Unos pantalones rotos son un tatuaje atormentado. Un autógrafo serigrafiado de la prohibición. Cuando una mujer bonita los luce, da igual que sea una presentadora de televisión o una ex-novia, sabes que la señora de las tinieblas viene a por ti, con esa mezcla de desafío y normalidad que te enciende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario