martes, junio 08, 2010

Apóstol del exceso (Michi Panero)


Las lágrimas construyen barrios de silencio.
Lo mejor que puedes hacerme es creerte el personaje.

Astorga era un verano donde la casa temblaba de aburrimiento.
También de rasgadas caricias. Con umbrales transparentes. Sin límites.

Soñamos la tarde. Y nos refugiamos en los cromos de la irreverencia.
El cromo es de Verlaine y vamos a drogarnos con algunas de sus imágenes.

El exceso me prueba en forma de carcajadas. El humor es nuestra arma de absolución masiva.
Pero este poema esta limpio de distancia. En este poema todo puede irse por el sumidero.

¿Quieres un dibujo? Pelo salvaje de introvertido, barbilla desafiante y una maldad de juguete.
Las cazadoras dicen soy un chico mono. Y no seré yo quien la contraria les ofrezca.

Estoy lúcido. Seré un acabado. Pero, no me equivoques, que beba jarrones de absenta no domestica mi bombeo sentimental.

Hace violencia en mi recuerdo. Aunque calabazas a ese no. No de justificaciones.
La dejará hablar. Y le obsequiaré un rato de descanso.
Le alfombraré las manos con algunas buenas palabras. Palabras timbre como dignidad.

Soy el apóstol del exceso. Voy a caer. Pero caeré de pie.
Con un verbo irreverencia en una mano y un hígado desorientado en la otra.

La irreverencia tiene un precio. No me ha pagado importarlo.

Espero
momento
hayáis
bebido
uno bueno.
.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Supongo que conocerás la canción de Michi Panero,...si no ya te la pondré un día ;)

Es hora de recapitular las hostias que me ha dado el mundo. Hoy vendrán a oír mi último adiós. Bien. Uno a uno van llegando y yo los recibo en batín.


Y unos me llaman chaval
y otros me dicen caballero.
Alguno no se ha querido pronunciar.
Yo una vez tuve un amor,
pero si he de ser sincero
dije "no" en el altar
y cuando digo no es no.

Fracasé una vez, fracasé diez mil
y aun así alzo mi copa hacia el cielo
en un brindis por el hombre de hoy
y por lo bien que habita el mundo.
¡Mirad, las niñas van cantando!
(Niñas): Shalalaralalá...

Y no me habléis de eternidad. No me habléis de cielos ni de infiernos. ¿No veis que yo le rezo a un dios que me prometió que cuando esto acabe no habrá nada más? Fue bastante ya...

Nunca fui en nada el mejor,
tampoco he sido un gran amante.
Más de una lo querrá atestiguar.
Pero si algo hay capital,
algo de veras importante,
es que me voy a morir
y cuando digo voy es que voy.

Lo he pasado bien, y casi conocí en
una ocasión a Michi Panero,
y es bastante más de lo que jamás
soñaríais en mil vidas.
¡Mirad, las niñas van cantando!
(Niñas): Shalalaralalá...

Dejadme preguntar: ¿Es esto el final? Y si es así, decid: ¿Me vais a extrañar? ¡Ah, veo que asentís pero yo sé que no!

Qué lástima, no dejaré
nadie a quien transmitir mi sabia;
consideré insensato procrear.
Y diréis de mí que soy
un viejo verde y cascarrabias,
y diréis muy bien,
y cuando digo bien es bien.


¡Largo ya de aquí! ¿Qué queréis de mí?
¿Es mi alma o es mi dinero?
Si de uno carezco y la otra es
una anomalía en esta vida.
¡Mirad, las niñas van cantando!
(Niñas): Shalalaralalá...

¡Y unos me llaman chaval, y otros me dicen caballero! ¡Alguno declinó mi oferta para hablar! ¡Yo una vez tuve un gran amor, pero si os he de ser sincero dije "no" en el mismo altar, y cuando digo no quiero decir que no!

He bebido bien, y casi conocí en
una ocasión a Michi Panero,
y ahora brindo en paz por la humanidad
y por lo bien que habita el mundo.
¡Escuchad, os lo diré cantando!
(Viejo): Shalalaralalá...

Has...ta... nun...ca...

Pedro Fernaud Quintana dijo...

Vaya, me gusta la canción, acorde con la imagen que tenía de él. Gracias por compartirla.