lunes, septiembre 28, 2015

Leo Messi


Su golpe favorito: coger el balón, acariciarlo y coserlo al pie; luego, bajar la cabeza y empezar a dejar en ridículo a los rivales, sin ninguna acritud, hasta llegar al portero, que será batido con un destello de creatividad. 

Lema: el balón es parte de mi cuerpo y, cuando es necesario, lo puedo convertir en una invitación o en, simplemente, gol. 

Super poderes: regate en carrera y en estático, pases en la media punta, creatividad y un insobornable compromiso con la excelencia. 

Kriptonita: el aburrimiento, la falta de estímulos. 

Razones para gustar: los genios deleitan con su arte...Messi no es ninguna excepción. Cuando la vida te pide que escribas tu propio libreto de desafíos...

Apodo: El 10 Atómico. 

Cristiano



Su golpe favorito: serpentea con el modo turbo entre los adversarios y cruza el remate para sumar gol.

Lema: soy el más guapo, el más fuerte y el más rápido. Es sólo cuestión de tiempo encontrar el premio..

Super poderes: regate en carrera, gol, velocidad, fuerza, autoconfianza y...Hambre.

Kryptonita: la ansiedad...todo depende de la dosis; tu mayor vulnerabilidad puede ser tu mayor virtud :-)

Razones para gustar: ética de trabajo llevada al milímetro, permanencia y afán continuo de mejora. 

Apodo: El Chulapo Portugués. 


El baila del baile es el buceo sobre la superficie de la complicidad


viernes, septiembre 25, 2015

Órbita Layca o cómo quitarle el traje de etiqueta a la Ciencia


Lo interesante de la televisión, como de la propia vida, es que ofrece muchas variaciones para poder acercarse y disfrutar de un mismo tema. En esa sintonía, tengo que decir que me gusta Orbyta Laica, el espacio de divulgación científica por el que ha apostado TVE desde la pasada temporada. Parece que no es una opinión aislada, porque en su primera entrega el programa recibió el Premio Zapping en la categoría de Mejor Programa Cultural, Divulgativo y Documental.


 El centro de gravedad de Orbyta descansa en el humor y la creatividad de Ángel Martín, que nos obsequia con canciones introductorias, pegadizas y surrealistas en el arranque del programa, para luego sazonar el resto del mismo con una manera divertida, a medio camino entre el cinismo de peluche y la guasa incisiva, de presentar a sus colaboradores, interrelacionar con su invitado y sacar punta a las realidades y teorías científicas que se van desgranando durante la media hora aproximada que dura el espacio.

En la primera temporada, aprendimos o, en el mejor de los casos, recordamos una cantidad estimable de conceptos, historias y personas que han marcado el desarrollo de la ciencia. A mi me cautivó la idea de que “somos monos cyborgs”, una manera ilustrativa de explicar el desfase que existe entre el desarrollo que hemos sido capaces de emprender en el ámbito tecnológico frente a nuestras carencias en el campo de la gestión de las emociones y el desarrollo personal, político, social y espiritual (la maduración de nuestra humanidad, en suma).



Es verdad que el programa tiene un formato que por momentos recuerda al trivial y el documental amable. La parte de Antonio Martínez Ron remite al Hormiguero por su manera simpática y elocuente de escenificar experimentos que prueban fundamentos científicos y que, en más de un caso, uno puede animarse a recrear en casa. Claro que la primera en aparecer en escena es la elegante periodista América Valenzuela, especialista en traer noticias llamativas, chocantes, del ámbito científico.

Por su parte, José Cervera ejerce de erudito caballeroso para relatar historias de la ciencia que provocan asombro, mientras que Clara Grima se pone la escafandra virtual para mostrarnos vídeos que no suelen dejar asiento a la señorita indiferencia. Aunque el eje que estructura el programa es la conversación que mantiene Ángel Martín, con los amigos que invita (por norma general, humoristas y gente del show business alternativo, como El Langui), regadas de anécdotas, bromas y veras, donde la ciencia acaba mezclándose con los proyectos y el cosmos del invitado.


Uno de mis momentos favoritos del programa es cuando Martín introduce los contenidos con un monólogo (posterior a la canción) donde, taza en mano, le quita el traje de etiqueta a la ciencia y al tiempo muestra su admiración e interés por algunos de sus hallazgos, sin perder de vista que la mejor manera de acercar algo o a alguien es bromearlo…Creo que por es funciona esta suerte de trivial catódico, por su combinación de rigor, humor, experimentación y cercanía. 

sábado, septiembre 12, 2015

cantar en silencio


Inclinó la cabeza. Se concentró en una respiración suave. Un caudal de quietud le recorrió por dentro. Su corazón se acompasó con el de su adversario. Se situó en posición de rezo musulmán. Y empezó a musitar “uno es todo, todo es uno”. Sintió una paz inmensa, producto de miles de meditaciones anteriores. Empezó a vibrar de una manera suave y alegre.

Y se le cayó un lápiz del bolsillo. Ese lápiz había pintado muchas palabras de gratitud, ese mismo lápiz con el que había dibujado cuentos para sus sobrinos, apuntado las próximas  compras o dibujado las redondeces de su novia. Su corazón cantaba en silencio. Ese lápiz con el que había hecho reír a sus padres y hermano también estaba rezando desde hace tiempo. De una manera sencilla y concreta, como se entonan las oraciones más auténticas.


El pequeño se encarama al torso de su tía
Y la besa, la besa como quien descubre la magia
Ella se pone contenta
Y él, divertido, se entrega más a la causa

Su madre contempla y el pequeño le saluda
El amor es uno, y cada gesto sin embargo nace de una manera distinta

Cádiz tiene la piel de plata porque necesita el agua y la relajación para divertirse.
Los bikinis te preguntan y recuerdas la importancia del relajo.
La música fluye por dentro.

Y puedes ver por dentro la vida.
En un lugar así el sol camina desnudo
Y el mar es un lugar de vuelta a casa

viernes, septiembre 11, 2015

Martina

 
Bebé de la luz.
La risa del escritor.
Los suaves gestos.