de su guión, que contiene las dosis adecuadas de ingenio e información, así como por la direccion e interpretaciones, bien adobadas por unos logrados escenarios y caracterizaciones, así como la banda sonora, compuesta por el propio Amenábar, que ya hizo lo propio con otras de sus películas, y que realza los momentos cumbre de la historia, que alcanza su climax en el famoso enfrentamiento entre Unamuno y Millán Astray en el paraninfo de la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936, con aquel aforismo supuestamente pronunciado por Unamuno: "veneceris pero no convencereis...".


       Fuente de foto: La Voz de Galicia 

Por fortuna, aunque a veces no lo parezca, en el siglo XXI hay espacio para contadores de historias que hilvanan pedagogía, artesanía y entretenimiento como hace en esta historia el director hispano-chileno (seguro que Chaves Nogales le daría su enhorabuena) para alumbrar algo de entendimiento sobre nuestras grandezas y demonios como pueblo...el reto es cómo acercarnos a la construcción de ámbitos más incluivos, posibilitadores y diversos, donde prime el bien común y lo que nos hace crecer... Una Aspiración que está hecha de una mayor coherencia, en la que lo personal y social vayan poniéndose cada vez más de acuerdo, lo que es necesidad en los complejos tiempos que nos toca afrontar. 

miércoles, junio 03, 2020

Amistad

Proyecto que une.
Destino compartido.
Complementarnos.


martes, junio 02, 2020

Resolución

Es lo que hay que hacer.
Hacerlo con las ganas.
De lo importante.


lunes, junio 01, 2020

Vínculo

Arte de vivir.
Cuidarnos y cultivar.
Paciente escucha.


El viaje de Chihiro: una aventura para recordar las cualidades y los amigos que pueden florecer en el camino



                Fuente de foto: eldiario.es

Una niña de diez años viaja en coche con sus padres rumbo a la ciudad que será su nuevo hogar. La perspectiva no acaba de gustar a la pequeña, que no para de lloriquear y quejarse. Su padre se despista y acaban desviándose del camino para encontrar un misterioso lugar, que parece un gigantesco parque temático abandonado.

Sus padres quedan entusiasmados por una serie de viandas que hay en un puesto de comida  abandonado. Entretanto, Chihiro, que así se llama la niña, conocerá toda clase de animales, fantasmas y criaturas en una aventura inolvidable, que nos tendrá con los ojos bien abiertos y el corazón asombrado.


                Fuente de foto: Disney Wiki

El viaje de Chihiro (2001) es posiblemente la obra maestra más conocida y celebrada de Hayao Miyazaki, genio japonés del cine de animación, y su estudio Ghibli, considerado como uno de los mejores a escala mundial en el ámbito de la animación. Esta película concitó un difícil mérito, poner de acuerdo a los exigentes catadores del cine cultureta del viejo continente: ganó en 2002, ex aequo con la película 'Domingo Sangriento', el Oso de Oro del Festival Internacional de Cine de Berlín, y el gusto de los amantes del cine universal, logrando, también ese mismo año, el Oscar a la mejor película de animación.


                   Fuente de foto: RTVE.es

'El Viaje de Chihiro' cautiva por la manera tan enigmática en la que entremezcla aventura, superación, descubrimiento, amistad (cuando en el diccionario se busca la definición de carisma, deberían poner el ejemplo del personaje de Haku), fantasía y crítica social (varias conductas y roles son diatribas contra la sociedad de consumo, que nos envilece en ese insatisfacción permanente de consumir afectos y recursos).

Chihiro se hace querer por la valentía con la que afronta las situaciones difíciles, y por el sentido de la lealtad y la gratitud que entreteje con los amigos que va cultivando conforme discurre la historia. Pasa de ser una niña mimada a un ser humano que se compromete por salvar y cuidar a las personas que encuentra en el camino y con los que construye lazos de afecto.


   Fuente de foto: culturacolectiva.com

La historia deja poso: es una invitación a poblar la vida con valentía, imaginación y solidaridad, mientras se aprende a mirar adelante, integrando los aprendizajes y las amistades que se van tejiendo en el camino. Además es entretenida y divertida. Lo que la hace apta para ver con toda la familia. Por el camino, uno se deleita con su música y su enigmática sabiduría oriental, que acompañan de fondo...