viernes, julio 17, 2020

La Fundación: rasgar los velos que limitan o cercenan nuestra libertad como personas y colectivos



                                                         Fuente de foto: cervantesvirtual.com

 La Fundación (1974) es una de las obras más celebradas de Antonio Buero Vallejo (Guadalajara 1916-Madrid 2000), posiblemente el dramaturgo más excelso del teatro español del siglo XX junto a García Lorca y Valle Inclán, autor de obras tan geniales como Historia de una escelara, Ardiente oscuridad o la obra que da pie a esta breve meditación.

En síntesis, la Fundación cuenta la historia de un grupo de hombres que conviven en una estancia. Al inicio de la obra, nosotros, como público, miramos su situación desde la perspectiva de Tomás. Así pues, en un primer momento, pensamos que viven en una fundación del futuro, equipados con todas las comodidades y lujos propios de una sociedad avanzada.

                                     
                                                    Fuente de foto: rtve.es

  Sin embargo, conforme discurre la obra, descubrimos que en realidad su situación es bien distinta (hasta ahí podemos leer). He podido ver la obra en la versión de la obra en el espacio A la carta de RTVE, a través de su espacio Estudio 1 y con la rúbrica en la dirección de José Osuna y en la escenografía de Vicente Vela, y con elenco en el que participan los actores Francisco Valladares, Jesús Puente, José Albiach, Victoria Rodríguez, Pablo Sanz, Eric Arredondo y Ernesto Aura.
La obra administra con pulso la intriga. Crea sensaciones que transitan desde el gozo inquieto al conflicto, con un in crescendo difícil de digerir hasta que empiezan a colarse por los pliegues de algunos personajes (mucha atención al personaje de Asel, interpretado por Jesús Puente) su humanidad.

Es una historia que combina magistralmente la ciencia ficción, el compromiso social y la mirada filosófica. Un caleidoscopio lleno de aristas cuyo espíritu evoca El mito de la caverna de Platón o, para los cinéfilos, la saga de Matrix. Es decir, nada es exactamente lo que parece. Y solo cultivando una mirada autocrítica y crítica podremos salir del mundo ilusorio en el que transcurren partes importantes de nuestras existencias, a veces tan alejadas de lo esencial, aquello que da sentido y felicidad a nuestras vidas....

¿Y qué es lo esencial de una existencia? En esta obra se deslizan algunas propuestas interesantes: la solidaridad, la amistad y la búsqueda de cierta coherencia entre lo que uno piensa y siente, y lo que hace... En un equilibrio que pone de acuerdo lo personal y lo social...
Gracias Buero. Seguimos aprendiendo...

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