miércoles, septiembre 15, 2010

La magia de estar juntos


Este sábado se casan dos viejos colegas de la universidad: Sirún&Víctor. Son buenos amigos y he vivido con ellos algunas experiencias importantes en este viaje. Por eso me alegra especialmente que quieran dar un paso más en su compromiso y que vayamos a celebrarlo juntos, con esa fraternidad que se crea a veces con los amigos que haces de adulto.

Este es un momento apropiado para mirar por el retrovisor y evocar los primeros recuerdos que tengo de ambos. Recuerdo a Víctor como un tipo discretamente rebelde (hace años era un zarcillo en la oreja, ahora es un tatuaje en el antebrazo). Aunque en realidad me refiero a otra clase de rebeldía: la del que lucha por hacer realidad sus sueños aunque todo el mundo diga que es (casi) imposible.

Pienso en la cantidad de madrugones que se pegó cuando trabaja en la radio del Madrid, o la cantidad de marrones que tuvo que digerir cuando dirigía los deportes del periódico y la radio en los que tuve el privilegio de trabajar. También me refiero a la rebeldía de la gente que sabe ir a contracorriente: que no se acostumbra a las injusticias y lucha contra ellas en la medida de sus posibilidades. Al tiempo, al hombre que sabe apreciar las pequeñas cosas que merecen la pena: una cena preparada al detalle junto a su chica, los partidos semanales de fútbol con los colegas de toda la vida o el orgullo por los principios que le inculcaron sus padres.

Con el tiempo, conocí un poco a aquel rebelde altivo y guasón y me di cuenta de que era un tipo de fiar. Alguien con el que era fácil pasar un buen rato, ya fuese jugando un fútbol en el sur de Portugal, compartiendo bromas en una sociedad de debates!? o charlando tranquilamente mientras me acercaba a la casa de la que entonces era mi novia.

En el caso de Sirún, guardo la antigua impresión de que siempre me pareció una tía con mucha calidad humana. Reservada pero amable. Dispuesta a reír con ganas ante cualquier ocurrencia que mereciera la pena. Es curioso, pero mis primeros recuerdos de ella se remontan al intercambiador de Moncloa. Allí, Rafita (un tipo tan inclasificable como entrañable), Óscar y yo solíamos encontrárnosla en compañía de otra amiga, encendiendo la mecha de una fiesta que compuso una simpática estampa. De algunos meses para ella y de algunos años ya para estos zorros de la búsqueda nocturna.

Sea como fuere, mis colegas se gustaron en la universidad. La cosa cuajó en noviazgo y ha seguido creciendo hasta el día de hoy. En realidad, el casamiento es una formalidad, porque ya levan una pila de años viviendo juntos y porque hay sentimientos que no necesitan de un certificado. Viéndoles bromear, enfadarse y vivir compartiendo cosas te das cuanta de que a veces esta película funciona con los merecimientos adecuados. Siempre inspira saber que las cosas pueden salir bien y que puedes compartir las tormentas y las alegrías con alguien que te complementa y que mejora el aquí y ahora.

Supongo que es justo que también trace un retrato de cómo los veo ahora. Víllo se ha convertido en un tipo baqueteado, preparado para dar el máximo en el trabajo y la vida. Con su escala de prioridades bien asentada, algo no tan habitual entre la gente con 32 castañas, máxime en el mundo del periodismo. Durante estos años ha hecho de su pasión un modo de vida, avivando los sueños de miles de aficionados getafenses a través de narraciones intensas y divertidas, llenas del sabor del hincha y del colega del barrió sí, pero también del perfeccionista que siempre aporta un dato extra sobre los jugadores a los que relata, consecuencias de muchas horas de lectura.

Por el camino, ha bregado con asuntos de enjundia que no siempre le hubiese gustado afrontar. Pero así es la vida, te pegan duro y te fortaleces. También para reconocer a las cosas buenas cuando se plantan en tu camino. Como ahora, en la que después de meses cargados de incertidumbre, por fin vive momentos dulces. Enrolado en una aventura en el Plus donde todo apunta a que podrá demostrar su pericia impar como narrador de partidos. Antes o después, progresará hasta las primeras ligas…Al tiempo.

En el caso de Siri empezaremos por lo más evidente. Se ha convertido en una chica muy hermosa y elegante. En cierta manera, antes ya lo era. Pero hay cosas que sólo se adquieren (o se reflejan) con el encaje de las experiencias. Creo que es la consecuencia de su manera valiente, serena y decidida de afrontar las cosas. En un momento dado, también la tuve a ella como jefa en el periódico. Y me trato con una mezcla de cariño, comprensión y admiración que todavía llevo guardada.

Igual que en la amistad que hemos forjado. Hay varios motivos para sentirse cómodo con mi amiga. Pero quizá el principal sea su generosidad, esa manera atenta y delicada en la que hace sentirse cómoda a la gente que le importa. Y no sólo la gente. También es una ferviente defensora de los animales, máxime si éstos han sido maltratados o abandonados. No se pueden numerar la cantidad de perros o gatitos (propios y ajenos) cuya vida han mejorado gracias a sus atenciones.

Como periodista, Sirún es una de las profesionales más resolutivas y competentes que he conocido, cuyo aspecto y voz son garantía de seguimiento en tele y radio. Tiene un don para comunicar y el sentido común (tampoco tan habitual) para espigar la jerarquía esencial de las noticias. Unas cualidades que aprecian ahora en TVE, donde lleva varios meses desarrollando un master.

Además, ha tenido el buen gusto de conservar la música de su risa. Su risa es el alimento de los dioses. Estoy seguro de que Víctor hace mucho mucho tiempo que lo sabe. El caso es que el éxito de este enlace está garantizado, tiene detrás de sí el trabajo y la alegría de dos personas que representan lo mejor de la gente de toda la vida del barrio. Esa que sabe disfrutar con la compañía de los amigos, que adora la familia y que lo mismo valora un viaje a Cádiz que un fin de semana de relax en casa.

Lo llaman la magia de estar juntos. Enhorabuena chicos, nos vemos este sábado.

2 comentarios:

Chicharros Enlatados dijo...

Querido poeta,

Te ruego transmitas mis felicitaciones a la pareja, como bien has dicho, son muy buena gente (y eso que no los conozco tanto como tú).

Disfruta(d) de la boda!

Pedro Fernaud Quintana dijo...

jeje, se lo transmitiré Rubens, molto grazie, seguro que lo pasamos grande, un lujo volver a leerte por aquí ;-)