sábado, enero 30, 2010

Para ti, que no me ves ni me esperas


Para ti, que no me ves y tampoco me esperas.
Para ti, klimanjaros de la voz.
Dulce y salvaje para ti (emociones).
Para el rechazo preparado.

Para ti, que no me ves ni me esperas.
Para ti, día nuevo soplando suave en el espejo.
Tu espejo.

Para ti, que eres sabia, también inocente,
escogeré una fusión de Walt Whitman.
Y la vertiré en sonidos con vocación de canto.
Plenitud y canto, como el paisaje de tu cuerpo.

Para ti, que no me ves y tampoco me esperas,
diré “me gusta leerte”
lo haré trazando círculos sobre tus señales.

Como si tus manos fuesen mensajeras de temblor cotidiano.
Como si tus manos fuesen un baile a día de hoy ignoto.

Para ti que no me ves y tampoco me atisbas,
compondré ronqueras para
decirte cercanía.

Así,
mientras
los violines encrespan las olas,
una banda cálida de olores profundos
guiará nuestros cubrimientos.

Para ti.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

uffffffffff, precioso!!!

Pedro Fernaud Quintana dijo...

merci beaucoup!! :-)

Anónimo dijo...

De lo más bonito que te he leído, y haciendo eco de tu minipoema "Oficio de escribir", sería precioso que estas palabras llegaran a la/s persona/s de destino, porque conociéndote haberlas hailas...unas palabras tan bonitas no pueden quedar en el aire o en el papel...

Pedro Fernaud Quintana dijo...

Gracias por el consejo, anónimo, canalizaremos pues estas palabras en atrevimientos. Bueno, poco a poco lo vamos haciendo ;-)