El Quijote del siglo XXI también tiene
pequeñas intolerables dosis de genialidad y locura.
El Quijote del Siglo XXI frecuenta varias cárceles para
su cuerpo, cada día más cerca del mástil.
Me lo encuentro de cuando en cuando,
siempre con prisas y una melancólica broma a punto.
El Quijote del Siglo XXI
es un visionario de la arquitectura
que bebe coca cola
y habla como un poeta romántico
mientras gana y gana premios.
Prefiere no enamorarse,
ahora lleva gafas
y aspira humo prohibido
para liberarse la cabeza de otros sueños y otros tiempos.
La humana prueba de que a veces es
mejor no contarlo todo.
pequeñas intolerables dosis de genialidad y locura.
El Quijote del Siglo XXI frecuenta varias cárceles para
su cuerpo, cada día más cerca del mástil.
Me lo encuentro de cuando en cuando,
siempre con prisas y una melancólica broma a punto.
El Quijote del Siglo XXI
es un visionario de la arquitectura
que bebe coca cola
y habla como un poeta romántico
mientras gana y gana premios.
Prefiere no enamorarse,
ahora lleva gafas
y aspira humo prohibido
para liberarse la cabeza de otros sueños y otros tiempos.
La humana prueba de que a veces es
mejor no contarlo todo.
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