Cuando la era adolescencia era eterna
surgían noches-miedo sin descanso;
piensa en noches como alegría abierta,
sitios donde bailar lento descalzo.
El firmamento desciende de estos miedos
y ellas, dulces rotundas como promesa,
anuncian queremos algo más que el cielo;
difícil no mezclar sonrisa y cerveza.
No, nadie nunca te creerá muchacho
pero ellas ella se acerca sin miedo.
Y, rabia, no cede tu desencanto.
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