Autora de la foto: Francis Reina Sánchez
El Pequeño Teatro Gran Vía acoge la mayor parte del año una oda de primer orden al teatro de improvisación: Corta el cable rojo, producida por Sandra Reyes. A partir de las sugerencias del público, tres actores (Carlos Ramos, José Andrés y Salomón) componen un divertimento lleno de ritmo, irreverencia y comicidad.
Lo pasas extraordinariamente bien contemplando el talento para la parodia, la micro-narrativa y el sketch de este elenco, cuyas filigranas gestuales están muy bien secundadas y realzadas por la destreza al piano de Henar Rodríguez. Corta el cable rojo pone de acuerdo intereses y biografía de los asistentes con la imaginación de sus actores.
Se trata en, suma, una apuesta segura para pasar un muy buen rato, con repertorio de canciones improvisadas incluido, conectado con la realidad del público. En un mundo que cada vez más prima la personalización de contenidos, esta obra tiene aroma de largo aliento, no en vano lleva más de diez años en cartel. Y los que le queda...en este artículo que he elaborado para Alas y Raíces, indago más en los porqués...
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