La calle siempre sabe esperar.
Aquella bruma supuso el ritmo de
una dislocación.
Los hombros de Mary bailaban al
Cómo no sentir esa caricia al aire
de los reactores de su cuerpo.
Modulados y sinuosos como unas
La
dislocación vino más tarde.
Exceso
de neones, dijo Jimmy.
Qué
más da.
Es
el precio de un cuadrilátero de rosas. Tocar la abundancia
Después, dondequiera que estuvieras,
Tu cara, tus manos, tu voz.
A medio paso entre el olvido y el alma.
Sintiéndote
vivido,
inmóvil,
con
los ojos cerrados y los labios inmóvil,
blancos en la niebla.
Alemania,
Francia, Inglaterra,
todas
querían necesitar tu jaula.
El resto, viaje a la desaparición.
El resto, escaleras de distancia.
El resto, momentos, calma, mundo.
El resto, escaleras de distancia.
El resto, momentos, calma, mundo.
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