Faro que guía.
Despierta el mundo interno.
Dar unitivo.
Haikus, liras, sonetos, submarinismo emocional...cine, series, baloncesto y algo de literatura; arrebatos y destellos para darle arraigo a la posibilidad. Lo mejor está por venir. A través de esa idea, vivo, disfruto y ordeno la realidad, que construimos juntos cada día :-). Un blog de Pedro Fernaud Quintana
viernes, agosto 30, 2019
jueves, agosto 29, 2019
martes, agosto 27, 2019
domingo, agosto 25, 2019
sábado, agosto 24, 2019
Roás: el paraíso perdido de una aldea lucense
Este breve artículo también podría haberse titulado 'El afecto de los amigos con los que siempre juegas en casa". Por segundo verano consecutivo, el comienzo del Camino estuvo precedido por una jornada en Roás, una encantadora y, para los presuntuosos madrileños que la visitan :p, escondida aldea de Lugo.
Roás es el hogar de veraneo de Rubens y Auro, buenos amigos con los que nos hemos curtido en incontables aventuras, desde el sur de Italia a Cartagena, pasando por recitales poéticos cuasi clandestinos, postales reflexivas del encanto y los retos africanos o magazines radiofónicos veraniegos...
Siempre con un común denominador: la risa, la aventura y la complicidad. No necesariamente en ese orden. Estos dos años hemos tenido ocasión también de conocer mejor a los padres de Rubens: Fina y Artemio (natural de estos hermosos parajes), cuyas cualidades ponen de acuerdo la amabilidad y la socarroneria, el detallismo y la actitud de servicio.
Roás es una oda al aire libre a las aldeas gallegas. Su verdor es complementado por el encanto de las veredas, donde puedes transitar en bici sin mayores dificultades (en ese capítulo, mención propia merece la audacia de Francis, que ha montado en bici en estos dos años de manera bastante digna sin haberlo hecho antes en su vida...).
Recorriendo esos caminos de tierra puedes topar con lugares mágicos, como esa granja en la que moran dos amables aldeanos y su hijo.
Recorriendo esos caminos de tierra puedes topar con lugares mágicos, como esa granja en la que moran dos amables aldeanos y su hijo.
Lo mejor, decíamos, de esas visitas ha sido comprobar cómo la familia alumbrada y alentada por Auro y Rubens crece en plena forma. Eric está cada día más simpático, intrépido y dicharachero. Y Carla nos asombra con sus progresos: uno puede percibir un divertido sentido del humor en su manera de imitar e interactuar con la gente.
También da mucha felicidad comprobar cómo crece la madurez de nuestros anfitriones. Rubens es el talento para vivir la vida (ya sea conducir, organizar viajes, coordinar equipos humanos o escribir sobre una amplia variedad de temas), además de un tipo que hace del servicio un lenguaje de fraternidad, uniendo a la gente.
Y Auro una maestra de los detalles que cobijan y te hace sentir escuchado y cuidado. Aparte de una soñadora que se atreve a cumplir sus sueños (ya sea hacer una beca del ICEX en Sudáfrica, escribir un blog de referencia sobre Africa o hacer un viaje inmenso en el continente hermano o, próxima estación, realizar estudios superiores sobre el continente en el que empezó la odisea de nuestra especie).
Muchas gracias por tanta amabilidad y atenciones, amigos. Normal que durante el Camino os llevaramos dentro y os reconocieramos en el padre que cargaba con su pequeño (y que Francis quiso compartiros enseguida) o en esos haikus que surgieron a modo de gratitud y tributo.
¿El próximo reto? Hay unos canchas muy apetecibles al lado de casa, en el Parque de Ventilla...
Etiquetas:
AMIGOS,
Artículo,
Auro,
Carla,
encanto de las aldeas gallegas,
Eric,
gratitud,
Lugo,
oda a Roás,
Rubens
viernes, agosto 23, 2019
miércoles, agosto 21, 2019
martes, agosto 20, 2019
Los recovecos de la isla luminosa y los aprendizajes del Camino
Este verano ha deparado muchos momentos gratos y algunos aprendizajes de interés. Las vacaciones comenzaron en Mallorca. La tía de Francis, Helena, nos invitó a pasar unos días con ella y su marido, Walter, un simpático caleño cuya pasión por contemplar deporte nos deja al resto de aficionados en simples diletantes.
El resultado fueron nueve jornadas caracterizadas por la generosidad de nuestra anfitriona (que se pidió esos días vacaciones), que nos mostró cada rincón con encanto de la isla, y que nos agasajó con unos platos de primera, que posiblemente habrían dejado sin oficio al cocinero del Olimpo.
Mallorca tiene algo irreal y acogedor. Irreal por su inagotable costa y sus luminosos atardeceres, y acogedor por la simpatía y el cariñoso que nos brindaron nuestros anfitriones, a los que también se sumaba a veces José, el hijo de Walter, un veinteañero tan despierto como simpático.
En compañía de nuestros benefactores mallorquines hacíamos de todo: lo mismo veíamos a la España de Garuba y Aldana ganar el oro europeo SUB-18 en baloncesto que conversavamos sobre pasajes sagrados de la biblia, dada su devoción por el cristianismo evangélico -sí, la misma que profesa Keylor Navas-, del que forman parte activa.
Esa dosis de descanso, camas de agua y baños de sol nos vino de perlas para coger fuerzas cara al Camino. En esta ocasión, optamos por el Camino Francés. Fueron jornadas de superar los límites: en los que se entremezclaron armonía, complicidad, momentos de dificultad, superación y aprendizajes.
El Camino meditar, compartir, deleitarte con la naturaleza verde y fresca galaica y poblar poemas (no necesariamente en ese orden).
El Camino meditar, compartir, deleitarte con la naturaleza verde y fresca galaica y poblar poemas (no necesariamente en ese orden).
Fue una maravilla compartir esta experiencia con Francis y fortalecer nuestro vínculo. Incorporamos muchos aprendizajes para leer con más detalle la situación (los enclaves del Camino Francés suelen estar abarrotados y es recomendable reservar todo con antelación), proporcionar (planificando etapas en los que prime el equilibrio en los recorridos) y ganar en empatía, templanza y perspectiva compartida.
Próximo reto: ir aplicando lo aprendido en el día día del hogar. El curso viene cargado de desafíos, ya os iremos compartiendo algunos de ellos... buen día!
lunes, agosto 19, 2019
viernes, agosto 16, 2019
jueves, agosto 15, 2019
miércoles, agosto 14, 2019
martes, agosto 13, 2019
sábado, agosto 10, 2019
Sentir los límites
Manejar críticas.
Treinta y nueve kilómetros.
Renovar compromiso.
Autora de la foto: Francis Reina Sánchez
Treinta y nueve kilómetros.
Renovar compromiso.
Autora de la foto: Francis Reina Sánchez
Etiquetas:
Camino de Santiago,
haiku
viernes, agosto 09, 2019
miércoles, agosto 07, 2019
Los amigos de Roás
Fina
Amabilidad.
La entrega y afecto.
Sol de familia.
La entrega y afecto.
Sol de familia.
Artemio
Domar parrillas.
Cómo mejorar juntos.
Cuidar lo esencial.
Cómo mejorar juntos.
Cuidar lo esencial.
Auro
Crecer es vital.
Corazón acogedor.
Detalles únicos.
Corazón acogedor.
Detalles únicos.
Rubens
Bromas y juegos.
Talento para vivir.
Servir es unir.
Talento para vivir.
Servir es unir.
Eric
Comunicarse.
Aventura primordial.
La simpatía.
Aventura primordial.
La simpatía.
Carla
Ojos enormes.
Arte para imitar.
Es la ternura.
Arte para imitar.
Es la ternura.
martes, agosto 06, 2019
sábado, agosto 03, 2019
Suscribirse a:
Entradas (Atom)