La bolsa maullaba como un bebé.
Señorina mira con curiosidad al
dueño del loft con respiradero.
Estatura normal,
pelo correcto,
camiseta anónima y
gafas de estudiante universal.
Por unos instantes,
el puerto de aeronaves
se puso de puntillas.
Momento en el que Nimo escucha
la llamada de la sombra
y afila sus preguntas
ante el gesto divertido de
la mayoría.
Como en un relámpago,
la jungla traslúcida se
convirtió en un palacio de escondites.
Y la mañana se vistió de drama express.
Mr gafas confiables
investiga cada pista;
lo hace con un ligero temblor
de pérdida
pero con un tronco de serenidad.
Nimo,
cuyos ojos despiertan algunas envidias
en el reino de Neptuno,
acaba cometiendo una curiosidad.
Y ese descanso,
ese instinto de bebé,
salva su futuro y el
bienestar del caballero
de pelo bien doblado.
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