miércoles, diciembre 30, 2009

Taganana, hogar de King Kong


El público creó su poema. El poeta escogió las palabras que más le gustaban y cinceló su pieza. Y Pablo Romero, artista visual y amigo, dejó fluir su imaginación y talento para convertir esas palabras en una pìeza irreverente y sensual, prohibida y verosímil. Gracias Pablo.

martes, diciembre 29, 2009

Mi abuelo


Mirada vidriosa
y una minuciosa afirmación de brazos.

Mi abuelo solía mirar de frente,
con un aliento de acaba rápido:
dureza y escepticismo.

Sin embargo era paciente.
Amaba las cosas bien hechas.
Y se tomaba su tiempo.

Mi abuelo llevaba los pantalones como
una afirmación, una armadura;
bastante por encima del ombligo.

Le gustaba mirar al horizonte.
Más que las palabras,
prefería las acciones.

Adoraba insultar a los amigos.
Siempre que fuese con ingenio.
Y nunca faltaba a la partida de las doce.

Mejor no mencionarla.
Se pone triste.
Eso decían.
Pero los álbumes no enseñaban no
comunicaban eso.

Provenía del sur de Francia.
Pero su preferencia era que
sólo el nuevo idioma.
En aquella isla volvió a despertar.

Mi abuelo se cagaba en la autoridad.
Pero mantenía el respeto, como
guardando comunión con su mundo.

Creía en Dios.
Pero a su manera.
Como una íntima comunicación con
la tierra.

Pedrito, los sueños, para los que se los trabajan.
Abuelo estaba duro de oído
y pintaba secretos en la panadera.

Vio a demasiada gente perder la dignidad.
Por eso luchó por no traicionarse a sí mismo.
Tampoco tomarse demasiado en serio.
Se drogaba con boleros y prefería el vino.

La cagó, como todos, pero yo le redacto generoso.
Quizá porque él lo era con las debilidades ajenas.
Tenía los nervios templados y una risa
que suavizaba postes eléctricos.

Será esa forma en la que
guardaba gratitud
ante las montañas de agua.

Todo con tal de que sus nietos
empezarán a memorizar el firmamento.

(Para los abuelos,
de un nieto que no
tuvo la suerte -o el percance-
de conocer a los suyos).

lunes, diciembre 28, 2009

Entraría en tu luz


El viernes,
cuatro hermanas
(bienvenido).

Juego,
música,
me das tu comedia?

Presiento tus misterios.

Y la complicidad de
una
antigua
cómplice.

R, la lectora lúcida
(hablamos de personas).
Y la anécdota de querernos.

El sábado,
la buena conversación y
los manises compulsivos
en compañía de salvaje
(y bueno).

Fundimos la noche
doblando las gargantas
de reconocimiento
(alegría tribu llámalo).

Y hermano luna,
bufoneando con
marchamo de gran
comediante.

Divertidos,
abrevando en
la copa de ojos
azul elegante.

Y tu gorro encendido,
tu mirada tersa
(la lengua tibia).

Te puse en mi lista
de recuérdame.

Aunque,
fascinante,
el domingo.

Promesa
mira con dedicación.
Como interrogando.
Promesa is australian
y sabe de interiores
(emociones).

Promesa es G,
G habla español,
G sólo esta noche,
G dice que españoles
atractivos.

Mantiene la mirada,
como preguntando,
como prometiendo
y habla de mareas
de equivocaciones.

G dibuja (con las manos)
deslumbramientos.
Celtíberos nocturnos y tiernos,
y ganas de enmarcar el destino
(multiplicándolo).

Y redacta en el sol nocturno
su futuro: doctora en África
o South America.
Corazón bombea colores.

Y de noche.

A, C y R demuestran
elegancia amistad.

Mientras los músicos
ríen recuerdan rasgan
movimientos de reverencia
(hablamos del público).

Mantras que montan misterios mesurados.

jueves, diciembre 24, 2009

Feliz Navidad


Navidad era la estrella más brillante de su generación. Era guapa, también talentosa, tenía buena dicción y una irresistible manera de hacerse interesante. Sus silencios valían más que decenas de cajas de palabras. Tenía un traje rojo que enloquecía a cualquiera que tuviera la suerte de coincidir con ella en un salón.

El problema para Navidad era su facilidad con el gin tonic. Todo resultaba fácil. Incontenible. Pero Navidad escupía tristeza. Lo hacía a solas. En la buhardilla que tan pocos conocían. Lo único que a veces la salvaba era algún libro de arte, cuando no existían los libros de arte; le bastaba con su memoria relámpago.

Todo cambió para Navidad cuando hizo una visita a Palestina. Había muerte en cada recuerdo y los hombres miraban con un sentimiento de injusticia que profundizaba en las entrañas. Navidad quedó impactada. Tanto que detuvo su frenética cadena de visitas. Navidad miraba al firmamento y no recordaba nada parecido.

Quiso hermanarse con ese pueblo. Sintió frío. Mucho frío. Paso hambre. Pero esa gente se desvivió por darle dos comidas calientes en cada día que pasó con ellos. Miraba el firmamento y algo le dijo este es tu sitio. Al octavo día, conoció a un recién nacido. Le llamaban Jesús, o lo que es lo mismo: el que ha venido a sufrir.

El pequeño tenía algo muy parecido a la misericordia en los ojos y se dejaba custodiar por dos perros (famélicos) que le daban calor. Un milagro contra todo pronóstico. Los ojos de Navidad dejaron salir dos lágrimas de emoción, ella que había sido bautizada como la reina del distanciamiento en su mundo.

Escuchó su corazón y supo que era su sitio. Acompañó a la familia del pequeño durante dos meses y se comprometió con ellos. Les prometió que jamás le faltaría nada a su pequeño. Ni dinero para su educación, ni ayudas para mejorar las condiciones de vida de la comunidad que tan cariñosamente les había acogido durante ese tiempo. Os parecerá una historia dulce. Pero la vida a veces es un poco de calor.

Así que si me preguntas por mi estrella favorita: te señalo Navidad, la estrella que supo seguir su instinto cuando los de ahí arriba le pidieron un cable para inspirar al mundo.

(Para nuestra gente. Para los lectores de Misteriosas, con un árbol de gratitud por estar ahí. Para los que tienen calor estos días, para que lo conserven. Y para los que sufren estas fechas, para que encuentren lo que necesitan, aunque sean amparos que este occidental no acierta ahora a imaginar. Feliz día gente.)

Lejanías


Calles abarrotadas.
Gélido (cántico).
Una sonrisa.
Varado en el salón de casa.

Quince miedos adelantados.
Tambores interiores.
Una voz de limitación.
Manos que confían.
Al borde del sol y los disparos.

“En el pecho, vuestras fotos.
Cuando el niño fuera mayor,
le hablaréis mucho de mí.
Pasamos el tiempo contando chistes”.

Los hombres con pareja.
Pedirle que rehaga su vida.
“Te deseo un buen proletario digno de ti.
Es duro decir celoso aún ante la muerte.
Cumplido con mi deber, sólo siento haber matado”.

Y anotaciones desgarro tranquilo negación.
“Tengo mucho coraje pero estoy un poco nervioso.
Hallaré valor pensando en tu amor.
Un último largo, largo beso en tus labios.
Lamento profundamente no haberte hecho feliz”.

(En memoria de
aquellos que murieron persiguiendo
-hablamos causas justas-.
Aunque equivocaran,
hablamos decenios,
los caminos
-joder, probable no hubiera otro- .
Gracias al diario El País que en
uno de sus frescos puso
algunas de sus palabras).

martes, diciembre 22, 2009

También las palabras (autorretrato)


Dice hablo a través de los demás.
Es cierto, me gusta atención.
Por ejemplo en las cosas que
estremecen.

Hoy he visto una sin nombre,
con sus bolos de luz,
su arena naciente
y los sillones despeinados.

Me sale abrir las ventanas.
A veces creo que
demasiada respiración.
Pero voy encontrando mi centro.

Me gusta que te guste.
Mi definición es un baile.
No baile, no promesas.
Quiero un sí, quiero un no,
tan por qué entonces,
y pintártelas.

Soy el que no encuentra tiempo,
hablo de apagar canciones.
A veces, el que conciencia de gracias.
Otras el que, carajo, no aquí no ahora.

Pero dejo preguntar y, lo más fuego,
en la pregunta de tus ojos.

Amo la superación.
Río con el cuerpo.
Me refugio en los silencios.
También las palabras.

Amo mi gente.
Fantásticos los amigos.
Frecuento fugaces.
Fabrico paciencias.

Poco pelo.
Pocas pegas.
Pocas prisas.
Pocas…precisiones.

Mucha risa.
Mucho asombro.
Mucha música.
Mucho miedo.

Mucha radio.
Muchas muchas.
Muchos mundos.
Mucho, dentro.

Dados.
Despacio.
Divertidos.
De-le-tre-o.
Te deletreo.

Incomprendido.
Convencido.
Lluvia.
Baloncesto.

Historia.
Historias.
Fruto frutas.

Sin final, pero con
versos.
Rara rotación nocturna.

¿Cómo dices?
Fricana inspiración.
Ahora en este poco.
Llámame búsquedas.

lunes, diciembre 21, 2009

Boda de Filipa&Nacho


Amor mestizo.
Portuespaña, cerca.
Viaje diverti.

Tama y Raúl.
Fotos chiste solemne.
Gratitud chicos.

Hermano idioma.
Sí, y la farra ibérica.
Belleza boeta.

Egregio templo.
Ceremonia en hindú.
Felices novios.

Filipa guapa.
Elegante, señor Nacho.
Gracias pareja.

¿Un par de fotos?
Primero, separados.
Eso es, luego juntos.

(Filipa)
Piel canela.
Disntinguida y amable.
Mujer preciosa.

(Nacho)
Soñador sólido.
Romántico con premio.
Celebrar vida.

(Juntos)
Personas cómplices.
Hermoso paseo juntos.
Suerte con todo.

domingo, diciembre 20, 2009

Fascinación por las magulladuras de un rostro


A veces, la velocidad de los días te hace perder conciencia de lo importante. En este caso, lo importante es que, durante un mes completo, una joven talentosa llamada Zaida Escobar Morales ha expuesto una selección de sus obras en el espacio de ‘Jóvenes Creadores’ de la casa de juventud, hablamos de la que pertenece al Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Ayer sábado fue el último día de vigencia de esta muestra.

Conocí a Zaida tras un recital poético, en la cueva de bohemios e inquietos conocida con el nombre de Café Oeste Celeste. Zaida tiene los ojos llenos de luz y le gusta escuchar. Me pareció una chica agradable y llena de proyectos.

Al cabo de un rato de conversación, supe que tenía esta exposición y supe también que si tenía un fin de semana liberado, la visitaría. Y la ocasión se dio hace tres semanas. Llegar hasta la casa de juventud alcalaína si eres madrileño y no muy planificador, puede ser una aventura importante. Por suerte, tuvo el privilegio de que me acompañarán María y Begoña, que hicieron más divertido e imprevisible el viaje.

Las dos son compañeras de taller poético y sin embargo amigas. Llegamos con el tiempo pegado a la suelas de los zapatos. Pero fue suficiente para apreciar una hondura poco frecuente en los retratos de Zaida. Su profundidad, la manera salvaje en la que se acerca a la mirada de sus enfocados, habla de una sensibilidad depurada, con una facilidad inquietante para excavar en las almas de los protagonistas de sus cuadros.

Obviemos el hecho de que Zaida esté estudiando Bellas Artes. Si lo hacemos, podemos decir que Escobar tiene algunas partituras de su estilo que ya están interesantemente definidas. Por ejemplo, en la composición de los encuadres cuando retrata la escena de un bar, con una pianista que amplía el misterio de las situaciones que acontecen dentro del mismo, con esa música que no sabemos con qué intención está naciendo.

Los retratados por Zaida te miran océano. Hay amargura, pero también intensidad en sus miradas. Una suerte de violencia contenida, como la del animal que tiene varios lenguajes e historias dispuestos a ser interpretados, en una dialéctica que nunca estará al alcance de las cámaras fotográficas.

En el universo de Escobar hay buscadores, también niños asombro y miradas enigma que provocan una interrogación que ni siquiera sabes si estás preparado para asumir. Hay asimismo chicas con un deje enigmático, monas lisas con más agitación que la original, quizá confortadas en el anonimato y en el trazo minucioso de la artista. La impronta del vigor narrativo de estas piezas cautiva enseguida.

Un relato que funciona mejor con los rostros magullados (hablamos de figuradas capas interiores), que con otras partes de la anatomía (en algunos casos, trazadas de un modo demasiado esquemático). De todos modos, la vibración de sus historias tiene miradas absorbentes y trabaja como poliedros de los estados de ánimo que las contemplan.

Veinte minutos pues dan para comprobar que estamos ante una artista llena de posibilidades, que ya maneja un lenguaje propio. Con este marchamo, haremos bien en estar atentos a sus próximos pasos. Pasos de funambilista plástica.
Larga vida a las artistas que plasman una mirada singular de los mundos interiores.

viernes, diciembre 18, 2009

Looking for Eric


Consejo amiga.
Hombre diario en apuros.
Es terra barrial.

Genio francés.
Oda al poeta furioso.
Bolista masas.

¿Clave? Actitud.
Aprende a decir no. No.
Fe, en tu gente.

Bravo Sir Ken Loach.
El dios peso profundo,
humor yo mismo.

Se llama Lyly.
Amor en este instante.
Y flotas fluyes.

La lejanía.
Dadme mentiras blancas.
Tristeza muro.

Pánico diario.
Amor y borracheras.
La lejanía.

Habrá problemas.
También más opciones.
Riesgo. Y acierto.

¿Clave? Actitud.
¿Qué te hace diferente?
Premio, explóralo.

jueves, diciembre 17, 2009

Cena


Ojos que ríen.
Coballa con miedos de humano.
Anécdotas de quien noche juego.

Se desorienta con su pañuelo verde.
Muchas voces.
Siguiendo la estela de nuestro propio desconcierto.

Hace frío.
Pero me gusta tu piel de luna rebelde.
La sencillez de tu probable.

Los hombros de vapor.
Y tu risa.
Ni siquiera recuerdo las mareas.

El bar tiene vacíos que otra noche.
Unas palabras pintadas.
Y la sensación de acordes empezando.

martes, diciembre 15, 2009

Gran Canaria



Avenidas mar.
Lubina espectáculo.
Sabor victoria.

lunes, diciembre 14, 2009

Esta mañana



Suelo ceniza.
Frío pidiendo temblor.
Barrio bien guapo.

Mujer que duerme.
Tren cansado cumplidor.
Fandas resuello.

Bonachón que lee.
La chica lista salta
(hablamos páginas).

Blanca belleza.
Piscinas halagadas
(pensamos nieve).

sábado, diciembre 12, 2009

El lago Atitlán


Volcán bañera.
Belleza maneciente.
Sur del orgullo.

viernes, diciembre 11, 2009

Taraco


Viejo pupilo.
Hombre bueno y chuleta.
Bromeador nato.

Trabajo estudio.
Romántico (secreto).
Alma de fiesta.

Consolidado.
Sensible y tipo roca.
Hombre contento.

jueves, diciembre 10, 2009

Fernando Martín


Gladiador blanco.
Adelantado a su tiempo.
Hombre carisma.

Tipo soñador.
Ganador temerario.
Persona en búsqueda.

Progresos rápidos.
Pionero de excelencia.
Momentos NBA.

Vino y mujeres.
Cielos frío y estrellas.
La velocidad.

miércoles, diciembre 09, 2009

Luis Guil: hasta luego a un caballero del mundo del baloncesto


El Ayuda en Acción Fuenlabrada ha destituido esta mañana a Luis Guil, que ha sido su entrenador durante los últimos dieciocho meses. El pasado domingo el equipo cayó con estrépito ante el DKV Joventut (61-103) y dejó una imagen lamentable: con jugadores entregados al egoísmo y la ansiedad, sin mostrar el compromiso que ha hecho grande a ese club, cuyas andanzas he tenido el privilegio de relatar en los cinco últimos cursos.

La noticia me causa rabia y decepción a un tiempo. Rabia porque Luis Guil no merecía este desenlace. Hablamos de un tipo muy bien preparado, que la temporada pasada dinamizó al Fuenla con una propuesta atractiva: juego abierto en transiciones rápidas, apuesta por el extra pase como guía para el acierto y la confianza en el lado resolutivo de jugadores talentosos (Oleson, Blanco, Valters o Bueno), que ofrecieron su mejor rendimiento respaldados por un cuerpo técnico que supo potenciar sus virtudes y limitar sus carencias. Aunque lo mejor de esa propuesta es algo que no aparecía en estadísticas o vídeos; hablo de esa convicción de que el equipo podía competir en cualquier cancha.

Principal logro: darle boleto a la cultura del conformismo

La gran aportación de Luis Guil al Baloncesto Fuenlabrada ha sido su carpetazo a la cultura del victimismo que hasta hace no mucho era una seña de identidad del equipo: “somos un equipo con uno de los presupuestos más bajos de la competición, esta no es nuestra liga, hay que ser realistas y recordar quienes somos…”. Nadie niega que esas máximas puedan estar guiadas por la prudencia y el sentido común. Pero cuando se repiten como la excusa socorrida, acaban convirtiéndose en una coartada para la mediocridad.

Guil nunca ha entrado en esa definición en el tiempo en el que ha permanecido al frente de la nave fuenlabreña. Para empezar, me llamaba la atención su actitud en la cancha; similar a la de un portero de balonmano: torso firme, brazos extendidos y voces constantes para corregir pequeños detalles de la posición defensiva de sus jugadores. Siempre a uno o dos pasos del paroxismo, pero con una sutil diferencia: esa manera de vivir los partidos no era demagógica o fruto de la incapacidad; antes al contrario: era la imagen de un tipo que ha tenido la suerte de hacer de su pasión su profesión.

Coco privilegiado para leer los encuentros


Otra cualidad que llamaba la atención en este técnico sevillano era el modo en que leía los encuentros. Tenía el don de la clarividencia a la hora de hacer los cambios (detalle que cuidaba como un ajedrecista cuando los partidos entraban en las fases clave) y sus apuestas por las defensas zonales y mixtas solían dar el resultado apetecido: voltear una dinámica negativa en el encuentro o dar oxígeno a sus jugadores y subrayar el espíritu de entrega y solidaridad que necesitaba el equipo para hacerse fuerte en los partidos.

Hablo en pasado, pero sólo por vocación narrativa. Estoy convencido de que pronto Guil volverá a dar guerra, con el valor añadido que confiere haber aprendido de esos fracasos que antes o después toca asumir en la vida. Parte del acierto de este entrenador de última generación (37 años, el hombre por ejemplo que dirigió al combinado nacional junior durante tres años) ha sido también su generosidad. Cuando las cosas vinieron bien dadas, dio el mérito a sus jugadores y repartió el éxito con sus colaboradores; con Chus Mateo (gran estratega y segundo de Scariolo en la selección) a la cabeza.

Vena didáctica y elegancia que trasciende la cancha

El baloncesto es un deporte de equipo y Guil lo ha demostrado también en su modo de comportarse con los aficionados naranjas (siempre amable, a menudo sonriente) y con los periodistas, a quienes siempre nos ha dispensado un trato “cordial y profesional”, como el mismo se ha encargado acertadamente de remarcar en su carta de despedida.

Cuando los partidos finalizaban, Luis Guil comparecía a las ruedas de prensa con vocación didáctica. Al contrario de otros 'perros viejos' que han hecho grande este deporte, Guil no tenía necesidad de ponerse sarcástico o a la defensiva cuando valoraba lo ocurrido en la cancha. Su discurso era el de una locomotora humana, explicaba con velocidad ‘woodyalliana’ lo ocurrido en la pista, con una rara mezcla de honestidad, lucidez y templanza. Muchos hemos aprendido con sus disertaciones sobre un juego fascinante, que se hace más interesante cuando hay gente valiente y preparada que pone el mismo rigor por alcanzar la excelencia en las dos orillas del juego: ataque y defensa.

Cese injusto para un trabajador que merecía más confianza

La decepción me ha llegado con esta noticia porque creo que es un cese injusto. Tras un arranque fantástico (el Fuenla encadenó cuatro victorias en las cuatro primeras jornadas y llegó a viceliderar la liga con el Caja Laboral), el equipo ha entrada en barrena y acumula ya siete derrotas consecutivas. Los jugadores se bloquean en los partidos; de momento han demostrado que no saben sufrir. Es el peso del púrpura. Bien harían algunos talentosos (y desorientados) jugadores fuenlabreños en leer esa pieza maestra llamada If , en la que hace ya 114 años Kipling alertó sobre la necesidad de tratar al éxito como un impostor. [Digo esto porque en esas primera cuatro jornadas, hasta tres jugadores naranjas (Fitch,por partida doble, Batista y Thomas) obtuvieron la calificación de jugador más valioso de la competición gracias a sus números superlativos, distinción que Batista obtuvo otra vez en la novena jornada].

No se lo han dejado demostrar. Pero Guil tiene interiorizada desde hace tiempo la vibración de ese poema. Y podría haber revertido esta situación. Por de pronto, ha vuelto a demostrar la clase que le ha hecho tan querido en el mundillo del baloncesto con su carta de despedida. Ahora sólo toca desear que su ‘trabajo oficial’ como director de una sucursal de Caja Madrid le alejé el menor tiempo posible del baloncesto.

Por mi parte, como lo sucederá a él y a todos los hinchas fuenlabreños con los que me siento tan vinculado, sólo me queda desear que el equipo vuelva su mejor versión lo antes posible. Es verdad que el Fuenla figura penúltimo, pero no es menos cierto que acumula el mismo número de victorias que el Unicaja, noveno. Confío en que, cuando echemos la vista atrás, este último mes y pico sólo haya sido una pesadilla de esas con las que, de cuando en cuando, hay que aprender a convivir con la a veces desconcertante realidad.

martes, diciembre 08, 2009

excesos


tributo éxito
barriga contrariada
riesgo recuerdo

lunes, diciembre 07, 2009

Nueva York


Altas precisiones.
Parque selva donde silencio.
Mundo noche de luz.

Vibración colectiva.
Multiplicadas imágenes.
Libertad sensación.

Amigos en el amor.
¿El almuerzo? Llámalo lunch.
Sí, fuera del trabajo, momentos.

Nombrada isla madre.
Primigenia holandesa.
Diaria invención del mundo.

Montañas de tumbadas.
Pero de agua.
Una mujer libre.
En el camino.

Nombrada isla india.
Escenario sueños dialogados.
Diaria invención del mundo.

viernes, diciembre 04, 2009

El nuevo Cervantes es poeta


El nuevo poeta es Cervantes.
Chamulla entre frijoles
y se asombra con 70 tacos.

El nuevo Cervantes es poemas.

Piezas donde
tigres caseros acceden
a un palmoteo suave
en la cabecita.

El nuevo Cervantes
ha hecho del distanciamiento
y la ironía su limusina.

El nuevo poeta pondría
himnos
a los piercings de las
desconocidas con cara de sueño.

Merece mezclarse su idea:
“La voz que nadie oye.
Todo entre todos.
No encontré taxi.
Perteneces a quien te quiere”.

El resumen de Don José Emilio,
hablamos de actitud,
es: ¿el poema? para quien lo trabaja.
Difícil no estar en su verso.

(A José Emilio Pacheco, poeta mejicano, Premio Cervantes 2010).

jueves, diciembre 03, 2009

 Javi


Buscador puro.
Casero con carisma.
Talento y orden.

Generoso hombre.
Instinto para el cine.
Eso es, la risa.

Javi gruñón.
Música es el camino.
Pequeño Solbes.

Paz y aventura.
Madre adoración.
Con empatía.

Viste elegante.
Su amistad, alto valor.
Y Jesucristo.

(Para mi hermano Javier, en la 29 celebración de su santo)

miércoles, diciembre 02, 2009

¿La conoces?


Hay una flor dentro de mi coraza.
Daysy, Daysy.
Planta una en mis
manos glaciales.
Plántala Daysy Bell.

Donde quiera que esté el amor,
el amor no está conmigo.
Es complicado decir, pero
me gustaría.
Bella Daysy campanas Daysy.

Dame una respuesta, Daysy.
Exploraré la locura de tu amor.
Prometo no imaginarnos más allá.
Menos en el centro de los comercios.
A cambio, te llenaré los azúcar de
labios.

Bailando verte venciéndote.
Soberbia Daysy en el horizonte.
Mejor en la cercanía:
con tu falda abreviada y
tus ojos preferentes.

Daysy, Daysy,
caigamos juntos en
la estupidez de la vida.

Yo soy en ti Daysy Bell;
cuando las profundas esquinas vengan a poseernos,
pondremos juntas las lámparas de nuestros cuerpos.

Hay tantas luces en el desvío.
Oh, Daysy Bell,
el desvío de tus manos sedientas.

Daysy, Daysy,
caigamos juntos en
la estupidez de la vida.

martes, diciembre 01, 2009

Vidas varadas


Congelan pisos.
Ahorros pantanados.
(In)dependencia.