lunes, octubre 26, 2009

Los cien o el mejor libro que he leído en mi vida


Los cien cuenta la historia de Pablo, un chico tímido que está arañando su comienzo como universitario. Un niño hombre que ha hecho de la literatura su refugio, ese mundo paralelo donde emociones como el terror, la búsqueda o la complicidad sentimental vibran en una cabeza que proyecta historias que el corazón todavía ni se imagina.

Pablo tiene también sus momentos. Instantes donde la percepción se parece a una imagen televisiva mal sintonizada y el futuro se anticipa unos segundos. Es pues un tipo con un don. Pero en el mundo real los dones se pueden convertir en una tortura si no puedes compartirlos. Basta esa sensación: pánico de que la locura haya colonizado tu médula y tus pensamientos.

Hay más cosas, claro. Padres nómadas cuyo éxito profesional es inversamente proporcional a sus carencias afectivas. Un jardinero misterioso, con algo magnético, que irrumpe en la vida de nuestro casi adolescente protagonista. Y un amigo fanfarrón que hace de las bromas, el sexo y la música (casi) imposible el mejor túnel de luz para escapar de un destino prefabricado.

Y no cansarte de mirarla

Aunque lo mejor de este punto de partido es Irene. Irene tiene algo quebradizo y fascinante que hace que no te canses de mirarla. Irene mira con una dedicación que estremece. También gasta un genio que cartografía lo tolerable y lo injustificable, lo hermoso y lo cotidiano. Y las ganas de pasar una tarde en el jardín botánico con ella; sugerencias de un cuerpo cálido y unos besos despaciosos y creativos.

Hasta ahí puedo leer. Aguarda. Ten paciencia. Cultiva la fe. El mejor libro que he leído no está todavía en librerías. Se llama los Cien, pertenece al género de la ciencia ficción, y ha sido cincelado por un periodista llamado Carlos Cortina. Alguien con talento para competir en las grandes ligas, que sin embargo ha preferido dejarse llevar por el lado sabio de la existencia y centrar sus mejores energías en lo importante.

Momentos de duda que ni siquiera eres capaz de recordar


Lo importante es una compañera de viaje única, también adorable, llamada Patricia. Lo importante es un ñajo llamado Pablito, lleno de asombro y movimientos divertidos que da sentido a sufrimientos y momentos de duda que ahora ni siquiera eres capaz de recordar. O sí, porque hay días en los que la cabeza prueba sus propios viajes astrales. Existen vacíos que ni un jugador cósmico puede explicar en un su sentido hedonista y caprichoso de la eternidad.

Los cien está jodidamente bien escrito. Con sentido de la verosimilitud, algo ciertamente complicado cuando hablamos de la ciencia ficción. Y, aunque me tienta, no voy a hablar de comparaciones. De talentos como Bradbury, Lovecraft, Clarke…Aunque parece claro que algo de ese magistral aliento fluye en las venas de este relato; insólito en nuestra literatura.

Al final, la literatura de ciencia ficción sirve para comprender mejor lo que nos ocurre, como individuos y comunidad, tomando como referencia el eje de lo extraordinario. Ves más claro después de conocer algunas de las criaturas que pueblan los Cien.

Este mineral literario está tallado con dedicación y trabajo. Su estructura de la realidad es fiable porque está documentada en los detalles más pequeños. Además, la obra tiene ritmo, swing para los diálogos y un sentido de la personalidad para definir temperamentos (pienso en algunos de sus protagonistas) que evoca el mundo de los superhéroes, que tanto ha frecuentado (todos tenemos un pasado) el señor Cortina.

La saga de los hermanos Cortina: gente a tener en cuenta


El señor Cortina tiene además un hermano: Óscar, maestro en el relato breve, con el que mantiene una relación de rivalidad admiración, de bromas y camaradería que se remonta a siglos atrás (sin son tan amables, no divulguen la noticia, no queremos movilizar el instinto colérico de los Val Helsing de este mundo, pues estas criaturas tienen todavía que ofrecer un puñado de memorables a la humanidad).
Por lo menos a la gente de esta tribu.

Otra cosa que me gusta de este libro es su relación desinhibida con nuestro país. En estas líneas se nos presenta Hispania como el lugar del que sentirnos orgullosos en el siglo XXI (por lo menos del que no avergonzamos): con nuestro sentido del humor, tantas veces cercano al disparate. También con el gusto por la buena comida y el caos cotidiano. Un lugar en el que no tenemos grandes problemas en vivir con los ojos abiertos y reírnos de nosotros mismos.

Me cautiva Los cien por su sentido de la imagen, visual hasta decir película. Mal harían los hambrientos productores del cine yankee en dejar pasar esta bicoca narrativa. Pero la realidad es que este libro a día de hoy no tiene canal para fluir al público. No ha sido publicado ni está pendiente de ello. Triste como un ascensor sin vecinas que transportar.

Los cien o la fiebre de la lectura

Por suerte, estamos hablando del territorio de la ficción y sé que esta película acabará encontrando el cauce hacia las conciencias que merecen visitarla. ¿Por qué este título? ¿Todo vale para llamar la atención? He señalado este libro como el mejor que he leído porque así lo he vivido durante dos meses, cuando la lectura se ha saltado tiempos y lugares. A riesgo de robarle demasiadas horas a mi destartalado tiempo de descanso.

Seguro que alguna vez habéis sentido algo parecido. Ese libro que parece hablar al fondo mismo de tu conciencia, con una extraña mezcla de pasión, cotidianidad, lucidez y honestidad mientras ocurren cosas extraordinarias alrededor. Esa fiebre que te hace habitar el mundo que estás leyendo a deshoras e imaginar cómo pueblan esa vida sus protagonistas. Cómo son cuando no los miras.

Un retrato sin concesiones de la condición humana

Otra prueba de la calidad de este libro es que no hace concesiones a los mundos felices que nos ofrecen las marcas para soportar mejor el día a día. En el libro se retrata la condición humana sin concesiones: se señala lo mejor de ella sí pero también se pintan sus miedos, egoísmos, desorientación, caídas, desconcierto…
Y no se ponen paños místicos a la tragedia.

Hay un tren con mercancías de enfermedad y desesperación recorriendo la historia. Pero está travesía está contada sin estridencias. Con la elegancia de los resistentes. La materia rugosa de los soñadores que no se dejaron seducir por el desencanto.

Los Cien triunfan porque pertenece a un territorio único: el de la vida reinventándose para hacerse más interesante y misteriosa. Todo por la gracia de un novelista desconocido cuya única forma de oración conocida son las canciones de Dire Straits. Honor a las personas que honran su talento.

10 comentarios:

Pista 2 de foietes dijo...

¡Vaya crítica! Y ahora que estoy rayando el escritorio con los incisivos (de largos que me has puesto los dientes) ¿Qué se supoe que puedo hacer para poder disfrutar de esa maravilla de libro?

¿A quién hay que matar?

MARIA FELIX GALLAS dijo...

He leido la novela con la idea de Uyyyyy!!!!!!, no es el tipo de novelas que me van, pero voy a leerla porque es cierto que me trago casi todo lo que me echen, Eso si a veces no paso de la pagina 80.
Pero ern el caso de LOS CIEN, me enganchó la novela desde el primer momento con su misterio que casi pareces que lo agarras.
Me gustaron los personajes, y me gusto la trama. Soy poco aficionada a leer ciencia-ficcón, pero este libro de LOS CIEN me gusto leerlo, me pareció formidable.
No soy crítica de nada ni nadie y no voy a serlo a estas alturas o bajuras, solo puedo decir que me sorprendio, me gustó, me entretuvo, me produjo misterio y no lo dejé de leer ni un solo día mientras me duró.
Ah! estuve todo el rato de parte de los buenos, y llegue al final con un poco de pena de que no durara unas páginas mas.
Bueno sé que todo se termina y un libro no engaña a nadie, pero me hubiera gustado que me durara unas cuantas noches mas.
Carlos Cortina te doy la Enhorabuena por el esfuerzo que has hecho para entretenernos y para llevarnos a lugares remotos que siempre son, en realidad, como una vuelta a casa.
A ver si se publica pronto y podemos mas personas disfrutarlo.
Me gusta regalar libros y este te puedo asegurar seria uno de lo que mas regalaría.
Un fuerte abrazo para el escritor, y tambien para el poeta, aunque no lo conozco

Pedro Fernaud Quintana dijo...

jajajaja, promesas, tienes dos opciones para leerlo: ser paciente y visitarlo en una edición cuidada cuando se publique. La opción b, con permiso del autor, es que le escribas y le pidas el manuscrito. No creo que haga falta suplicar, conociendo la vena generosa de Carlos.

A riesgo de ganarme una amonestación, os voy a pasar su correo: ccortina21 [arroba] telefonica.net

Al final, de lo que se trata es de de que la leas y, si realmente te gusta, la difundas. O mejor, des el rollo alguna editorial para que la publiquen. Siempre causa más efecto que varios ajenos a un libro reivindiquen su vida en las librerías...

Pedro Fernaud Quintana dijo...

Muchas gracias María por ese abrazo, que te devuelvo cumplidamente. Me alegro de que compartamos la pasión por este libro, que ciertamente sería un estupendo regalo para cumples, bodas y bautizos...

Al final, la literatura, cuando es buena, trasciende el género en el que está anclada.

Carlos dijo...

Bueno Peter, sigo un poco sonrojado, no te voy a engañar. No es falsa modestia: creo que la novela es buena (aunque también soy consciente de sus muchas carencias), pero tu entusiasmo me ha dejado casi sin palabras. Te lo resumo todo en dos: muchas gracias.

A la eterna promesa del balonmano benidormense, y padre de la futura novia de mi hijo, decirle que lo tiene especialmente fácil: su hermano tiene una de las pocas copias que circulan del manuscrito. Así que... ¡le puedes matar a él!

A María sólo puedo comérmela a besos por lo maja que es. Además, me ayudó mucho para documentarme en ciertos aspectos del libro totalmente desconocidos para mí. Anda, que si tuviera una hija...

Un abrazo bien fuerte a todos!

Carlos

aliciacortina dijo...

Bueno, bueno, bueno mi querido Peter! Yo soy la que falta de la saga de los Hermanos Cortina! Ya sabes que mi arte y mi poderío se manifiestan de otra manera que las de mis admirados hermanos, pero que no se me olvide invitarte a mi próximo estreno, a ver si tenemos la suerte de recibir una crítica con tanto amor y detallada como la has hecho con "Los Cien",merecidísima...Así que si no tienes nada que hacer el 21 de Noviembre vente a vernos a "Emigrantes", nuestro recién sacado del horno espectáculo de calle, como espero que La Familia también venga ya me encargaré de que te lo recuerden. Como yo todavía no le he podido decir nada a mi hermano de su ópera prima, aprovecho para decir que a pesar de que el género no es de los míos, ha conseguido que no pestañeara de principio a fin. Me subía las pulsaciones. acción y filosofía trepidante. Años de dejar fluir la imaginación, y lo que es casi más difícil, concretarlo en un papel, aupa por el Charli!.Su más devota hermana. Tu querida y agradecida amiga. Alicia.

Pedro Fernaud Quintana dijo...

Alicia y Carlos, un honor leeros ;-)
Celebro que la crítica os haya gustado tanto, pero no deja de ser el reflejo de las emociones que me provocó Los Cien.

Carlos, no niego que la novela tenga algunas limitaciones pero por encima de ellas se eleva una prosa pegadiza y una trama adictiva. Espero que el libro encuentre la suerte que merece.

Alicia, será un honor estar en ese estreno y, si no me lo impide alguno de los viajes que tengo que hacer relatando la singladura del Fuenla de basket, allí estaré. Por supuesto, el título ya promete. El teatro me encanta y si encima tengo la suerte de ver tu arte en vivo por primera vez, más motivación aún.

Besos y abrazos

Anónimo dijo...

Bueno, vaya momentazo, encontrarme en el "internes" al bueno de Peter hablando de los Cortina..

Lo primero, al César lo que es del César: Peter, un gusto, he estado curioseando tu Blog y como casi todo lo que he tenido la suerte de leerte , una gozada.

Lo segundo: Como amante de una literatura antagonista a la ciencia ficción, que intenta leer libros de autores muertos hace un mínimo de 25 años y que de los vivos sólo se atreve con Mc Carthy o Eco, tengo que decir que el libro me encantó.

Sí, es cierto, lugares comunes, algunos personajes que te "suenan", el estilo, el escenario..para todo ello me ayudó conocer al autor, por supuesto. Pero os lo repito, no es que no me guste, es que HUYO de este género. Salvo Huxley o Bradbury apenas leo nada y lo poco que leí ni lo recuerdo ni me apetece hacerlo.

Por eso le doy más mérito al Sr. Cortina. Porque creo que en el fondo ha escrito una historia humana; de personajes, de sentimientos, de valores, de esperanzas, de amores, de fe, sensaciones y tristezas...de vida al fin y al cabo. Que luego lo haya llenado de bichos y naves es propio del autor y de lo friki que se nos ha hecho con los años. Pero que no os cuente milongas. Es un libro sobre la vida, sobre el amor, sobre la verdad. Sobre lo que hablan los buenos libros.

Este libro es una responsabilidad, no un capricho ni una aventurilla. Es la responsabilidad del que ya nos ha demostrado que sabe hacerlo y hacerlo bien, la de seguir escribiendo, inventando, creando y llevando vida a las páginas.

Gracias a Peter por el Blog
Gracias a Carlos por el libro
Y gracias a quien corresponda por permitir haber llegado a conoceros.

Saludos

J

Escribano dijo...

Una pasada haber descubierto este blog. Peter, encantado de leerte y mi enhorabuena.

Sobre los cien tanto he analizado y comentado ya, que poco me queda. Solo decir que si para ti es el mejor libro que has leído. Para mí, ha sido el libro más largo, con diferencia. Char-lee, cual JRRT, ha creado un universo que nos acompañará el resto de nuestras vidas. Eso es lo más grande writer! (no olvides a tu editor cuando llegues a la cima).

Un abrazo a todos

Pedro Fernaud Quintana dijo...

Muchas gracias J, muchas gracias Juan, vuestros comentarios ponen la guinda al post más leido en la historia de esta soñadora bitácora.

J, se nota que tienes alma de contandor de historias. Lúcido análisis del libro, al final la historia de Carlos habla de las cosas que nos importan a todos (o a casi todos). Gracias por tus palabras, a mi también me ha encantado encontrarte en el camino.

Juan, igualmente, encantado de leerte. Desde luego, la esencia de los Cien nos acompañará toda la vida y ojalá que nos ayude a orientarnos cuando el camino se vuelva sinuoso.

Un abrazo a ambos