lunes, abril 02, 2012

Tasmania


Un trozo aparte de la contracción terrestre;

 la maravilla.

El aire más música,
la planta más milenios.
el azul más transparente.

Se cargaron a los tasmanos.  
Pero ellos, más profundos,
siguen respirando en la isla.

Sus acantilados dejan en evidencia a nuestras tartas
(con el cuerpo tatuado de anillos arbóreos).

Caen las aullidos verdes de las montañas
y el amanecer estrena nuevos colores.

Nada comparado con las colecciones de
tulipanes.

¿El diablo?
Huele mal,
chilla peor
y es cruel con la carroña.

Pero es un marsupial
y, como a todos los marsupiales,
se le coge cariño.  

Si hay una foto para su curación,
también lo habrá para invocar nuevas formas de

lagos imaginativos,
puertas para saurios de agua,
espirales de lavanda
y piscinas de césped

preferencias preferentes para
princesas que ignoran su resplandor.

2 comentarios:

Ssplash dijo...

Y tal vez ... Irlanda. Los demonios balbucean cerveza y vacas que aullan como los lobos.

Besoss

¡Qué bonito!

Pedro Fernaud Quintana dijo...

Muchas gracias Paloma!

Tomo buena nota de tu preferencia irlandesa.

Besos