Aunque aquella tarde los dos estaban envueltos en un estado de vergüenza y adoración. Son cosas que pasan después de moverte como un animal complaciente. Animal y complaciente. A veces era de esa especie. Y otras prefería esconderse en sus pensamientos, a ratos de cansancio hacia el mundo, a veces conmovido por las cosas pequeñas. Por eso aquella canción de Dylan le había convertido en un ser de luz y deseo. Estás muy cerca. Se concentró un poco y pudo sentir el tacto airado de su espalda. Nadie diría que habían pasado quince años. Delante de sí tenía una larga autopista, uno de sus mejores momentos de confianza y un puñado de sueños.
Haikus, liras, sonetos, submarinismo emocional...cine, series, baloncesto y algo de literatura; arrebatos y destellos para darle arraigo a la posibilidad. Lo mejor está por venir. A través de esa idea, vivo, disfruto y ordeno la realidad, que construimos juntos cada día :-). Un blog de Pedro Fernaud Quintana
viernes, noviembre 30, 2007
Hijo del viento
Aunque aquella tarde los dos estaban envueltos en un estado de vergüenza y adoración. Son cosas que pasan después de moverte como un animal complaciente. Animal y complaciente. A veces era de esa especie. Y otras prefería esconderse en sus pensamientos, a ratos de cansancio hacia el mundo, a veces conmovido por las cosas pequeñas. Por eso aquella canción de Dylan le había convertido en un ser de luz y deseo. Estás muy cerca. Se concentró un poco y pudo sentir el tacto airado de su espalda. Nadie diría que habían pasado quince años. Delante de sí tenía una larga autopista, uno de sus mejores momentos de confianza y un puñado de sueños.
jueves, noviembre 29, 2007
Cuando lo tienes claro
Su nombre tiene carisma. Y sobre el terreno de juego es lo más parecido a un poeta maldito. Inventa espacios, detiene el tiempo y se aburre con facilidad. Hasta que empieza a pasárselo bien. Le basta con pintar la pelota y abrir formas geométricas de extraña belleza. Todo vale para una maravilla.
Algún tiempo después le dirá a su mediocampista más talentoso: ponte de lateral derecho y harás girar el mundo. Ocurrencias así solo salen de un visionario. Lo cortés no quita lo imprudente. El tío tiene cambios de humor, es egocéntrico y despiadado con los jugadores que no entran en su plan. Pero a cambio revolucionó el fútbol en los años setenta. Inventó regates que estiraban la persistencia del tiempo. Se dormía flotando en champan en las vísperas de una final de Copa de Europa. Y su banda era capaz de componer una sinfonía con 24 toques en menos de un minuto y la mirada (nunca el robo) de los germanos. Holanda perdió el campeonato mundial y se ganó un espacio en la leyenda.
Los más románticos dirán la belleza de la derrota. Y los más listos, soltarán y un carajo. Bien por los eurocaribeños porque luego el tío ganó tres Copas de Europa, no se cuentas ligas holandesas (alguna española?) y ya como entrenador, ya en España, una Copa de Europa, una Recopa y cuatro ligas.
Pero lo mejor de las leyendas (aunque su historia esté medio inventada como es el caso) es lo que no se ve en la inscripción de la estatua. El tío conquistó a la diosa nórdica, cambió los cigarrillos por el consumo compulsivo de piruletas y creó una filosofía para el Barcelona. Juego porque quiero fascinar, sería el lema blaugrana. Jugadores en campo abierto, muchos pases, balón corriendo, piensa rápido, cánsate poco. El motor final del sapiens. Y el caso es que hoy día los chicos de la cantera embaucan como algún día les enseñaron en el campo de cuando alevines. Hemos perdido la improvisación y el genio. Hemos perdido los adoquines del barrio y el sabor de los retos. A cambio, los chavales llegan más centrados. Hacen más felices a su gente, pero faltan dificultades para el solista inolvidado. Llámalo Johan. Llámalo genialidades.
jueves, noviembre 22, 2007
No hay rencor
Seducen desconocidos con su cara de Halle Barry,
estrechan su cuerpo furioso furiosas te estrechan
y traen fascinación con sus ojos de cazadora ártica.
De donde yo vengo las perdidas son una cena de compromiso
¿repostáis combustible para vuestros carros eléctricos?
Pues nosotros dormimos del mismo modo.
La procreación es el pago de un impuesto:
intercambiamos cromos genéticos con nuestros preferencias.
Todo lo más te provoca un leve cosquilleo.
No existe dolor en mi mundo.
Somos gente feliz desde el principio.
No hay envidia, no hay rencor, todo fluye.
El único problema es el aburrimiento.
Nos lo curamos explorando otros mundos.
Lugares y estados de conciencia difíciles de imaginar para seres tristeza
esclavizados al nunca, jamás, muerte.
Lo nuestro es una conciencia colectiva donde nadie se siente desamparado.
Es un mundo perfecto.
Y al contrario de lo que tú crees, poeta, la perfección es fría.
Por eso he venido a tu mundo, para conocer cómo fabricáis belleza
de los derrumbamientos o las limitaciones.
Me llama
ese ruido interior que os causa tanto sufrimiento,
con la vida funcionando, os obstináis en averiaros,
también me conmueve eso de vosotros.
Poco claro cómo superáis el dolor
y provocáis lluvia en mitad de los cuerpos.
O cómo vuestros cachorros privaciones son los que más ríen.
En mi mundo no hay rencor.
Pero a cambio nada nos hace temblar.
Y al contrario de lo que tú crees, poeta, la perfección es fría porque no tenemos sueños como los vuestros.
lunes, noviembre 19, 2007
Completamente sábado
viernes, noviembre 16, 2007
¿Me das un muerdo?
Sí lo eres. Te he estado observando, por eso te he escogido. Tienes suficiente miedo. Y suficiente humanidad como para ponerte en la piel del otro. Te gusta leer los periódicos en la terraza de tu novia. Y abandonarte al placer. Y a las tormentas. Pero también eres un equilibrado, de los que se esfuerza por tener una palabra agradable o que riega todos los días, podrían ser noches, sus pasiones. Te gustan los soles eléctricos, lo se, también conozco tu manía de entristecerte con lugares que posees en tu memoria. Aunque sea una memoria que no te pertenece. Por eso te he dejado leer mi historia. Esta noche, cuando abra el balcón, no dudes. Hagas lo que hagas no dudes. Simplemente te prometo que te prometerás para siempre. Ya lo sabes, o me salvas y nos salvamos para esta semana. O nos hundimos. Y nos condenamos para el próximo rato.
miércoles, noviembre 14, 2007
¡Me están estressando!
A todo esto, me han interrumpido el vaciado que estaba haciendo de la piscina. Nada me gusta más que esta pala. Al menos, ahora, que son las cinco de la tarde de este verano romano. Bien mirado, estas madonnas son consideradas, no quieren que me convierta en un bebé K.O en el primer asalto. Pero se les va la mano, no obstante confieso que me encanta cuando las miro y me sonríen, haga lo que haga, ya sea echarme un pedete o poner cara de niño selva...Me gusta esa amiga de mamá que lleva los pies desnudos, ojalá todo el mundo fuera tan surfera como ella y se dejaran llevar por las ganas de sed. En realidad ahora estoy muerto de agobio y con la incomodidad de que te quieran ahogar en barro. Pero me gusta ser un pequeño emperador acuático que todavía no tiene miedo para ir detrás de las cosas.
sábado, noviembre 10, 2007
Tren atardecido
Ocho de la noche. Invierno. La mayoría de los pasajeros nos sentamos sobre nuestro cansancio. Suena mi móvil. No es mi móvil.
-¿Sí? Soy Guillermo. Bueno, pues su hermano gemelo (risas).
…………
La voz joven, como de corredor de triatlones, pertenece a un chico con dos mechones canosos y la cara congestionada por la coca cola.
-Eso no me lo puedes decir por teléfono (voz grave).
Y el equilibrista lo sigue pasando bien.
entretanto, la locomotora tiembla con la mirada de una chica
chica del continente luz.
viernes, noviembre 09, 2007
La reina de los excesos
A los doce años, los chicos de quince se la comían con los ojos. Su cuerpo se sacudía por oleadas intensas de rubor y placer. Los pechos le crecieron a la edad justa, suficientemente tarde como para no ser la primera y lo bastante pronto como para seguir jugando en primera división sin bajar de categoría. Por el camino, mamá la seguía colmando de cariño y sobreatenciones. Todo por su nena artista. Le pasaban los libretos y no le costaba memorizarlos. Un par de horas y caían las diez hojas del capítulo, interpretadas con la mezcla justa de naturalidad, control y seducción delante de una cámara que le hacía feliz. Siguió creciendo y la meca del cine la cubría de ofertas. Las pelis cada vez eran mejores. Los chicos se volvían locos contigo. Pero tú siempre querías tener todo bajo control y, al tiempo, vivir fácil, sin pensar. Dejando a la piel todas las ventajas del hedonismo. Por eso la diosa se calza las copas con una cantidad prohibitiva de lujuria. Alguien se la encuentra un día en el pasillo de una fiesta casera. Vestida de princesa punk sonríe con la mezcla justa de picardía y desinterés. Hablar con ella es fácil y tentador. Le gusta besar. Le gusta provocar. Su cuerpo se tensa como una estatua de mármol y le entra el pánico. Pero lejos de dejarlo prueba el más rápido como un animal salvaje. No es fácil ser una diosa de excesos. La gente te envidia. La prensa te bromea y las drogas son el único combustible para estar siempre a punto.