Desagradable.
Es cuando te encierras.
¿Y de lo mío?
El otro, lejos.
Sálvese quien pueda.
Tejido a sanar.
Haikus, liras, sonetos, submarinismo emocional...cine, series, baloncesto y algo de literatura; arrebatos y destellos para darle arraigo a la posibilidad. Lo mejor está por venir. A través de esa idea, vivo, disfruto y ordeno la realidad, que construimos juntos cada día :-). Un blog de Pedro Fernaud Quintana
Desagradable.
Es cuando te encierras.
¿Y de lo mío?
El otro, lejos.
Sálvese quien pueda.
Tejido a sanar.
Ser lo más justos.
Medir nuestros estados.
Describir neutro.
Hacer con otros.
Cabeza y corazón.
Son unitivo.
Sentir la rabia.
Desahogarse. Sanar.
Sentir al otro.
Reconciliarse.
¿Qué ponemos en juego?
Surfear los rasgos.
Velar por lo común.
Abrir futuro.
Jugar, celebrar.
Seducir y persuadir.
Sumar amigos.
Cultivar alma.
La vida consagrada.
Hablar divino.
Trabajo coral.
El sabor más esencial.
Bucear interno.
Fuente de foto: Diario siglo XXI
Misterio turbio.
El valor de la lealtad.
¿Y esa amistad?
Descubrir hechos.
El amor prohibido.
Mundo en conflicto.
Fuente de foto: El espectador imaginario
Francotirador.
La vida y la nostalgia.
Celebrar arte.
La irreverencia.
Ser honesto en el juicio.
Viva la amistad.
Fuente de foto: Cinemagavia
Reparar daños.
Ayudar a condenados.
Justicia plena.
Querer escuchar.
Traspasar los prejuicios.
La vida digna.
Fuente de foto: Netflix
Aceptar fallos.
Caballos que redimen.
Templar nervios.
Abrirse paso.
Hilvanar cada amistad.
Reconciliarse.
El ritmo y humor.
Disparate conjunto.
Amor salvaje.
Romper barreras.
Sí, es llevarse al límite.
Romanbarrotes.
Lo emocionante.
Cultivar la amistad.
Eterno vínculo.
Aura de hombres G.
Divertirse y cuidarse.
Las cercanías.
Aprender juntos.
El riesgo y lo fraternal.
Superar límites.
Encajar dolor.
Cultivar el sentido.
Vocación.
Vida es escuela.
Integrar nuestra pérdida.
Cuidar proceso.
Es darse un tiempo.
Rescatar lo valioso.
Tratarse muy bien.
Abierto al cambio.
Aprender de errores.
Reprogramarse.
Aprender mutuo.
Y cambiar cada límite.
La amabilidad.
Fuente de imagen: Wikipedia
Escucha activa.
Atender, expresarse.
Un dar esencial.
Complementarse.
Describir, sintetizar.
Aprender juntos.
Es la alegría.
Y el gusto por competir.
Conocer tu rol.
Es entregarte.
Darlo todo en tu tiempo.
Retarnos juntos.
Fuente de foto: Chicago Tribune
Gestos que graban.
Amor que nos escoge.
Celebrar vida.
Recobrar la fe.
Manantial de disfrute.
Aceptar límites.
Fuente de imagen: Amazon
Pocos bardos como Pedro Salinas han sabido interpretar mejor la fuerza purificadora del amor. Hablamos de una corriente subterránea de goce vital que irradia en cada mirada que el poeta vuelca en este poemario, que funciona como una rica y compleja oda al amor, en su más expansiva e instrospectiva vertiente. Esa paradoja tan especial se explica en la estructura del libro. Primero se celebra a la amada: su decisión, su sensualidad, su entrega y esa manera tan única de celebrar los detalles. Ahí queda claro el amor como canto a la vida. En la segunda parte, el rapsoda se repliega en sí mismo, en la nostalgia de lo que ya no puede ser. Y aprende a añorar a su amada, en un ejercicio de nostalgia no exento de futuro generacional (misterios de la comunicación poética).
El libro funciona en un in crescendo que imita a la relojería del espíritu: con versos blancos, de suaves simetrías, metáforas a contraluz y una narratividad en la que prima la altitud y el asombro. Una manera de celebrar el amor que acaba elevando la vida y el gusto por poblarla...recomiendo escucharlo en esta versión de audiolibro, con la voz de Tomás Galindo.
Enlentecernos.
La suavidad centrada.
La sincronía.
Hacerse cargo.
Tratarse muy bien, jugar.
Ampliarnos juntos.