Djokovic&LeBron James. Atletas del futuro. La casi perefcción en el plano técnico y físico (vale, en el mental el serbio parece estar unos cuantos peldaños por encima de The Chosen One). Ambiciosos, irreverentes y con una eclosión algo tardía en relación a las majestuosas expectativas que despertaron desde muy jóvenes.
Nadal&Fernndo Martín. El carisma del deporte. Donde no te llega el talento, lo hace el corazón. Maestros de la épica. Personificaciones del afán de superación y el inconformismo. Personalidades que funcionan como inspiración cotidiana del ciudadano medio.
Federer&Magic Jhonson. La elegancia a cámara lenta. Una alfombra de magia. Gente que siempre encuentra algún recurso para reiventar la admiración en el aficionado. Facilidad, continuidad y espectáculo. Tipos brillantes, cuyo juego perdurará en la memoria de generaciones de aficionados. Caballerosos dentro y fuera de las pistas. Con ese swing que convoca legiones de nuevos practicantes en su deporte.
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