viernes, noviembre 30, 2007

Hijo del viento


La música sonaba en el coche y eso le llevó la tristeza sin tiempo para preguntar. Es un sentimiento. Algo se suspende en tu estado de ánimo y parece que los músculos se van a convertir en natillas. Es extraño. Pero se alegró de entristecerse. Se alegró de tener tiempo y serenidad para saber que aquella melancolía no sería definitiva. Su vida era una existencia insólita pasada al ritmo de una pantalla gigante. Creció en un bosque de Menorca, en un ambiente de caras cerradas, mucha tierra roja y el cariño de los abuelos. Lo que en aquel tiempo equivalía a un tazón de leche caliente. Con su imaginación era capaz de ser protagonista de cualquier escena. Esta tarde, lechero. Antes, salvaba vidas en algún poblado de Siberia. Mañana le robaría la timidez a la primera camarera que le sonriera. Quemó las hojas del calendario y se descubrió dejándose llevar con la amiga de su prima. La más triste. También la más interesante, con un cuerpo de efigie y la cara de una belleza tan evidente que se notaba en sus ojos, en estado de alerta. Se dejaba llevar. Y empleaba sus manos con una diligencia que inventó nuevos acercamientos.
Aunque aquella tarde los dos estaban envueltos en un estado de vergüenza y adoración. Son cosas que pasan después de moverte como un animal complaciente. Animal y complaciente. A veces era de esa especie. Y otras prefería esconderse en sus pensamientos, a ratos de cansancio hacia el mundo, a veces conmovido por las cosas pequeñas. Por eso aquella canción de Dylan le había convertido en un ser de luz y deseo. Estás muy cerca. Se concentró un poco y pudo sentir el tacto airado de su espalda. Nadie diría que habían pasado quince años. Delante de sí tenía una larga autopista, uno de sus mejores momentos de confianza y un puñado de sueños.

jueves, noviembre 29, 2007

Cuando lo tienes claro


Se levanta tarde, llega también tarde a los entrenamientos. Y los sábados después de los empates (también de las victorias) se infla a fumar a la manera de un búfalo vaciando la charca. Le encanta esconderse detrás del peinado pop mientras engaña a alguna rubia de la comuna.
Su nombre tiene carisma. Y sobre el terreno de juego es lo más parecido a un poeta maldito. Inventa espacios, detiene el tiempo y se aburre con facilidad. Hasta que empieza a pasárselo bien. Le basta con pintar la pelota y abrir formas geométricas de extraña belleza. Todo vale para una maravilla.
Algún tiempo después le dirá a su mediocampista más talentoso: ponte de lateral derecho y harás girar el mundo. Ocurrencias así solo salen de un visionario. Lo cortés no quita lo imprudente. El tío tiene cambios de humor, es egocéntrico y despiadado con los jugadores que no entran en su plan. Pero a cambio revolucionó el fútbol en los años setenta. Inventó regates que estiraban la persistencia del tiempo. Se dormía flotando en champan en las vísperas de una final de Copa de Europa. Y su banda era capaz de componer una sinfonía con 24 toques en menos de un minuto y la mirada (nunca el robo) de los germanos. Holanda perdió el campeonato mundial y se ganó un espacio en la leyenda.
Los más románticos dirán la belleza de la derrota. Y los más listos, soltarán y un carajo. Bien por los eurocaribeños porque luego el tío ganó tres Copas de Europa, no se cuentas ligas holandesas (alguna española?) y ya como entrenador, ya en España, una Copa de Europa, una Recopa y cuatro ligas.
Pero lo mejor de las leyendas (aunque su historia esté medio inventada como es el caso) es lo que no se ve en la inscripción de la estatua. El tío conquistó a la diosa nórdica, cambió los cigarrillos por el consumo compulsivo de piruletas y creó una filosofía para el Barcelona. Juego porque quiero fascinar, sería el lema blaugrana. Jugadores en campo abierto, muchos pases, balón corriendo, piensa rápido, cánsate poco. El motor final del sapiens. Y el caso es que hoy día los chicos de la cantera embaucan como algún día les enseñaron en el campo de cuando alevines. Hemos perdido la improvisación y el genio. Hemos perdido los adoquines del barrio y el sabor de los retos. A cambio, los chavales llegan más centrados. Hacen más felices a su gente, pero faltan dificultades para el solista inolvidado. Llámalo Johan. Llámalo genialidades.

jueves, noviembre 22, 2007

No hay rencor


En mi mundo las mujeres son completamente sábado.
Seducen desconocidos con su cara de Halle Barry,
estrechan su cuerpo furioso furiosas te estrechan
y traen fascinación con sus ojos de cazadora ártica.

De donde yo vengo las perdidas son una cena de compromiso
¿repostáis combustible para vuestros carros eléctricos?
Pues nosotros dormimos del mismo modo.

La procreación es el pago de un impuesto:
intercambiamos cromos genéticos con nuestros preferencias.
Todo lo más te provoca un leve cosquilleo.

No existe dolor en mi mundo.
Somos gente feliz desde el principio.
No hay envidia, no hay rencor, todo fluye.

El único problema es el aburrimiento.
Nos lo curamos explorando otros mundos.
Lugares y estados de conciencia difíciles de imaginar para seres tristeza
esclavizados al nunca, jamás, muerte.

Lo nuestro es una conciencia colectiva donde nadie se siente desamparado.
Es un mundo perfecto.
Y al contrario de lo que tú crees, poeta, la perfección es fría.

Por eso he venido a tu mundo, para conocer cómo fabricáis belleza
de los derrumbamientos o las limitaciones.

Me llama
ese ruido interior que os causa tanto sufrimiento,
con la vida funcionando, os obstináis en averiaros,
también me conmueve eso de vosotros.

Poco claro cómo superáis el dolor
y provocáis lluvia en mitad de los cuerpos.
O cómo vuestros cachorros privaciones son los que más ríen.

En mi mundo no hay rencor.
Pero a cambio nada nos hace temblar.
Y al contrario de lo que tú crees, poeta, la perfección es fría porque no tenemos sueños como los vuestros.

lunes, noviembre 19, 2007

Completamente sábado

En mi mundo las mujeres son completamente sábado. Sonríen a los desconocidos con su cara de Halle Barry, te prueban con su cuerpo de Sofía Loren y traen la fascinanción con sus ojos de diosa ártica. De donde yo vengo las cenas son un gasto innecesario de tiempo, nos alimentamos del mismo modo que vosotros repostáis combustible para vuestros carros eléctricos. La procreación es una necesidad fisiológica, del mismo modo que vosotros dormís, nosotros intercambiamos cromos genéticos con nuestros cerebros. El dolor no existe en mi mundo. Somos criados en un una bañera de opiáceos donde la gente es feliz desde el principio. No hay envidia, no hay rencor, todo fluye. El único problema es el del aburrimiento. Un tedio que nos curamos explorando otros mundos. Lugares y estados de conciencia difíciles de imaginar para seres que siempre están peleando por un territorio. Lo nuestro es una conciencia colectiva donde nadie se siente desamparado. Es un mundo perfecto. Y al contrario de lo que tú crees, poeta, la perfección es fría. Por eso he venido a tu mundo, para conocer el modo en cómo fabricáis belleza de los derrumbamientos o las limitaciones. Ese ruido interior que os causa tanto sufrimiento, esa incapacidad para comunicaros y contentaros con lo elemental, con la vida funcionando, es lo que me conmueve de vosotros. Me fascina cómo superáis el dolor y construís la solidaridad en mitad de la catástrofe. O cómo vuestros cachorros con más privaciones son los que más ríen. En mi mundo no hay rencor. Pero a cambio nada nos hace temblar. Y al contrario de lo que tú crees, poeta, la perfección es fría porque no tenemos sueños como los tuyos.

viernes, noviembre 16, 2007

¿Me das un muerdo?


De acuerdo, lo suyo sería que te lo diera yo, que para eso soy una lujuriosa abandonada a su sed. Pero francamente no tendría mucho mérito. Soy guapa, puedo llegar a voluptuosa sin mover un músculo y conseguiré que la sangre no me inyecte los ojos. Bastará con que te enloquezca la mirada. Pero yo quiero algo más de ti. Quiero que me tomes tal y como me ves ahora, histérica, descompuesta, llena de tiniebla. Quiero que me quieras en mi peor versión. Sólo de esa forma sabré si todavía puedo sentirme viva. De qué me sirve envenenar el cielo, salvar a los suicidas o emborracharme a los pies del Sena si no soy capaz de inspirarte ternura.
Sí lo eres. Te he estado observando, por eso te he escogido. Tienes suficiente miedo. Y suficiente humanidad como para ponerte en la piel del otro. Te gusta leer los periódicos en la terraza de tu novia. Y abandonarte al placer. Y a las tormentas. Pero también eres un equilibrado, de los que se esfuerza por tener una palabra agradable o que riega todos los días, podrían ser noches, sus pasiones. Te gustan los soles eléctricos, lo se, también conozco tu manía de entristecerte con lugares que posees en tu memoria. Aunque sea una memoria que no te pertenece. Por eso te he dejado leer mi historia. Esta noche, cuando abra el balcón, no dudes. Hagas lo que hagas no dudes. Simplemente te prometo que te prometerás para siempre. Ya lo sabes, o me salvas y nos salvamos para esta semana. O nos hundimos. Y nos condenamos para el próximo rato.

miércoles, noviembre 14, 2007

¡Me están estressando!

Qué demonios hago yo aquí. Vale que mamá me quiere mucho y que estas señoras son molto amorosas y mola que me estrechen contra sus pechos. Pero me están llenando de agua hasta convertirme en un pez y francamente todavía no estoy preparado. Lo de menos es ese quiriqui que veis en la foto, mola darse un aire al abuelo (que a fin de cuentas es el único que me dejará tomar leche condensada ).
A todo esto, me han interrumpido el vaciado que estaba haciendo de la piscina. Nada me gusta más que esta pala. Al menos, ahora, que son las cinco de la tarde de este verano romano. Bien mirado, estas madonnas son consideradas, no quieren que me convierta en un bebé K.O en el primer asalto. Pero se les va la mano, no obstante confieso que me encanta cuando las miro y me sonríen, haga lo que haga, ya sea echarme un pedete o poner cara de niño selva...Me gusta esa amiga de mamá que lleva los pies desnudos, ojalá todo el mundo fuera tan surfera como ella y se dejaran llevar por las ganas de sed. En realidad ahora estoy muerto de agobio y con la incomodidad de que te quieran ahogar en barro. Pero me gusta ser un pequeño emperador acuático que todavía no tiene miedo para ir detrás de las cosas.

sábado, noviembre 10, 2007

Tren atardecido


Ocho de la noche. Invierno. La mayoría de los pasajeros nos sentamos sobre nuestro cansancio. Suena mi móvil. No es mi móvil.

-¿Sí? Soy Guillermo. Bueno, pues su hermano gemelo (risas).

…………

La voz joven, como de corredor de triatlones, pertenece a un chico con dos mechones canosos y la cara congestionada por la coca cola.

-Eso no me lo puedes decir por teléfono (voz grave).


-Esas cosas se dicen a la cara. Tienes que mirarme para saber si me pongo rojo. O nervioso. Por teléfono no tiene mérito.


Y el equilibrista lo sigue pasando bien.

entretanto, la locomotora tiembla con la mirada de una chica
chica del continente luz.

viernes, noviembre 09, 2007

La reina de los excesos


Siempre se vio guapa en el espejo. Las niñas del cole querían regalarle su sándwich y tenía tiempo hasta para inventar nuevas modalidades de salto a la comba. En casa, sus padres solían andar a la gresca. Papá alcoholizado todo el día y mamá neurótica con sus tetas y los potingues de la cara. Había algún momento bueno, como cuando se comían la tarta de chocolate y abrían los regalos de la tía de Shangai.
A los doce años, los chicos de quince se la comían con los ojos. Su cuerpo se sacudía por oleadas intensas de rubor y placer. Los pechos le crecieron a la edad justa, suficientemente tarde como para no ser la primera y lo bastante pronto como para seguir jugando en primera división sin bajar de categoría. Por el camino, mamá la seguía colmando de cariño y sobreatenciones. Todo por su nena artista. Le pasaban los libretos y no le costaba memorizarlos. Un par de horas y caían las diez hojas del capítulo, interpretadas con la mezcla justa de naturalidad, control y seducción delante de una cámara que le hacía feliz. Siguió creciendo y la meca del cine la cubría de ofertas. Las pelis cada vez eran mejores. Los chicos se volvían locos contigo. Pero tú siempre querías tener todo bajo control y, al tiempo, vivir fácil, sin pensar. Dejando a la piel todas las ventajas del hedonismo. Por eso la diosa se calza las copas con una cantidad prohibitiva de lujuria. Alguien se la encuentra un día en el pasillo de una fiesta casera. Vestida de princesa punk sonríe con la mezcla justa de picardía y desinterés. Hablar con ella es fácil y tentador. Le gusta besar. Le gusta provocar. Su cuerpo se tensa como una estatua de mármol y le entra el pánico. Pero lejos de dejarlo prueba el más rápido como un animal salvaje. No es fácil ser una diosa de excesos. La gente te envidia. La prensa te bromea y las drogas son el único combustible para estar siempre a punto.

martes, noviembre 06, 2007

La barriga ardiendo


Esta sensación nunca desaparece. Un día tienes un montón de calles escalando en tu conciencia. Hace frío y mamá ha disimulado bastante bien pero a ti no te engaña. Pronto te entran ganas de vomitar, pero no eres el único y esa limitación te envalentona. El vértigo es una cuestión de elección. Y créeme sólo hay una respuesta, en casa te han enseñado a no quejarte. Y John, uno de los capataces, es buena gente, por eso nos cede la media hora de rigor para echarnos los primeros pitillos y ahuyentar los fantasmas de lo que pueden estar viendo o sintiendo los hermanos enviados al abismo. Nada como esa taza de leche hirviendo que te ha hecho entrar en acción. Camino de la tortura, el alma se alegra con las pequeñas cosas, como esa mujer de la ropa que canta como si la hubiesen tocado para ser un ángel. O esa estanquera, chica maravilla, mujer inaugural, que no se corta con las sonrisas. El mundo puede ser oscuro como una enfermedad sin segundas oportunidades. Pero también puedes ser rabiosamente feliz con las fiestas del barrio o los regalos que abrirá mañana, día de San Jorge, tu hermano pequeño. Cosas que no aparecen en esta foto. Pero hay cosas que sólo el alma puede eternizar.

viernes, noviembre 02, 2007

Desordéname


La chica que lleva ropa interior en sus pensamientos activó una suma de recuerdos difíciles de mejorar. Vio a una ojos azules pidiéndole que acelerara y se encontró a punto de desplomarse desde la cima de unas vallas. Estoy hecha de luces y sombras, por favor ponte esto. Y los cuerpos hechos de madera se curvaron hasta empezar a llover.