jueves, abril 29, 2010

El pionero


Horizontes sembrados de incógnitas.
A veces devastación, a veces oportunidad.

El pionero camina altivo y trabaja duro.
Todo tiene un límite y el ya conoce los suyos.

Por eso ha decidido hacer más fuerte el destino.
El de Mary y el de sus dos pequeños.

Negaciones, chanzas, nuevas negaciones.
La gente del condado, promesa, embrutece.

Y la lluvia vuelca su ira sobre sus progresos.
El río tropieza, el caos engorda y las vacas bucean.

Le hablan de pérdidas de cordura.
Y algo se apaga en sus manos sin red.

Pero soleada Mary sonríe.
Pero futuro Mary futuro.
Mary enciende dignidad.

El pionero es pionero porque sabe multiplicarse.
Y tiene la suerte de haber encontrado un gran sí.

poesía es cambiar la misión de las cosas



espumadera salva hamburguesas en su mejor punto,
espumadera alivia la espalda como rascador

la cama y la silla dan descanso y confort (pasivo)
la silla y la cama mejoran los abdominales,
funcionan como palancas para …activarlos

enciclopedia británica, saber refinado
enciclopedia británica, refinados planchados
(de objetos, pósters, folletos arrugados)

ondilla de las natillas, premio comida
ondillas para pitis, digno final cigarrillos
como de refinado divertido sarcófago

periódicos con fotos que ilustran noticias,
corcho de un cuarto, fotos de preferencias,
sentimientos

gran foto mujer, iba para revista
gran mujer foto, en la pelu
pelo rubio, ojos azul fanta
foto mujer (gran), pelu unisex
mujer: yo quiero
hombre: yo, también

miércoles, abril 28, 2010

Dignidad y furia


Podría haber invitado: mi estirpe se fundó en Transilvania. Pero estremece que la broma se convirtiera en mito. Mi vida no es vida. Mi vida, vicio. No muerto, dices. ¿Pero acaso nuestra sangre es un no bombeo?

La piel es un odio mínimo, que persiste en el accidente de las noches. Mis recuerdos sólo viajan en soles fracturados. Cuando vivo, me vacío. Pero sin falsas. Educaciones.

El espanto de estar vivo. Me pides como antes. Y me escupes tu necesidad de futuro. Existen criaturas que suplican los espasmos de mis espasmos. Y me niegas en las sombras. Necia. Niego natural nuevas repeticiones.

Tengo noche. Administro cuerpos. Poseo locura. Tengo cambio. Gestiono miedos. Ten mi furia. Aquí donde nadie distingue al animal del cielo.

martes, abril 27, 2010

Gladiador Iberia


Mudé la mente.
Me construí más músculos.
Hola ambición.

Interior viaje.
Horas de sol rojizo.
Palabras rabia.

Lo he dado todo.
Cambiando mi destino.
Empezad, premios.

lunes, abril 26, 2010

Futuro nuestra especie


Año 88.337 del que fue nuestro señor. En este mundo no existen dioses. Es sobre vivencia. El fanatismo religioso llevo a los nuestros al borde de la extinción. No creo que hayamos aprendido mucho desde que vosotros respirabais. La vida, ahora, se reduce en demasiadas ocasiones a aparentar lo que no eres. Se trata de engañar al sistema.

Las ciudades están circundadas de parques con vocación de selva. Los más afortunados viven en la tierra. Pero la superpoblación del planeta llevó a muchos individuos a vivir en la troposfera. Ahora mismo, se planifica el asalto a la estratosfera. En mi mundo, no eres persona hasta que lo demuestres. Nos avergonzamos de nosotros mismos.

Las ciudades son más limpias. La gente adora vivir en los pueblos, pero no es un privilegio al alcance de cualquiera. Tenemos que preservar los recursos naturales al detalle. Después de la gran hecatombe, muchas de las labores se confiaron a sofisticados robots. Últimamente funciona la discriminación positiva favorable al humano.

Somos una raza en reconstrucción. Y hay algo, como expresarlo en vuestro lenguaje, hay algo fascista en nuestro modo de organizarnos. De pensarnos. Y distribuirnos. Existe una distribución eficiente de los recursos. Pero la gente tiene casi prohibido pensar por si mismo. El miedo es el dios de nuestros días, y aunque no es una realidad del todo nueva, enerva que detrás de tanto progreso, habite una confianza hecha papilla.

Lo siento, amigo, pero la Alemania nazi no fue un horror aislado. En este mundo existe una humanidad de tres velocidades. Sigue primando el poder de los recursos. Tanto tienes, tanto vives. La gente vive hasta los quinientos años si puede costeárselo. Dietas hipersaludables. Drogas sin efectos secundarios. Infinitas caras con los labios y los ojos de diosas de la primera historia. Pero nos falta alma. Algo individualista y hermoso.

domingo, abril 25, 2010

Macetas hirviendo


El piso es una fiesta. Mujer pop entra con elegancia. Sus mejillas como de fantasía. Búsquedas enciende preguntas. Y el cielo siente un leve escalofrío. Noche de verdes.

Dispersión de sonidos. Concentración de miradas. Rodillas bailando con las manos.
La risa y sus aullidos. Bebidas inflan nuestra complicidad. Amigas alegres arden.

El cine, multiplicados momentos. Sentido común y un chispazo de lirismo. Dibujos de una tierra sin pronunciar. Ironía. Saludos. Sándwiches hechos. Con las manos.

Ríe a destiempo y habla como perfecta. El ascensor de los licores. Y no parar de sentimientos. Labios ensayando. Filarmónica de flores. Dice demorándose. Despiertos.

sábado, abril 24, 2010

La previa


Dormir perfecto.
Impertinente avance.
Cielo abrumado.

Afeitado zen.
No prisa; ducha sauna.
Flexiones centro.

Es alegría.
Música cazadores.
Jugoso almuerzo.

Previa gran fiesta.
Retraso reparado.
Biblioviaje va.

Misión hecha.
Tacto lluvia haces luz.
Cosquilleo bromas.

jueves, abril 22, 2010

inauguración


que ya tiene 14 años
que no para de jugar con
la piel tersa

miércoles, abril 21, 2010

Suavizante, jazz, domingos


La siesta contenía futuro. Pero no puedo recordar los lugares que dejamos. Quizá estemos a tiempo. Labios pintados. Uñas pintadas. Suavidad. Movimientos.

Qué bien sonríes. Y el trono con la distancia mejor. Cantante se salta la ceremonia. Tiene un punto dejado. Adiós equilibrios. Pero una voz irrompible. Voz de talento.

Fácil estoy en el teatro salón. Ahora sé que no me lo merezco. Qué bien hueles. Cantante compone homenajes al tenebrismo. Sus canciones, como terrones.

Domingos así me acercan. Cantante, tempestad de sentimientos. Liberarse. La ciudad está amplia. Descendemos confesiones. Me gusta sentir. Detective del aleteo.

martes, abril 20, 2010

Mata-Hari


Deseo atmósfera.
El alma, repartida.
Imán miradas, lento.

Imagina. Ya.
Espectáculo sin ropa.
(Con)decorado cielo.

Mito en vida.
Tumulto, humo, lujo.
Combustible de deseos.

lunes, abril 19, 2010

Belén


Corazón fuerte.
¿Mirada? Es de viajes.
Mujer explora.

Manos de música.
Lentitud paraíso.
Voz solidaria.

Pisadas viento.
Movimientos belleza.
Misterio ojos.

Buscadora diez.
Historia de murales.
Amplio futuro.

(Para Belén, que hoy estrena primavera)

sábado, abril 17, 2010

Camarera


El cuerpo en unos pantalones cuidadosamente gastados. Agilidad y delicadeza. Memoria oriental. Una sonrisa lenta. Y las manos determinadas. Sin miradas atrás.

Atenciones controladas. Riqueza verbal. Ráfagas de buenas de buena música. Raciones de recuerdos del futuro. Piedra volcánica en los zapatos. Tómate tus riesgos.

El sur de los viajes. Doble sentimiento. Miradas. Distracciones de la tribu. Una afrenta. Y la complicidad multiplicada. Copas sin explicación. Ejércitos de sentimientos.

viernes, abril 16, 2010

Il Doctore sigue con hambre


Monta una pantera con ínfulas de sofisticada aceleración. En su corazón se enfurecen cientos de fantasmas. Pero doctore no se asusta con facilidad de los latidos de la bestia. En realidad, ha nacido para domar monstruos del progreso. Si hay que llegar primero pondrá de su lado a los espectadores de todas las generaciones. Mermelada azul.

La mermelada azul está de su parte. A pesar de su aspecto sospechoso, esta sustancia es manjar de leyendas. Valentino ha descubierto que sus destinos son las motos y dará todo lo que grita en su pecho para poner al triunfo de su lado. El circuito girará a través de su eje y sus treinta y un años significarán días enteros de exigencia, pericia, presiones y triunfo.

Por el camino, olvidó en algún rincón de la playa sus sueños de eternidad. Puede que el hechizo se le de bien. Puede que el agua se arrepienta de vivir bajo tanto sol. Quizá Alessia se lo está reprochando todavía. Ha nacido para el milagro de los tactos. Pero no le sale esa escalera llamada compromiso. Puede que no sea una escalera. Y de ese equívoco hayan salido sus escamas. Pero habrá más viento. Entretanto, sólo monta motos.

jueves, abril 15, 2010

El veneno de la normalidad


Elena vive a tres metros de casa. Regenta una panadería. También un hogar. De momento sólo con ella. Es hacendosa. Simpática. Guapa. Divertida. Atiende con detalle a sus clientes. Les escucha. Les hace sentirse importantes. Mira a los ojos. Y hace las cosas con la velocidad apropiada, como si una activación platónica diese vida a sus nervios y músculos. La gente del barrio se preocupa por su futuro.

¿Por qué? Porque es una mujer buena. También inteligente. Quizá podría encontrar un novio. O dedicarse algo con más aberturas a la humanidad. Ella escucha complacida esa clase de pensamientos. Al tiempo, consigue que sus mejillas irradien apuro. El mismo que puede sentir una adolescente cuando un desconocido le quiere alejar del aburrimiento. Casi podría acostumbrarme a esta vida, concede a su conciencia.

Pero una punzada de hambre le arranca de sus pensamientos. No tiene mucho tiempo. Aguanta a que Daniela vuelva de fumarse el cigarrillo y se interna dentro de la tienda. Mete la llave. Está en casa, su piso se comunica con el comercio. No puede más. Abre la jaula, traída ayer por la tarde vía mensajería, prodigioso Internet. Y engulle de un bocado el hámster. No es lo más repugnante que le tocará hacer, concede triste.

Esa tristeza le asusta. En cierta manera, le preocupa; en cierto modo, le halaga. Su disfraz la está humanizando. Pero no puede permitirse titubeos. Hay un plan. Y todo sea dicho, no hay mucho tiempo. Tendrá que ganarse a esa gente. Convencerlos. Mirarlos mucho más cerca de los ojos. Persuadirlos. Y convencerlos de la dulzura de la extinción. El futuro de sus iguales (cuando digo iguales, digo idénticos) está en juego.

miércoles, abril 14, 2010

Canciones


Dedos de reloj.
Lugar concreto.
Ninguna negación.

martes, abril 13, 2010

Rusa, visionaria y de siglos


No te conozco Marina.
No te conozco.
Pero hay algo auténtico
amplio en tu mirada.

Me gusta la inclinación
de tu cigarrillo.
Miras viendo, miras viendo.
Hay algo delirante y profundo
en esas preguntas melancólicas.

Tú escoges a Rainer María (Rilke).
Yo, más primigenio, elijo a Scarlett.

Quiero dormirte Scarlett.
Compartir tus estelas y mirar sumergido.
Quiero besarte Scarlett.

Dos besos en el ombligo.
Como si fuera un zar,
como si fuera un búsquedas,
como si consumido.
Consumido por la contemplación.

Tanta cultura, Marina.
Pero no zarpaste con tu preferido.
Y los dos sabemos
no me refiero
a Ramón María.

Marina, Moscú ahora es un metro.
Lleno de mujeres amables.
Sobrevivientes de diario.
Lleno de eslavas hermosas.
Visitantes de llévame contigo.
Visitantes de geométricas
(fascinaciones).

Marina, Moscú ahora es un metro.
Lleno de posibilidades.
Lleno de asesinas.

Ha pasado ese siglo que ofrecías.
Y tu mirada lo sigue viendo claro.
Todos necesitamos un desengaño
como constructor de poemas.

Es cierto
es cielo
seguimos ofreciendo la ciudad
a amantes relámpagos amantes.

(Para Marina Tsvetáieva)

lunes, abril 12, 2010

Guardiola, el Madrid y la despedida del señor Gozalo


El fin de semana ha venido cargado de grandes impactos colectivos. Nos vamos a centrar en el fútbol. El sábado, el Barcelona fulminó al Madrid gracias a la panoplia de sus estratosféricos recursos, con el mesías Messi empeñado en seguir agrandando su leyenda. Para los aficionados merengues (como éste), el partido fue difícil de digerir.

Al principio, pensamos que podía haber partido. Pero algo fallaba. El Madrid jugó al límite de sus posibilidades, cada uno de sus jugadores estaba extenuando su físico y su mente para que la gente del Barca no hilvanara los ataques con facilidad. Pero siempre es más fácil jugar con la pelota. La pelota os hará felices, dijo el dios del fútbol.

Por el camino, los resultadistas se entregaron al hedonismo de la victoria. Tuvieron sus momentos, mayoría por cierto en la historia del fútbol. Pero vivimos en el imperio de la belleza. Y la belleza no está aquí. El Madrid hizo un planteamiento interesante, reduciendo el campo de acción a la mitad del césped, con la defensa muy adelantada y los delanteros mordiendo en la primera línea de pase.

Por el camino, quedó de manifiesto que Valdés juega como un central más si la ocasión lo requiere. Valdés gasta pose de chulo y malencarado, pero detrás de esa armadura hay un tipo que se lo he currado mucho y que esta temporada está a un nivel soberbio. Todos los buenos pálpitos (un túnel de Ronaldo, un quiebro de Marcelo) se fueron al carajo cuando emergió la sociedad Xavi&Messi.

Xavi fabricó un pase donde la mayoría sólo ven una montaña de músculos, Messi recogió la pelota, empleó el pecho como fabricante de regates y fusiló sin piedad a Casillas, cuya intuición pareció averiada en los dos primeros goles (control de manual de Pedro en el segundo tanto), pero que se redimió con dos paradas de fuera de serie ante el próximo inquilino del panteón de mitos de este deporte.

El Barcelona tiene demasiadas cosas buenas como para obviarlas. Juega con simetría y velocidad, valentía y talento, atrevimiento y acierto. El arquitecto de esa excelencia es Guardiola, que al margen de conocer muy bien el juego, sabe que la clave del deporte de élite es mental y consigue motivar a los suyos con una rara mezcla de humildad y ambición, exigencia y conocimiento.

Guardiola es santificado como lo son los ganadores de este mundo, y aunque hay algo empalagoso en ese reconocimiento unánime, no seré yo quien niegue el beneficio del aplauso a uno de los tipos con más talento que ha alumbrado el fútbol nacional. Que es preciso con las palabras, que se equivoca fichando, pero que también tiene reflejos para variar una táctica sobre la marcha. Y, lo más importante, que es valiente para darle bola a los jóvenes de la casa y que también sabe ser elegante en la derrota del adversario.

Enhorabuena a los catalanes. Los madrilistas sabemos que siempre estará de nuestra parte el inmenso legado de la leyenda de nuestro equipo. Y que más pronto que tarde, contra todo pronóstico, el orgullo que distingue a nuestros jugadores (y aficionados) nos devolverá a la senda del triunfo. Lo importante es no bajar la cabeza cuando vienen mal dadas y continuar la lucha, porque esos momentos de dignidad contribuirán a conquistar las metas cuando éstas vuelvan a ofrecerse en el horizonte.

Un último aliento para Juan Manuel Gozalo. Un periodista de raza, que durante casi dos decenios fue el alma de Radio Gaceta de los Deportes, ese artilugio de Radio Nacional para los no noctívagos, que te ponía al día de todos los deportes con un estilo riguroso y desenfadado, a imagen y semejanza de Gozalo.

Este periodista cántabro tenía voz de cazalla, componía frases espontáneas y divertidas, elocuentes y al pie de calle. Las opiniones de Gozalo sabían a un bocadillo de calamares. Estaban cargadas de sentido común y simpatía. También de enfados de pater family que no tragaba con las zarandajas que antes o después acaban envolviendo demasiados pasajes del deporte de élite.

En los últimos tiempos lo escuchaba con renovada simpatía. En su momento me ganó para la causa con sus narraciones en Radio Nacional y, sobre todo, en un programa llamado la Prórroga emitido en Telemadrid. Pero últimamente era Fran quien me contaba las maravillas de este trovador de gestas hispanas deportivas. Mi colega se mondaba con su estilo desenfadado, donde lo mismo tumbaba en el diván a su invitado para preguntarle lo que otros periodistas no se atrevían (desde la admiración y el respeto), que leía mensajes ofensivos de algunos oyentes con una gracia insuperable.

En los últimos tiempos, mi amigo estaba mosca. ¿Qué le pasa a Gozalo? Intuía al maestro gastado y debilitado. Pero Gozalo no se bajaba del micrófono. Después de aceptar una prejubilación de Radio Nacional, se agarró a los micrófonos de radio Marca para mejorar las buga mañanas de un arquitecto de Morata que no se cansaba de escucharlo. Este cántabro fue un tipo que cuando era joven empleó los réditos de su talento para comprase coches deportivos de primera.

Y que cuando vinieron mal dadas se entregó al trabajo con la dignidad de los grandes. Por el camino, puso en el mapa la liga nacional de fútbol sala (de la que fue fundador junto a, entre otros, JM García) y otros deportes de regular seguimiento en Radio Nacional. El cáncer ha terminado con su vida a los 65 años. Pero no ha podido birlarle su proverbial optimismo. Su mantra de los últimos tiempos merece ser apadrinado: “Doy gracias por estar aquí, por vivir, buenos días a todos”. Gracias a ti maestro, ten por seguro que nunca te faltarán oyentes en esa nueva aventura que acabas de iniciar.

domingo, abril 11, 2010

Sin medidas, Granada


Violetas manos.
Chorros de sol.
El nieve cuerpo.

Tragos vitales.
Sonidos alfombra.
Zapas azules.

Tierra encuentros.
Brisa se prueba.
Dulce perplejidad.

Pensativas flores.
Montaña erizada.
Pálidas, broma.

Guiadas ruinas.
Ruedo sombras.
Bebé bulle.

Silenciosa sonrisas.
Irreverencias verdes.
Bromas acuíferas.

Agua corporal.
Ruedas sosas.
Corazón azul.

jueves, abril 08, 2010

La pinza


Cómplice de la ropa.
Sujetador del mundo.
Protectora galletas.

miércoles, abril 07, 2010

Oda a unos calcetines



Mis calcetos vienen de una persona especial.
Mis calcetos emiten colores de raya sabor menta.
Hay algo optimista en su modo de preparar
el misterio.

Mis calcetines tienen fibras de una dedicación.
Seducen
se abandonan
será
su material de promesas.

Mis calcetos lucen irreverentes,
también príncipes,
congenian con las ancianas,
hablo de mis pantunflas.

Pantunfla, alguna arruga,
mucha serenidad,
siglos de tele amable,
dice: me gustas calceto.

Me haces bonita y también joven.
Armonía cuando me encuentras.
Calceto, azorado, asiente atento.
Algunas verdades, de despacio.

Mis calcetines tienen duende.
¿La prueba? Ignoran su éxito.
Aparcan sus dedos sobre la
ventana
y le piden naturalidad
(universo).

La felicidad es el deseo de repetir


el baño caliente
la copa de vino
los pies preguntando

martes, abril 06, 2010

Nadadoras


Sirenas
navegan
sus tatuadas
afirmaciones
en la piel de un agua pintada.

Sirenas
demoran
su inmersión
con el juego de las
insinuaciones a los humanos.

Sirenas
doblan los
relojes con las
lujosas posibilidades
de sus legendarias espaldas.

lunes, abril 05, 2010

Un cuarteto de películas sobre las que rotar en esta cartelera


Ahora que las productoras americanas amenazan con retirarse del ruedo ibérico, dada nuestra genética pasión por copiar lo que no está en la imaginación, merece la pena reivindicar la magia de encerrarte en una sala sombras para beber historias y sumergirte en ellas multiplicando así las sensaciones que contienen.

Últimamente he tenido bastante suerte en las visitas a lo más novedoso que se proyecta en nuestros cines. Haremos el repaso en sentido cronológico. La primera película que merece recomendación se llama ‘El mal ajeno’ y es la ópera prima de Óskar Santos, un director vasco que aparte de ser buen amigo de Amenábar (le produce la película), tiene su reputación como cortometrajista y aquí demuestra buena mano en la construcción de personajes y el manejo del tempo narrativo de la historia.

‘El mal ajeno’ cuenta la historia de un médico (Eduardo Noriega) que está de vuelta de todo. Realiza su trabajo del modo más eficiente posible que se le ocurre. Eso traducido a su universo implica guardar un muro emocional en relación a su trato con los pacientes. Su máxima se resume en curar a la gente con la mayor economía posible. Esto es: darles el diagnóstico más certero y asignarles el tratamiento más eficaz para su curación.

Empatizar con ellos no entra dentro de su escala de prioridades. No es mal tipo, pero está encerrado en su rutina. La inercia cotidiana de un trabajo muy exigente no le deja mucho tiempo para sintonizar con su hija adolescente ni para recomponer la relación que tenía con la madre de ésta. La suya parece una existencia bastante frecuente en este tiempo. Te aferras a lo único por lo que te van a pedir cuentas y las hojas caen con la velocidad implacable de un suero emocional, del que parece que no sabes salir, aún teniendo tantas cosas a tu favor para encontrar tus (buenos) momentos.

La historia ofrece un puñado de interpretaciones muy interesantes, con Eduardo Noriega a la cabeza. Y plantea dilemas universales a través de una premisa original que tira de la trama, manteniendo intrigado al espectador en todo momento. Es una buena cinta para que la gente que raja del cine español deje de dar la cantinela.

Bastante cerca de aquí, en Francia, se ha rodado ‘Un profeta’, que arrasó en los César (el equivalente francés a nuestros Goya). Esta cinta tiene mucha personalidad, a imagen y semejanza de su protagonista, un chaval argelino de 19 años que está enjaulado, sin perspectivas aparentes de cambiar una suerte que le ha llevado de centro de acogida en centro de acogida. Y ahora a la cárcel. Un tipo que se hace simpático por su transparencia y por los huevos que le hecha en una situación adversa.

Un joven inteligente pero lleno de carencias, que se saltará a fuerza de dedicación y ambición. Un hombre que comete atrocidades pero que construye una moral con la que te puedes sentir identificado. La cinta está muy bien tejida, llena de recovecos narrativos y con personajes que darían para poblar varias novelas. Es un drama carcelario que, al contrario de la también excelente Celda 211, pone el poco en la realidad y los efectos especiales que surgen al mirar en el alma de una persona en edificación.

Me quedan dos párrafos para hablar de dos películas de 7’5 (calificación subjetiva) que he visitado esta semana santa. La primera es ‘El escritor’, la última cinta del señor Polanski, que es un prodigio del cine de suspense. A partir de una interesante trama política, ¿qué pasaría si a un ex premiere como Tony Blair le diera por escribir sus memorias?, se articula esta historia que homenajea al maestro Hitchcock para rastrear en los vertederos y dobles espejos del poder. En tres palabras: entretenida, sexy y turbia.

El adjetivo de en medio es compartido también por una de las grandes nominadas a la edición de los Oscar de este año: An Educaction. La película narra las peripecias de una adolescente llena de talento y belleza, que lleva una vida tan exclusiva como aburrida, encaminando todos sus esfuerzos al noble arte del salto con pértiga para acceder a la universidad de Oxford. Pero en la vida pocos son los planes que salen tal cual los hemos programado y eso es lo que descubre esta joven, cuando a su alrededor empiezan a ocurrir cosas interesantes que le harán tener que decidir…Es una película muy recomendable para visitar si eres lectora de este blog o quieres ir al cine con compañía femenina. Una sofisticada relojería narrativa llena de sutileza, emoción y oxígeno.

Empleo un párrafo de propina para hablar de Manoteras, a la salud del tío Davide, con el que fui a ver esta última cinta. Manoteras es uno de esos sitios repletos de casas clones, que tanto jalonan la geografía madrileña. Manoteras es un templo al aburrimiento para un visitante ocasional. También un poblachón de acero donde trabajan, comen y sobreviven cientos de hormigas humanas, que se dejan las antenas cada día en sus acristaladas oficinas. Manoteras es la isla de nuestro tiempo. Hay algo generosamente triste en sus esquinas apagadas y, sin embargo, uno intuye que la vida también encuentra ahí sus guantes de lana y sus buenas furtivas historias.

domingo, abril 04, 2010

Herederos de una misma mujer


La BBC ha emitido un documental en el que se afirma que la actual población humana (6.700 millones de personas en cifras redondas) comparte una humilde procedencia común. Tras una violenta sacudida de cambio climático experimentada por el planeta hace unos cuantos miles de años, la población de humanos se reducía a una cifra en torno a los 15, 20 individuos.

Esta pequeña comunidad encontró refugio en alguna zona, suponemos que razonablemente hóspita, del territorio que conforma el país que hoy día conocemos como Botswana. Es decir bastante cerca del cono sur de África. En esa situación, las evidencias apuntan a que la comunidad garantizó su continuidad gracias a la fertilidad (no es descabellado pensar que también la belleza y amabilidad) de una misma mujer.

Es decir, una línea sólida de investigación científica avala el mito fundacional de la humanidad a partir de una Eva primigenia. A estas alturas, huelga aclarar que esa Eva no casaría con el relato de culpa y miedo que algunos de nuestros ancestros inventaron para disuadir al personal de tener sexo en paz o hacer libres sus conciencias.

Es fácil imaginar a esa Eva fundacional dando cariño y protección a una camada de pequeños traviesos y desorientados, a los que el planeta acabaría dando una buena oportunidad para encontrar el desarrollo de nuestro potencial (y horror) como especie, que algunas generaciones después hallaron sus nietos (otra vez el clima) al emigrar hasta Mesopotamia e inventarse eso que hoy día nosotros conocemos como civilización.

Esta historia, contada este sábado en el programa de viajes que el inefable Ponseti tiene en la Ser, me ha pintado una sonrisa de fascinación y orgullo. Fascinación porque una historia así deja filtros al optimismo para nuestra pervivencia como especie y orgullo porque al final los que estamos por aquí somos herederos de un puñado de cazadores que supieron seguir su instinto para mejorar el viaje que les había tocado vivir. Y, lo mejor, porque tal y como ya demostraron las primeras revelaciones sobre el genoma humano, es infinitamente mayor lo que nos une que lo que nos separa como individuos.

Algunas miles de lunas después, un hombre menudo y determinado fue echado a patadas del vagón de primera clase en el que viajaba en Sudáfrica. Su pecado, la tez cetrina que tenía, asimilable a la de las personas de raza negra, quienes por aquel entonces eran tratados como animales en aquel país. Ésa y un par de discriminaciones así encendieron la conciencia cívica de ese abogado indio, llamado Mohandas Gandhi, que dedicó una parte importante de su experiencia africana a luchar por los derechos civiles de la comunidad india, que también sufría el odio y exclusión que entonces regía los destinos de esa nación que, casualidades, hace frontera con Botswana.

Gandhi tuvo una existencia prodigiosa y mejoró la historia de nuestra especie. Esquemáticamente, fue el gran líder espiritual que guió a la India a la consecución de su independencia. Pero lo mejor fue el modo en el que lo consiguió y, sobre todo, la manera en la que contagió su manera de concebir la vida. La manera de este sonriente hombre, resumiendo mucho, la podríamos explicar como una decidida apuesta por la no violencia como la resolución de conflictos. Algo mejor: la no violencia como vía para la consecución de los objetivos vitales.

Esa no violencia estaba cimentada en un sentido de la dignidad y confianza en nuestras convicciones (si éstas se fundan en la justicia y el sentido común) que, antes o después, acabará trayendo la armonía a nuestra interior. Y con el paso del debido tiempo a nuestra comunidad, un proceso que se desarrollará conforme a los ciclos de la naturaleza. Una enorme cantidad de paciencia si hablamos de tipos del XXI.

Es decir: viaje interior para encontrar las respuestas a través del respeto de nuestras debilidades y contradicciones, reconocimiento de nuestras habilidades y mucha oración, entendiendo oración como diálogo compasivo con nuestra conciencia. “Soy tan tolerante con las debilidades de los demás porque antes lo he tenido que ser con las mías”. Gandhi era un hombre con respuestas. También con resistencias.

Resistencias que él elevó a la categoría de activas a través de acciones como las huelgas y huelgas de hambre que practicó como enérgica búsqueda de autonomía para su pueblo y la concordia entre los individuos de su comunidad, que con tanta facilidad se ponían a la gresca para dirimir sus diferencias de credo o modos de concebir la existencia.

Este pacifista indio murió asesinado a quemarropa por un fanático religioso. Por el camino no sólo había guiado a un pueblo, también había iluminado a una especie gracias a un muestrario de reflexiones y vivencias con aliento eterno. He aquí unas cuantas: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado”. “No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores”.

“La violencia es el miedo a los ideales de los demás”. “Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio”. “Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga”. “No hay camino para la paz, la paz es el camino”. “Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”.

Tanto misticismo, tanta bondad les granjeó no pocas chanzas e ironías a propósito de que sus ideas no eran realizables en este mundo. Pero con su integridad y determinación moral él demostró que éstas pueden contribuir a mejorar la vida de una nación y la de sus ciudadanos. Señor Ghandi era un tipo que se fabricaba su propia ropa. Que decidió limpiar letrinas (dentro de un reparto periódico del trabajo) para fundirse en un todo con la gente de su comunidad y que luchó con denuedo para combatir la exclusión a la que somete el sistema de castas a millares de personas inocentes, cuyo destino está prefigurado desde el principio sólo por la familia de la que han llegado aquí.

De un modo progresivo, Ghandi pasó a ser conocido entre los suyos con dos apodos. Uno resultará familiar a los seguidores de los Simpsons: Bapu, que en indi significa padre, apodo fácilmente explicable por el tutelaje moral que este hombre ejercía sobre los suyos. El otro nickname son palabras mayores: Mahatma, que significa alma grande. Convengamos en que su legado ético y espiritual valida este apelativo. Allí donde esté, aquella Eva primigenia seguro que sintió una punzada de orgullo cuando comprobó que uno de sus nietos legitimaba nuestra pervivencia como especie. G lo hizo con su modo de (no) actuar, pensar, sonreír y, sobre todo, de empatizar con sus hermanos de tribu.

Así pues, acomodemos en este domingo irreverente una última máxima de Mathama (mi preferida), para que nos de un poco de lucidez en el camino que nos toca afrontar: “Un esfuerzo total es una victoria completa”. Amén, bapu.

sábado, abril 03, 2010

Espartacus


Sufrir la vida.
Aliento legendario.
Las luchas, diarias.

Cadena vital.
Sombra, macabro circo.
Hombre marcado.

Dignidad cambio.
Epopeya comunal.
Vida de barrio.

Rabia tiniebla.
Mandamientos del odio.
Nido cenizas.

Construir cambios.
Junto a ella, más fácil.
Noches de tribu.

Frutar los días.
Apretar más los músculos.
Batalla diaria.

Orgullo cambio.
Caer con alta dignidad.
Hijo, más cambio.

jueves, abril 01, 2010

Superclásico, supraliga


Milagro entrada.
Vibración amigos.
Canastas golpes.

Triple espectáculo.
Navarro exterminador.
Gladiadores bang.

Orgullo Reyes.
Hazañas joven Llull, Llull.
‘Garbo’ con clase.

Un ring de aciertos.
Árbitros desnortados.
Derrota digna.