jueves, febrero 11, 2010

Un par de bofetadas en la conciencia


Esta semana he tenido la suerte de ver un par de cintas que conmueven y, al tiempo, te crujen la conciencia: ‘Precious’ y ‘Camino’. El lunes me acerqué a los multicines del barrio en compañía de un buen amigo y dejamos que la Diosa Fortuna decidiera entre ‘Up in the air’ y ‘Precious’. Ya saben quien ganó. La diosa Fortuna es caprichosa pero tiene el irresistible encanto de las mujeres sabiamente intuitivas.

‘Precious’ cuenta la historia de una adolescente cuyo evidente sobrepeso es el último de los serios problemas que la envuelven. P vive en una casa donde su madre la humilla sistemáticamente y a su padre le da por violarla tarde sí, tarde también (a los cinco minutos de metraje quedan claras ambas situaciones). Con este caldo de cultivo, es un milagro que a nuestra protagonista no le de por ensayar el suicidio.

Antes al contrario, P se refugia en su portentosa imaginación para vivir en un mundo de flashes donde ella siempre es la protagonista. Ora acompañada de tíos buenos, ora adorada por el público, que la aguarda en la orilla de la alfombra roja. No cuesta cogerle cariño a P, esa chica enamoradiza que acepta la recomendación de su profesor de ‘mates’ para empezar a formarse de una manera individualizada.

En ese nuevo lugar de estudio, encontrará la complicidad de sus compañeras, con las que poco a poco irá tejiendo una prometedora amistad. Aunque lo mejor del nuevo centro es su profesora. Un bellezón con la cara de Alicia Kiss y el tacto de una apasionada por su trabajo, a la que además le gusta tratar a la gente.

La película es dura de seguir, pero el mal trago compensa por el aire de emoción y verosimilitud que rodea la historia. Por eso adoro el cine. Te saca de tu realidad y amplía con creces tu perspectiva de las situaciones. Vayan a ver Precious, un cuento emotivo sobre la superación y la necesidad de aferrarnos a nuestros buenos momentos (y sueños). Pero sobre todo una oda al corazón luz que dignifica a algunos miembros de esta especie. Verán a famosos ‘normalizados’ (también aparecen Lenny Krawitz y Mariah Carey), pero pronto se olvidarán de la anécdota y disfrutarán con navajazos en forma de diálogos y un gusto por los matices que hace más interesante la historia.

‘Camino’ coincide con la nominada a seis de los Oscar de este año en su halo trágico. Intensificado en su gusto por los límites. Esta cinta es aún más difícil de digerir. Pero posee la fotogenia y el carisma de Nerea Camcho, esa ‘goyizada’ niña y ya adolescente, que prestó la luz de sus ojos para componer una criatura adorable y quebradiza, que sólo cuenta con la fuerza de su fe y alegría interior para driblar el ensañamiento del destino.

La película funciona también como proyector de las prácticas plurales y saludables de la Obra (hablamos del Opus Dei). Pero ofrece el buen gusto de no ser enfática y permite al espectador que piense y sienta por sí mismo. El gusto de Javier Fresser por imprimir humanidad y realismo a sus protagonistas y el sentido del ritmo y la bordada composición de algunas escenas hacen el resto. Camino es una historia que hunde sus raíces en la humana capacidad de empatizar ante la desdicha ajena.

Más si estamos hablando de un diablo llamado dolor de alma, dolor de cuerpo. Está articulada como un logrado mecano narrativo, donde el sufrimiento funciona como linterna de nuestras almas cotidianas.

El mérito pues de ambas narraciones es que están muy bien relatadas. Con una depurada gramática visual y la honestidad de una voz que expone crudamente la realidad, pero que al tiempo filtra algunos soplos de esperanza en virtud de la habilidad que tienen algunas cámaras para retratar el terreno de la fantasía.

Después de todo, hay bofetadas dialécticas que pasadas las horas te ayudan a vivir con más profundidad y gratitud. A esa categoría pertenecen estos dos relatos de sombra y resistencia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena crónica, pero con Camino no pude, creo que no es mi tipo de película y en su día dudé del Goya concedido a mejor película ..., si puedes y está todavía en cartelera inténtalo con "Honeymoon", fíate, ya he visto que mi otro consejo se ha convertido en una de tus pelis favoritas ;-)
Por cierto, esto de abir el blog y ver tantos post es genial, good boy, me ha encantado "pensamientos"..la parte -me concentro en mi rabia. La dosifico (yo más bien los pensamientos) brazada a brazada...que sensación más real y la foto, que la voy a poner de fondo de pantalla ahora mismito para que cada vez que haga pereza para ir a mi más nuevo deporte favorito, me acuerde del "pedazo cuerpo" que se me puede poner.....ja,ja,ja,:-D.........

Aurora Moreno Alcojor dijo...

Gracias por esta crítica. Leyendola me han dado ganas de ver la de 'Precious' y últimamente esto no me pasa cuando leo la sección de cine en los periódicos, que parece que escriben para que los lea el director, el compañero-periodista-intelectual de turno.

Pedro Fernaud Quintana dijo...

Srta Anónima, muchas gracias por la recomendación, la tendré muy en cuenta. Thanks too por los parabienes. La verdad es que la natación es una de las mejores cosas que hay en esta vida ;-)

Menudo elogio, grazie mille Auro, la verdad es que tu mirada africana es un ejemplo para mí, así que valoro por ello más si cabe tus palabras.

Anónimo dijo...

Dice Rodrigo que por qué le pongo estas letras tan pequeñas, que va a necesitar una lupa, ja,ja,ja,ja,.......!!!!!!!!!Por cierto,la peli es Honeymoons de Paskaljevic, no la confundas con una americanada de esas eh???? y de nada que es un placer leerte......me cambio de página a dibujos.net a colorear aviones, hay que darle placer al pequeño...