jueves, enero 22, 2009

Una victoria para empezar a creérselo




(El Alta Gestión derrotó al Pamesa en un partido que gobernó de costa a costa, gracias a su eficacia defensiva y el acierto anotador de Brad Oleson y Antonio Bueno)

Algunos momentos sirven para certificar un cambio. El Alta Gestión vivió su particular confirmación en la excelencia de la ACB este miércoles, con un partido lleno de aciertos defensivos y caracterizado por la efervescencia anotadora de su mejor pistolero, Brad Oleson, que cada jornada se reivindica con más motivos como el mejor anotador de la competición, y el corazón y talento de Antonio Bueno, que este año está jugando su mejor temporada en la ACB.

El partido empezó de cine para los locales. Los naranjas se anticipaban a los taronjas prácticamente en cada defensa exterior, leyendo con acierto las líneas de pase. Cuando los fuenlabreños hacen eso, el baloncesto se vuelve un espectáculo difícil de superar. Algo así se piensa viendo en acción a un ultramotivado Vuk Radivojevic, que en los últimos partidos está pidiendo a gritos más protagonismo en su equipo. En sólo 12 minutos de acción, el serbio tuvo tiempo para anotar 6 puntos y sumar 9 de valoración.

En esa defensa también fueron clave los mejores carteristas locales: Ferrán (2 robos), Oleson (1) y Saúl (1). Sin embargo, toda esa buena onda se pudo haber ido al garete en el minuto 2, cuando Kris Walters se dio un golpetazo contra el suelo, impactando su cabeza contra éste. Por suerte, todo quedo en un susto. Aunque ayer pasó la noche en el hospital, donde le realizaron diversas pruebas médicas para determinar la gravedad de su lesión.

En tiempos de incertidumbre, ninguna receta mejor que aquella que mezcla el talento y la constancia en la entrega. Esas fueron las claves del triunfo local. Oleson tardó en carburar, pero cuando lo hizo fue simplemente imbatible, sobre todo en las entradas a canasta. Al final del partido, lucía una hoja de servicios que, para un republicano confeso como él, ni el mismo Rambo podría haber exhibido en sus mejores tiempos. Bromas aparte, tiene mérito que sin salir de inicio en el quinteto titular terminara con 23 puntos, 2 asistencias y 1 rebote.

Claro que no estuvo solo. Saúl se reivindicó como chico maravilla para hacerlo casi todo bien: 5 asistencias, 6 rebotes y 12 puntos. Entretanto, Antonio Bueno se hinchaba a hacer fácil el baloncesto en la pintura, así hasta sumar 8 de sus 20 puntos en forma de mate. Hubo una acción simplemente sensacional, protagonizada por el tío Vuk, quien robó una pelota, se puso en modo supersónico y, cuando llegó a la cesta, se dejó genial para asistir al pívot vallecano con una manoletina. Cortesía que Bueno celebro machacando el aro con la misma energía con la que dicen que emplea Madonna cuando cuida sus 50 inviernos con clases de pilates.

El caso es que el Fuenla ganó todos los parciales del encuentro. Pero fue en la primera mitad cuando cogió la ventaja importante (39-28). Después se dedicó a gestionar esa renta con elegancia y desparpajo. Amparados también en la dirección Ferrán López, que firmó el mejor partido de la temporada para compatibilizar 11 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes y los ya mencionados 2 robos. Enfrente, al Pamesa nunca le faltó actitud, pero derrochó fallos por todos los lados. A la cabeza, Douglas, que sólo embocó uno de los 8 tiros que probó. Eso sí, a los toronjas les queda el consuelo de pensar que tienen un tipo con mucha clase, que pronto puede ser un superclase, llamado Rafa Martínez (11 puntos y 3 rebotes) y el orgullo de Nielsen (12 puntos y 3 rebotes).

Sea como fuere, la impronta general del encuentro fue ver a los poco más de 4.800 espectadores que acudieron al partido festejando el noveno triunfo de un equipo que por fin, en el sentido positivo de la expresión, empieza a creérselo. Empieza a creerse que su talento y ambición les pueden llevar verdaderamente lejos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuánto tiempo sin leer tus acertadas crónicas, amigo Peter! Anduve ocupado en rehacer mi vida después de mil batallas -ya sabes: mujeres, la terapia para dejar las drogas, la necesidad de pasar la noche en la celda-, pero saboreo más que nunca mi libertad y, por supuesto, volveré a leerte.

Pancracius

Anónimo dijo...

Amigo Pancrcius! Qué alegría saber que has sobrevido a las inapetencias de las sombras y que vuelves con renovadas imaginaciones.

Ya echaba de menos tu lucidez y sentido lúdico. Ave ludens, camarada!