lunes, febrero 02, 2009

Cuando los triples se aciertan tras encender un puro


(El Alta Gestión igualó el récord histórico de la ACB de triples anotados en un solo partido (18) para ganar con holgura al CAI Zaragoza en un partido caracterizado por el talento colectivo de los locales)

El peor día de la temporada de Oleson (8 puntos, 4 asistencias y 2 rebotes) es una buena actuación para la mayoría de los jugadores de la ACB. Sin embargo, la lógica de un manual apuntaría a que si tu equipo es modesto y se deja alumbrar fundamentalmente por tu mejor jugador, si éste no tiene su día puedes echarte a temblar.

Pero esas son elucubraciones de los teóricos. El Fuenla de esta temporada prefiere la práctica de las cosas bien hechas en el día a día. Lo concreto. Y a esa lógica de aciertos, consecuencia de acciones elaboradas, responde el fantástico registro que este domingo lograron los naranjas: 18 aciertos desde más allá de 6,25, una cifra que iguala el récord colectivo de la liga. Los maños del recién estrenado técnico Alberto Angulo (antigua gloria triplista del baloncesto nacional, casualidades) apenas pudieron sacar el paraguas para protegerse de tanta inspiración fuenlabreña.

Liderando esas acciones de descaro y puntería estuvieron Mainoldi y Tskitishvili, autores de cuatro triples cada uno. De todos modos, los tiros de tres fueron la evidencia. La diferencia entre ambas escuadras se fraguó desde el principio. El Fuenla fue fiel a su estilo de juego: descarado, fácil y atractivo. Mientras que el CAI se dejó llevar el desánimo en cuanto cayó en la cuenta de que no iba a ser nada sencillo traspasar el muro de hormigón defensivo planteado por Guill y sus chicos.

El Fuenla jugó a placer, ésa es la realidad. Y el CAI tampoco hizo mucho para que se sintiera incómodo. Es como si le das a Will Smith un teatro abarrotado de gente para que escenifique algunos monólogos de cosecha propia en plena noche berlinesa. Las risas y el espectáculo acabarán surgiendo con naturalidad.

Algo parecido le ocurrió al Fuenla, que encontró respuestas de todos los colores. Por ejemplo, una roca en la pintura, pleno de forma, cuyo nombre es Antonio Bueno Delgado (12 puntos y 4 rebotes). Para hacerle más fácil el trabajo, Tskitishvili celebró su flamante renovación abriendo la zona con 14 puntos (4 de 6 triples). Sus canastas concretan la realidad de este partido: un agradable momento de relajación y triunfo para los locales.

Por un lado, el Fuenla hilvanó muy bien sus ataques, dando los pases necesarios para que sus tiradores encontraran posiciones cómodas de tiro. Por otro, la tendencia al descontrol de los visitantes (ansiedad, camino asegurado al fracaso cuando uno tiene urgencias) generó mayores espacios para los fuenlabreños. En la página oficial de la liga, acb.com, hay un video donde quedan consignados los 18 triples naranjas. Pues bien, prácticamente en todos los jugadores de Guill tuvieron tiempo para encenderse el puro y saborear el primer sorbo de una copa de Balleys antes de probar el acierto desde la larga distancia.

La consecuencia de todo esto es que el partido se convirtió en un tobogán de facilidades para los madrileños. El primer acto fue toda una demostración de poderío local: 33-16. A partir de ahí, el resto de choque fue un continuo remar cuesta abajo, amparados en el multitalento de Saúl y Walters y la garra y los intangibles de Sandes y Mainoldi.
Por parte maña, apenas si hubo un poco de insurrección de parte de Rubén Garcés en la pintura y, ya en la segunda parte, las genialidades que se empeñó en improvisar Quinteros para mantener medianamente a flote a su equipo. La energía de ambos sirvió para igualar la contienda en los parciales de los dos cuartos intermedios. Pero el último acto confirmó la tendencia ganadora de los anfitriones.

Sea como fuere, el signo del partido ya estaba definido: una celebración del baloncesto ofensivo. La seña de identidad del Fuenla de este año. Como colofón a tanta desinhibición anotadora, quedó el triple con suspense (su tiro pegó en la parte interior del aro antes de entrar) de Nacho Guigou, el canterano tinerfeño que sigue creciendo con un equipo que no se cansa de repartir caramelos y afianza su candidatura a los play off (octavo en la tabla y con una victoria de ventaja sobre Ricoh Manresa y Iurbentia Bilbao, noveno y décimo respectivamente).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial el título, Pedro. Y también la crónica. Celebro la buena marcha del Fuenlabrada. Ah, por cierto, me han retirado la condicional, pero por suerte me dejan conectarme un ratito.

Pancracius

Anónimo dijo...

Pancracius no tienes remedio. Eso sí, no dejes que nunca enjaulen tu mente y enfócate en las canastas inverosímiles que algún día demostraste posibles en alguna cancha destartalada del Bronx madrileño.

No se por qué, pero en cierta manera el señor Oleson me recuerda a esa manera valiente que tenías de encarar el aro, digo la vida.