sábado, septiembre 04, 2010

Esa esquiva victoria interior


El norte de la isla se vestía de noche.
Una noche reluciente con el corazón acelerado.

Y esta noche he recuperado los nervios.
Como si los momentos bailaran como reinas.
Ahora sabe que la música es dejarse bromear.

Ha planeado con la autodestrucción.
He mirado al tiempo y el momento acaricia.
Masca la energía de los tres veces destripados.

El espíritu levemente inclinado como un resistente de Millet.
La cabeza levemente irónica como un jugador postergado.
Las manos hablando despacio mientras la noche juega.

Unos oleajes de lucha entre órdenes, estadísticas y cansancio.
Los dedos reconcentrados y la alegría de saberse en el baile.
Esa victoria, cariño, se construye pensamiento a sentimiento.

Esa amiga victoria interior.

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