lunes, junio 01, 2020

El viaje de Chihiro: una aventura para recordar las cualidades y los amigos que pueden florecer en el camino



                Fuente de foto: eldiario.es

Una niña de diez años viaja en coche con sus padres rumbo a la ciudad que será su nuevo hogar. La perspectiva no acaba de gustar a la pequeña, que no para de lloriquear y quejarse. Su padre se despista y acaban desviándose del camino para encontrar un misterioso lugar, que parece un gigantesco parque temático abandonado.

Sus padres quedan entusiasmados por una serie de viandas que hay en un puesto de comida  abandonado. Entretanto, Chihiro, que así se llama la niña, conocerá toda clase de animales, fantasmas y criaturas en una aventura inolvidable, que nos tendrá con los ojos bien abiertos y el corazón asombrado.


                Fuente de foto: Disney Wiki

El viaje de Chihiro (2001) es posiblemente la obra maestra más conocida y celebrada de Hayao Miyazaki, genio japonés del cine de animación, y su estudio Ghibli, considerado como uno de los mejores a escala mundial en el ámbito de la animación. Esta película concitó un difícil mérito, poner de acuerdo a los exigentes catadores del cine cultureta del viejo continente: ganó en 2002, ex aequo con la película 'Domingo Sangriento', el Oso de Oro del Festival Internacional de Cine de Berlín, y el gusto de los amantes del cine universal, logrando, también ese mismo año, el Oscar a la mejor película de animación.


                   Fuente de foto: RTVE.es

'El Viaje de Chihiro' cautiva por la manera tan enigmática en la que entremezcla aventura, superación, descubrimiento, amistad (cuando en el diccionario se busca la definición de carisma, deberían poner el ejemplo del personaje de Haku), fantasía y crítica social (varias conductas y roles son diatribas contra la sociedad de consumo, que nos envilece en ese insatisfacción permanente de consumir afectos y recursos).

Chihiro se hace querer por la valentía con la que afronta las situaciones difíciles, y por el sentido de la lealtad y la gratitud que entreteje con los amigos que va cultivando conforme discurre la historia. Pasa de ser una niña mimada a un ser humano que se compromete por salvar y cuidar a las personas que encuentra en el camino y con los que construye lazos de afecto.


   Fuente de foto: culturacolectiva.com

La historia deja poso: es una invitación a poblar la vida con valentía, imaginación y solidaridad, mientras se aprende a mirar adelante, integrando los aprendizajes y las amistades que se van tejiendo en el camino. Además es entretenida y divertida. Lo que la hace apta para ver con toda la familia. Por el camino, uno se deleita con su música y su enigmática sabiduría oriental, que acompañan de fondo...





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por esta entrada.
Es una película maravillosa.
Eze

Pedro Fernaud Quintana dijo...

Muchas de nadas, querido Eze.Sí que lo es, una película para vivir con más perspectiva, gratitud y valentía.