miércoles, septiembre 28, 2011

llevar la lluvia


 Las prisas

la tranquilidad

y la música.


Una pompa de noches diversas.
Las minifaldas y el viento.


Decenas de personas a ritmo,
la búsqueda de las buscadas.



Su prodigiosa voz y
el vientre cubierto de

mango, coco

y frutas rojas.


Masajes distintos.
Una experiencia lluvia.

El cuello, las orejas.

Un recinto de olores.


Pensar con todo el cuerpo.

La música
incluso

a

través

de

la

piel.


Ganas de unidad.

martes, septiembre 27, 2011

Te liberas


Las prisas

la tranquilidad

y la música.


Una pompa de noches diversas.

Las minifaldas son elevarse.


Decenas de personas a ritmo lento,

la guerra de las jovencitas.


Su prodigiosa voz y

el vientre cubierto de

mango, coco, kivi

y frutas rojas.


Masajes distintos.

Una experiencia única.

El cuello, las orejas.

Un recinto de olores.


Volver a las gamberradas.


La música

incluso

a

través

de

la

piel.



Ganas de gustar.

El cigarrillo


Flamear momentos.

Desafío estético.

Altar del temblor.

Tejados


Acuesta al sol.

Pesca entretenimientos.

Cobija su agua.

lunes, septiembre 26, 2011

Piel plural

Bailar misterios.

Fluir con el sabor. Agua.

Olas sagradas.

viernes, septiembre 23, 2011

Ejes 2.0


1) Mirar las cosas con el asombro del recién llegado.

2) Leer momentos como quien abre ventanas al aquí y el fuego.

3) Aceptar tus limitaciones como aceptas las de los demás.

4) Acariciar la paciencia con proporcionada gratitud.

5) Nadar el mundo con la espalda dibujada de cambios.

6) Cultivar tu cinefilia con la humildad de un contable estelar.

7) Encender canciones para mojar nostalgias y densar el momento.

8) Practicar la serenidad frente a los infiernos de nuestro viaje.

9) Amar a tu chica con la majestad puente del agua.

10) Beber de la luz de esas playas que incitan a tu imaginación.

11) Comer el momento con las mismas ganas que las sirenas.

12) Belleza de quien vacía viejas violencias y vuela junto a su ventaja.

jueves, septiembre 22, 2011

Antonio López: los mares de casas y la intimidad de un sumidero de piel

El Museo Thyssen ha alojado durante estos días una exposición de Antonio López llena de oportunidades. Así también lo ha entendido el público, hasta el punto de que esta muestra ha superado en volumen de visitas, más de 300.00 espectadores, a las que hasta ahora habían convocado más interés en la historia del museo, y eso que hablamos de pesos pesados como Paul Gauguin y Vincent Van Gogh. En realidad, la exhibición dura hasta este domingo, pero como dirían los taurinos “todo el papel ya está vendido”.

El arte de Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) se parece a la tierra castellana que lo alumbró meses antes de que estallara la Guerra Civil: seco, desgastado y sobrio. Una secreta dignidad recorre sus pinceladas. A estas alturas, la mayoría ya sabéis que Madrid ha sido la musa del pintor en lo relacionado con las ciudades. Y aunque entiendo que una belleza como Bilbao se esté poniendo sus mejores modernidades (y lo más elegante de su época industrial), ahora que el observador crepuscular quiere acariciar sus muslos azules y su vientre verde, esa musa con algo noruego en su manera de brillar ya sólo podrá aspirar a algunos arañazos en el repertorio amoroso del captador de esencias alcarreño.

Su fijación por las atalayas (azoteas varias) nos han deparado perspectivas omniscientes donde el alma de la ciudad queda revelada: con los mares de casas batiendo su lumbre y, revelaciones de la altura y las últimas décadas del siglo XX, con el horizonte descubierto.

Es prácticamente imposible apreciar algo que no sean rascacielos cuando vives dentro de este imponente poblachón manchego, pero, por mucho que se esconda, esta ciudad sigue teniendo el alma castellana, con la ventaja que le proporciona ser un punto de confluencia en la búsqueda de mejoras. De ahí esa confortable sensación que ofrece de ser un sitio donde, si se dan los ingredientes, cualquiera puede reinventarse. Madrid dibujada desde las torres blancas o desde el parque de bomberos, por no mencionar otras miradas, nos presenta una urbe con el cielo terroso, las arterias hechas para la acción y una invisible sed de cambios.

El señor López es un maestro del realismo y esa elección, alentada por su virtuosismo en el trazo, implica que la primera mirada a sus estampas, superficial, te haga pensar en una bella imitación de la fotografía. Pero en seguida descubres que detrás de esa aparente falta de pretensiones late un espíritu poderoso. López es un asceta que emplea toneladas de momentos en la búsqueda de esa luz que elucida lo auténtico de los lugares que retrata.

Hay algo desgastado y accidental en su captación de los lavabos, retretes y pisos que habita. Su predilección por el detalle encuentra notas rock en ‘Nueva Nevera’ (en la foto), donde una pareja reconoce la humildad de un ‘preserva alimentos’ que acaba de llegar a sus vidas.

La pared blanca nos recuerda el tejido primordial de la subsistencia, camuflados con el enigma de unos tupper que palidecen ante la tentación de esas verduras. Aunque la pasión por los bordes nos conduzca a aquellas frutas y esos jarrones de leche y agua, que se disfrazan de impresionismo para recordarnos la velocidad de una vida donde lo esencial parece invisible a esta manera androide de habitarnos en los grandes hormigueros que nos cobijan. Unanimidades donde nos pone(n-emos) tan fáciles algunas cosas y tan lejanas otras.

En busca de la intimidad perdida, López, maestro del hiperrealismo, le hace un buen trabajo a la luz para sacar guapos a los membrillos y otras frutas que también nos definen. El artista compara sus dibujos de árboles con mapas y, paradojas, esa cartografía de las estrellas enraizadas despierta otra mirada ante un membrillero o una parra…

Si hablamos de intimidad, podemos decir que el viejo vaciador rasga el tacto con sus desnudos de mujer y hombre (hablamos ahora de escultura, por la que tanto se ha interesado desde que era alumno de Bellas Artes). Tanto en la figura femenina, con sus delicados contornos de los pechos y ese insondable viaje en la mirada, como en la masculina, con músculos a medio camino entre la armonía y el desequilibrio. Real como esa otra mujer que explora el recuerdo, de perfil, con el gorro de baño como único alimento. Existe un deje renacentista en un tipo que es capaz de dibujar a lo Sanzio y esculpir a lo Buonarrotti. El artista también se permite lo salvaje, otra vez en pintura, con una escena arrebatada en una azotea donde una pareja se ama como si no fuese a quedar agua en el océano.

Aunque si hablamos de intimismo, lo que de verdad cautiva es la mirada de su mujer, Mari, melancólica y terrosa, lejana y confiada. O el desafío amable de sus hijas, la voluntad de perdurar. La misma que ha logrado este ingeniero del desgaste, que también vuela silencioso en su detención piadosa en la gente de toda la vida, con parejas cargadas de expectativas y-o conformidad. Un tipo que en su juventud bebía cubismo y rompía normas con el acelerador de un romántico.

Algunas de las estampas más valiosas-sorprendentes de la muestra descansan en el sótano de la primera planta, donde el visitante tiene oportunidad de conocer algunos de sus despuntes de juventud, entre los que sobresalen un collage sobre el dramatismo de la guerra (con aviones que desfiguran el ánimo), otro en el que capta el baño de una mujer madura o el cansancio de un piso cualquiera.

El recorrido concluye con un muestrario de cabecitas de bebés (inspiradas en los nietos de López) que suponen un soplo de delicadeza y ternura que nos explica el éxito de esos enormes bustos de bebitos que miran sin ver al viajante en el vestíbulo de los trenes AVE, en la estación de Atocha. En suma, hablamos de un tipo hambriento de perspectivas que consigue una geografía fractal y laberíntica con sus paisajes urbanos y que plasma su grandeza en el contraste entre el detalle matemático y el emocional, ya sea por su ausencia o presencia de éste último, cuya voluntad descansa en el trazo de este podador de espíritus.

miércoles, septiembre 21, 2011

El árbol del sentido y la pérdida


Pocas películas han despertado tanta expectación en los últimos tiempos como ‘El árbol de la vida’, la última artesanía de Terrence Malick, que se llevó la última Palma de Oro en el Festival de Cannes. La película te adentra desde el principio en una atmósfera operística, donde lo trascedente y lo cotidiano se funden hasta componer un magma de sugerencia y asombro.

El despegue de la historia envuelve al espectador en una oleada de perplejidad, sobre todo si ha entrado virgen (sin referencias previas) dentro de la sala. Al poco de empezar a sentir la historia, recibes el impacto de una pérdida irreparable, con el misterio de la extinción tapizando cada fotograma, bañando de sugerencia y desgarro palabras que acaban encontrando cadencia de verso por la mezcla de imagen y sonido.

¿Qué sentido tiene la existencia cuando una muerte arbitraria rompe el frágil equilibrio de las cosas? Esas y otras preguntas discurren conforme el poema visual se marca un viaje retrospectivo y contemplas el evolutivo chispazo de la vida en tu planeta, mientras suenan arias de óperas que aportan enigma al instinto del agua, al tiempo que se entremezclan protozoos, abuelos de escualos y saurios cuyo gigantismo es equiparable (nadie es científico) a su placidez, justo al borde de la playa.

Bosques de coníferas que, elipsis mediante, nos introducen en la casa de una familia declase media estadounidense. Allí gobierna el señor O’Brien, un padre narcotizado por el sueño americano (o por la ausencia de él), que trata a sus hijos como a unos reclutas, a los que obliga a llamarle de usted mientras les foguea en la cultura de la violencia y la intimidación.

El señor O’Brien, ultra-religioso, ultra-celoso de las apariencias, está encarnado por un convincente Brad Pitt,que una vez más (como ya hizo en 'Babel' o 'Malditos Bastardos', por poner dos ejemplos cercanos) demuestra que, al margen de tener una jeta bonita, es un tipo con alma, alguien con talento suficiente como para componer personajes complejos y al tiempo familiares. Por cierto, el propio Pitt confesó en la presentación de la película en Francia, que tanto su padre como el de Malick tenían bastantes hilos en común con la severidad y religiosidad del tipo al que encarna.

Por suerte, no sólo del yang viven los cachorros humanos, y los tres que forman la familia O’Brien (todos chicos) tienen la suerte de contar con una amorosa madre, que desprende calor y sonrisas en cantidades redentoras, cortesía de la destreza actoral de Jessica Chastain, que vino a este mundo el mismo año que Casillas y que aquí compone una actuación que habría logrado la aprobación del mismísimo William Holman Hunt, ese maestro del prerrafaelismo, cuyo toque para transmitir serenidad y dulzura en los rasgos parecen cobrar vida en el rostro de Jessica.

En esa dualidad, entre los ataques de ira del señor O’Brien y el cariño de su madre, se moldea el carácter y la conciencia Jack, el primogénito de la familia. Hasta ahí se puede leer, que no es cuestión de chafaros la magia de una película llena de asombro y sorpresas. Verosímil por un lado, repleta de los tiempos muertos de la propia existencia, y lírica hasta decir arte por otro costado, lo que le otorga a estas imágenes una trascendencia que rozan lo sagrado, lo mismo que la sabia exploración del sonido ambiente, que llena de tactos una experiencia de primer orden en lo concerniente a su banda sonora.

Drama, poema y aventura iniciática por el mismo metraje. ¿Sus pegas? Exceso de lirismo. No soy sospechoso en este campo, pero como diría el inefable Josep Pla, Terry (así llaman a Malick sus amigos), con un poco menos de belleza también nos habríamos apañado. O, expresado con el viejo adagio, menos es más.La sugerencia se multiplica cuando la dosificas y no cuando te pones el traje de excesivo; claro que un tipo tan perfeccionista como Malick (periodista, profesor de filosofía, guionista y director, además de tímido sobresaliente) no es de las clase de personas que viva cómodo en las medias tintas.

También es justo consignar algunas caídas del ritmo narrativo en la meseta de lahistoria (estamos hablando de dos horas y diecinueve minutos). En cuanto a similitudes con otras cintas, podríamos decir que tiene rasgos de ‘2001: una odisea del espacio’ y ‘Fantasía’, en cuanto a su extrañamiento del lenguaje cinematográfico y su capacidad de sugerencia, y que en su parte (más o menos) convencional es un drama sólido, bien hilvanado, a medio camino entre la cadencia hipnótica (y algo plomiza) de ‘Las horas’ y el lirismo ‘que mejora’ una situación opresiva que Sofia Coppola fue capaz de desplegar en ‘Las vírgenes suicidas’.

Sea como fuere, respeto y admiración por esta brillante incursión en la búsqueda del sentido de la existencia humana. Mayor mérito (y pureza) si emprendes ese viaje con un niño adolescente. El señor Malick sale del reto con el prestigio prestigiado, algo que sólo sucede con los mejores equilibristas en el arte de componer belleza, entretenimiento y multitudinaria introspección.

Despertar la ciudad


Despacioso son.
Paredes de letargo.
Ven pelea, no huyas.


lunes, septiembre 19, 2011

España y la sensación de leyenda


El Martillo en defensa.
Sutileza en ataque.

Clase y paciencia.


Navarro es un genio.
Pau, castillo que hechiza.

Marc, creciente crack.


Valores y sueños.

Talento y tenacidad.
Mordisco a la gloria.

(Enhorabuena, selección).

domingo, septiembre 18, 2011

Ejes


1) Mirar las cosas con el asombro del recién llegado.

2) Perdonar tus limitaciones como perdonas las de los demás.

3) Leer momentos como quien abre puentes al aquí y el fuego.

4) Nadar el mundo con las espaldas de una esponja dibujada de cambios.

5) Arar tu paciencia con la gratitud y conciencia de sus plenas potencias.

6) Cultivar tu cinefilia con la humildad de un contable estelar.

7) Encender canciones para inflar la nostalgia y densar el momento.

 8) Amar a tu chica con la majestad dedicada del Sena.

9) Beber de la luz de esas playas que hacen aprendiz a tu imaginación.

10) Practicar la firmeza serena contra los infiernos de nuestro viaje.

11) Comer el momento con las mismas ganas que generan movimiento en las sirenas.

12) Transpirar fraternidad con el que pierde, el que busca, el que celebra aquí al lado.

13) Probar la belleza de quien vacía viejas violencias y vuela junto a su ventaja.

Los pies aparcados en la niebla

Los labios frescos de una camarera
y los acordes de un deseo sin paradas.
Los amigos, la cara de circunstancias,
y las risas que  nunca se agotaban.

No tardaron en llegar las cenas apagadas
(la violencia es un silencio de postre).
Y Ramiro
puso húmedas sus ramas
hasta amanecer en la arena.

El destino se convirtió en una repetición.
Ramiro imitó a los maestros zen
y dedicó las horas a no sentir nada.

Siempre con la compañía del amigo JB
y los ojos vidriosos como una pecera.

Muchacho, el infierno no tiene prisa,
dice ahora a quien tiene el humor
de ponerle una lona o escuchar su historia.

Farfulla apenas bromas en la meseta,
en un vano intento de recuperar ramas.
La huída tiene excesos de animal.

Esta tarde dormitaba
con unos pocos espejos
de autocompasión.

Ramiro y el hambre de los fantasmas.

Mientras, aguarda desordenado en el arcén.
Sus pies están aparcados en la niebla
y su ceniza está compuesta de corazón.

viernes, septiembre 16, 2011

Que la globalización nos perdone


Veinte años es una edad para el viento,

las flores y, por qué no, la alegría.


Celebración diversa y plazas abarrotadas
como las que ha convocado el acierto de Bo McCalebb,

ese base que adora los espaguetis de Siena y las

entradas a canasta como homenaje al triple salto.


Juega como si tu equipo casi no tuviera centímetros,
como si el contraataque y el orden fuesen una necesidad.

Así hasta componer un homenaje a al enigma,

a sitios que, la globalización nos perdone, muerden de


Enclaves como el Monte Korab, que es honrado por la fortaleza
interior

de Pero Antic.

Bosques poblados de espejos como el talento repartido de
Vlado Ilievski, director de una filarmónica llamada

inteligencia y acierto.

Qué decir de la intimidación de Samardziski,

cuyas 215 espinas están hechas con las mismas
células altivas y protectoras del bosque mezcla de

Los Montes Pindo.

Enigma, revelación y orgullo.
No es fácil enfrentarse a una tierra que arde.

El lugar donde Alejandro Magno modeló su leyenda.


Un sitio de mestizaje y únicos verdes.

El lugar donde su líder dice que nunca
nunca

habían vivido una alegría tan magna
(si hablamos de esa droga buena llamada deporte).


Este viernes, los predestinados ibéricos juegan
contra el despegue de una nación.

Será la épica de lo sagrado.

jueves, septiembre 15, 2011

Macedonia

Bosques de agua.
El orgullo naciente.
Memoria magna.

miércoles, septiembre 14, 2011

Un mundo sin tiempo


Influir en la nada.
Estaba cuidando las ovejas.

50 kilómetros y
40 grados centígrados.
El trabajo en la amanecida.

Los mejores tesoros han aparecido en la basura.


La vida.
Su ritmo.
44 años es la esperanza de existir.

 Pocos tienen memoria de alfabetos.

 Las trincheras de los otros.
La vaca fugitiva se les escapó.

Celebramos aquellos filetes a gritos,

para fastidiar a los otros.


Los días caen.

Una ración diaria de coñac te hace sentir vivo.
Una ración extra para envalentonarnos.


Aquí la hidra del terror
ha extinguido a mucho más gente
que en vuestras gemelas búsquedas.

La vida sigue.

martes, septiembre 13, 2011

Lumbre y mar




Perfil de nación ibérica y 
diversidad de continente. 

Tantos pasajes, 
tantos destinos. 
Y el humor de quien

suaviza las rutinas.

Tenerife es un equilibrio
de pliegues.

Tenerife sonrisas encima
de la indiferencia.



Tenerife camina descalza
por la memoria.



Tenerife es una oda a las
baterías bajas.   


Tenerife es fa-milia
a-miga


des-conocida.



Sus dedicadas dunas de agua 
fabrican mejoras del aire. 

Aterrizaje

Superficie agreste.
Estómago inclinado.
Dragón adulto.



'Power' Gasol

Coloso en llamas.
La pantera vertical.
Ganar es unir.

lunes, septiembre 12, 2011

Eslalón impredecible

La mayoría  de la gente se pierde en la incertidumbre.
El pequeño Tony convivió con ella desde pequeño y…

Se hicieron íntimos.

TP se marca un rap cuando toca descuadrar la cintura
de su adversario.
Juega como si esto era un poema,
donde se premia la creatividad
y cada entrada es un rapto de

inspiración.

Cuando esquía con la pelota,
sus rivales terminan con los
ojos de Triki,
ese monstruo de las galletas
que ahora las siga devorando mientras
la gente del Plus (también en Francia)
enmarca las hazañas de unos terribles

competidores.

TP pertenece a esa raza.
Por eso tiene 3 anillos
y se calzó el MVP de

las finales del 2007.

Hay algo Marlon Brando en el
rostro de este parisino
nacido en Brujas
criado en el baloncesto
y cultivado en la
conciencia alimentaria
de su despampanante madre.

Su simpático deje
(aquí todos somos rascacielos)
es una cortada para dejarte en
fuera
de
sitio.

TP
ha quemado los tiempos.
Ha fundido el título de la NBA.
Ha sobrepasado y multiplicado
el amor hasta disgustar a Eva

y ahora…

Quiere un cetro a lo Rey Sol
No le falta bote ni fintas,
tampoco tiro sin ángulo.

La pregunta es:
¿Tendrá carácter?
¿Liderazgo?
¿Pulso de hielo?

En un rancho de Texas ya saben la respuesta…

sábado, septiembre 10, 2011

El imperio de la facilidad


¿Cómo se mueve un emperador sin corona?
Mira a la cancha.
Milos es un tipo con pinta de revolucionario
y poses de estrella del rock.

Que su suficiencia no te lleve al engaño.

Este tipo nunca detiene su imaginación.
Da igual que te perdone el tiro con su defensa.
O que le puedas dejar acodado en el parqué
a la hora de
la siesta.

Da igual.

Cuando llegue el momento,
cogerá su guitarra y compondrá
un bonito blues con tus sueños de gloria.

Emperador no necesita corona
porque cualquiera aprecia su majestad
cuando bota, asiste un compañero

o emboca el tiro decisivo.

Lo más idealizadores hablarán
de su tiranía en Europa con las
escuadras mini Serbias
o de la belleza de su novia .

Los más escépticos,
soplarán su miedo a jugar en la NBA o su distraída disciplina.

Da igual.
El emperador nació para deleitar con una pelota.
Y su facilidad cultivará nuevas fascinaciones con

este juego.

jueves, septiembre 08, 2011

Cantar de gesta de Marc

Cámara lenta de elegancias al aro.
La espalda.
La fluidez.
La canasta.

Hace no tanto, los cuerpos llenaban su hamburguesa.
Tras un generoso ciclo de disciplina y trabajo
el nuevo Gasol juntó premios, prestigio y prosperidad.

Por el camino, la duda sedujo a Marc.
Demasiado nuevo lento.
Menos Pau talento.
Turco serbio in fierno.

Pero el diario trabajo de salida
funcionó en la
tierra de Elvis.

Desde por, para el equipo.
Y Marc inauguró esta primavera la plusmarca del que traza su propio destino.
Alemania descubrió ese destino este miércoles.

¿Cómo crece un destino?
Balones
a
Marc.

miércoles, septiembre 07, 2011

La Laguna


Esas casas como un amable imperio.
Futuro para un soldado francés.
Hechizo de señorita profundos.
Frío suave, como de invernadero.

Buenas memorias.
Elegancia y tranquilidad.
Ritmo tranquilo.

Rendida hacia el cobre


Tu movimiento crea atención.
Tu fascinación genera tu melena.
Hay algo báltico en tus

ganas
de
gustar.

Dóblate la identidad


Antes, bebedor con desidia.
Ahora, vividor con dicha.

Bea escoge a Davide, Davide ficha a Bea


Latidos de gratitud.
Mezcla molida a mar.
Valientes bellos buscadores.

Ceremoniosos amables.
Filtros de sugerencia.
La celeste se pone lunar.

Ruedan rumbosos los reyes de la risa.

El camino fácil, el camino difícil: fluir la fuerza


Lo quiero ya. Impongo mi voluntad.
Esclavos egocracia. La brutalidad.

Cultivar paciencias. Sentir interior.
Saber sufrir, saber sabor; toc, toc, dios.

Fuma silencios.
Fabricante constancias.
Feroz compasivo.

La familia


Tu recipiente.
Su larga y nueva tormenta.
Mi vuelo brújula.

jueves, septiembre 01, 2011

Pescador


Ojos lijados.
Paciencia plenipotenciaria.
La bebida y la dignidad.

Las ventanas de los brazos.