martes, enero 23, 2007

Tus propios límites


Un paseo por la playa
al borde de la noche amplia,

cuando un defensa central derriba
a un delantero con el toque suave
del balón abriendo un túnel entre sus piernas

la lenta velocidad de los cuerpos
incinerando estrellas

alguien cincela un verso libre
si tiene imaginación
y ganas
sobre todo ganas
y sentido del descubrimiento

entonces puedes convocar
pequeñas maravillas
sólo con algo de

espontaneidad.

Un beso a traición en el telesilla
la solidaridad del quinceañero
o la
ternura de tus manos reglando

un dibujo en espiral
a una muñeca de ébano.

A veces las manos libres
sirven para eso
para disfrutar en la lenta cartografía
de nuestros juntos límites poéticos.

Mapas de asombro y respiración que
solo surgen
cuando liberas nuestras fronteras

en el blanco de tu cuerpo.

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