Serás uno de esos artistas.
Uno de aquellos a los que
Eternidad
corteja.
Permitirás fluir el movimiento.
Y con-fluyente, tu destreza.
La serenidad y el orden enamorarán a tu generación.
Pero serán los dejes lánguidos y
la profundidad-ambigüedad de tus ‘recordados’
lo que te guardará un hueco en la historia de las historias.
Perderás mucho y pronto.
Explorarás las cavernas del alma.
Los poderosos te meterán piedras en la riqueza.
Tu depósito de sentimientos apenas franqueará la edad de Cristo.
Morirás desde un delirio de prohibición y sensualidad.
A cambio, la tormenta y la belleza de
tu auto-adolescencia será un símbolo
de la perfección de algunos de tus arañazos.
(Para, desde Rafael Sanzio)
