martes, julio 20, 2010

Pequeños movimientos ordenan apariencias


No lo visita desde hace un decenio.
Nunca más lo va a ver.
Simplemente, no lo necesita.
Con ustedes, colega.

Es reluciente, es verano.
Las chicas guapas se abrevian el vestido.
Mohicano (cabellera) pide ayuda a su colega.
La máquina no se entiende con el pelo.

El pelo, rebelde y resumido,
se deja otoño.

Cortar el pelo es un oficio.

Pero los acalorados del XXI se simplifican
con una cabellera de apariencia manzana.

Mohicano da las gracias a su colega
y los dos acaban partiéndose la caja
(con un disgusto de momento)
a cuenta de los caprichos de la navaja democrática.

Cortar el pelo es un oficio.

Y, paradojas,
Mohicano
quiere domesticarlo.

2 comentarios:

Rubens dijo...

una cabellera más para engrosar el currículum del peluquero poeta, jajaja!

Pedro Fernaud Quintana dijo...

jajajajaja, una más para la buchaca :P