domingo, junio 21, 2020

Don Quijote de la Mancha: el valor de la complementación y el sentido universal de la justicia y la dignidad


                                                  Fuente de imagen: rtve.es

 Uno de los grandes valores de los que puede presumir una serie de dibujos animados es su vocación universal, si consigue poner de acuerdo entreteniendo y diversión con mensajes de calado. En esa línea funciona Don Quijote de la Mancha, serie de dibujos animados emitida entre 1979 y 1981, que pone el gran clásico de la literatura universal al alcance de todos los públicos (hasta el punto de que la serie ha sido emitida en un total de 130 países).

La serie lleva la rúbrica de Cruz Delgado y José Romagosa y destaca por una calidad más que decente de sus dibujos (valor que se realza más si cabe si consideramos la cantidad de trabajo que hay detrás, si se tienen en cuenta las limitaciones técnicas de la época), la fluidez de la narración y la simpatía, la viveza y el carácter que los dobladores (Fernando Fernán Gómez como Don Quijote, Antonio Ferrandis como Sancho y Rafael de Penagos como Miguel de Cervantes) logran imprimir a sus personajes.

                                                                  Fuente de foto: rtve.es

 La obra, que fue supervisada por la RAE, refleja así mismo con fidelidad el espiritu y el habla del Quijote. Es una historia que conmueve, porque funciona en muchos planos de la realidad: historia de complementacion (entre el idealismo del caballero de la triste figura y el pragmatismo de su escudero), de romanticismo, búsqueda de la justicia y la dignidad universal... Drama que en muchos compases es también comedia de alto voltaje (con pocas novelas uno se puede reír tanto como con el Quijote, tal es su cantidad y calidad de equívocos, disparates y absurdos).

Y, por encima de todo, el Quijote es una historia de amistad, de hermanamiento entre dos hombres que se atreven a luchar por sus sueños y a pelear contra convencionalismos huecos, y por el camino tejen sabias lecciones de humanidad y compasión, en una sinfonía de complementacion que ha acabado inspirando a generaciones enteras por la síntesis humana que contiene. Un mensaje de calado bien adobado que se compadece con uso travieso y divertido, burlón y sorprendente, de los animalitos, para los deleites de los peques (en ese sentido, esta obra se puede considerar un digno antecedente de los dibujos animados con mayúsculas que décadas más tardes compondrían los guionistas de la factoria Pixar). 

                                                   Fuente de imagen: espinof.com

 Eso sí, el increscendo de la obra es monumental y uno acaba muy agradecido de la lección de entereza vital, anhelo de realización y compasión que Cervantes nos quiso legar con esta joya de la literatura universal. 

(Si quieres ver la serie completa, puedes encontrarla en la web filmin.es)

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