El conductor es un bloque de hielo.
El conductor nunca baja la guardia.
Tiene un código samurai
y el talento de los predestinados.
Lástima que la facilidad también
sea un semillero de laberintos.
El conductor está roto bajo la armadura.
Por eso congenia tanto con los desiertos.
El conductor versifica violencias;
cuestión de extinciones.
El conductor es un tipo raro,
habla menos que una sirena;
un viento difícil de explicar.
Ella, maestra de la supervivencia,
decide dejar de esconder su encanto.
El conductor arde por dentro.
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