“Somos seres mentales. Somos memoria. Somos imaginación. Lo que realmente vale es lo irreal”. El autor de esta insinuación es Alfonso Quimera, el protagonista de Héroes Flacos, el segundo libro en castellano de Josep Pastells (Girona, 1966), redactor jefe de El Iceberg. Quimera es una suerte de Quijote de nuestro tiempo, a medio camino entre la genialidad y la esquizofrenia, entregado a la literatura como religión. Las cosas no le marchan demasiado bien. Tiene sexo pero ni un atisbo de paz interior. Posee la clarividencia de los elegidos pero es un marginado social. Está enfermo de literatura y celos, pero a cambio cuenta con una amistad plena, la de Peter Nijinski; ser analítico que se esfuerza a fondo para ganarse el cariño y respeto de su compañero de desvaríos.
Hace niebla en esa búsqueda, los dos quieren premios, pero sobre todo aspiran a seducir la vida. Mejorarla. Captar su esencia con una elucidación brillante. Y lo consiguen a través de una artesanía de sentencias que deja cautivado al lector, enganchado a un estilo adictivo, donde, simultáneamente, se entremezclan filosofía y turbiedad, literatura y revelación. Tal vez algunos monólogos suenen reiterativos pero por encima de todo se impone la sensación de proeza narrativa. La escritora Pilar Adón lo presenta el día 15, a las 21.30, en el Fender Club de Getafe, ahí donde se confunden arte, humo y licores.
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