viernes, enero 12, 2007

Aunque tú no lo creas


Ya me gustaría, pero la tabla de surf está abandonada en la isla. En toda caso, te ofrezco un baño en el mar. No creas, no es tan sencillo. Estaremos expuestos a las picaduras del recuerdo. A cambio, plastificaré con una sonrisa el sabor de tus besos. Antes no te lo dije, pero me gusta cuando te inventas nuevos asombros. Te queda salvaje el pelo mojado. Detesto cuando te pones demasiado silenciosa. Enfádate. Pero a la primera. Me gustaba cuando rebuscabas en el bolso, como si fueses a encontrar un nuevo juego. Y lo encontrabas. Tienes razón, ya no sirve nada. Pero fue increíble acercarte en esa piscina, cuando todavía creíamos en la perfección de la música y el deseo.

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