Preciosas piernas.
Risa y buenos consejos.
Amigo Rubens.
Guapa cicatriz.
El ron viajando denso.
Lenta alegría.
Cielo silbando.
Preciosa y desgastada.
Letras tropiezan.
Bromas y cómplice.
Ejército morenas.
Viva belleza.
Ron imposible.
Ojos violento deseo.
Confusión.
Miedo de toro
(gente, cansancio, música).
Labios sonrisa.
¿Qué, mi teléfono?
¿Por qué no? Sí, compruébame.
¿Despegue? Tiempo.
2 comentarios:
Grande y festiva noche! por unos minutos, un pequeño pueblo del norte de Madrid quiso parecerse a las costas de Andalucía o de Canarias, pasarela callejera para endulzar el amargo sabor del Pampero!y el poeta, como siempre, captando imágenes, sensaciones, y teléfonos!sabios consejos también los suyos, tranquilidad en tiempos de estrés! como siempre, la última seguirá siendo la mejor, así que habrá más, no queda otra!
jajajaja, amén. Un lujo explorar con vos en esa noche, Rubens.
Por supuesto, habrá nuevas y relucientes noches y yo también confío en que seguirán siendo cada vez un poquito mejores.
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