Es la alegría.
Y el gusto por competir.
Conocer tu rol.
Es entregarte.
Darlo todo en tu tiempo.
Retarnos juntos.
Fuente de foto: Chicago Tribune
Haikus, liras, sonetos, submarinismo emocional...cine, series, baloncesto y algo de literatura; arrebatos y destellos para darle arraigo a la posibilidad. Lo mejor está por venir. A través de esa idea, vivo, disfruto y ordeno la realidad, que construimos juntos cada día :-). Un blog de Pedro Fernaud Quintana
Es la alegría.
Y el gusto por competir.
Conocer tu rol.
Es entregarte.
Darlo todo en tu tiempo.
Retarnos juntos.
Fuente de foto: Chicago Tribune
¿Qué nos desvía?
El dinero y prestigio.
También sexo.
¿Y qué nos centra?
La fuerza del conjunto.
Chispa de bondad.
Lo verdadero.
Avivar lo unitivo.
El tiempo esencial.
El sexo es salud.
Construir afecto neutro.
Incluir, cuidar.
¿Y qué priorizar?
¿De qué prescindirías?
¿Qué es esencial?
Solidaridad.
¿Qué tiempo le dedicas?
Cuida el afecto.
Gestos que graban.
Amor que nos escoge.
Celebrar vida.
Recobrar la fe.
Manantial de disfrute.
Aceptar límites.
Fuente de imagen: Amazon
Pocos bardos como Pedro Salinas han sabido interpretar mejor la fuerza purificadora del amor. Hablamos de una corriente subterránea de goce vital que irradia en cada mirada que el poeta vuelca en este poemario, que funciona como una rica y compleja oda al amor, en su más expansiva e instrospectiva vertiente. Esa paradoja tan especial se explica en la estructura del libro. Primero se celebra a la amada: su decisión, su sensualidad, su entrega y esa manera tan única de celebrar los detalles. Ahí queda claro el amor como canto a la vida. En la segunda parte, el rapsoda se repliega en sí mismo, en la nostalgia de lo que ya no puede ser. Y aprende a añorar a su amada, en un ejercicio de nostalgia no exento de futuro generacional (misterios de la comunicación poética).
El libro funciona en un in crescendo que imita a la relojería del espíritu: con versos blancos, de suaves simetrías, metáforas a contraluz y una narratividad en la que prima la altitud y el asombro. Una manera de celebrar el amor que acaba elevando la vida y el gusto por poblarla...recomiendo escucharlo en esta versión de audiolibro, con la voz de Tomás Galindo.
Los chascarrillos.
Anécdotas con sabor.
Arte en madurar.
Color nostalgia.
Gracia en contar historias.
Pegamento alma.
Estibadores.
El código Sobotka.
El bien común.
Viento a los códigos.
El lado más tiniebla.
¿Quiero una brújula?
Fuente de foto: El Confindencial
Enlentecernos.
La suavidad centrada.
La sincronía.
Hacerse cargo.
Tratarse muy bien, jugar.
Ampliarnos juntos.
Papeles que ayudan.
Facilitar la vida.
Suave y amable.
Hablar con todos.
Superar sufrimiento.
Alguien más neutro.
Tajo colosal.
La brisa y fatalismo.
Fado que inspira.
Y el tranvía.
Es la escuela de vibrar.
Arista humana.
Pequeños gestos.
Pasteles que encandilan.
Fluye lo apacible.
Pasear sinuoso.
Bella y destartalada.
Falar encuentros.
Un pueblo calmo.
Epopeya de playa.
Buenos recuerdos.
Estirar sueños.
Pasarlo bien, aprender.
El juego es amplio.
Honor y deber.
Diversidad galáctica.
Vida sintética.
El compromiso.
La confianza y el orbe.
Trabajo grupal.
Fuente de imagen: Xataka