martes, mayo 26, 2015

La soledad del triunfador



Siempre imaginamos a un triunfador rodeado de chicas, acariciando sacos de euros o cenando en un palacio hindú (ya sabemos que el éxito es algo más cercano, pero de eso hablaremos otro día). Dentro de esa escala de sueños de adolescencia, el baloncesto tiene grupo parlamentario propio.
El protagonista de esta foto es mi amigo Collan. La foto fue tomada en plena celebración de la Novena Copa de Europa. Tuvimos que esperar un año para plasmarla (no entraré en detalle pero para fabricarla tuvimos que encararnos con un ejército de macabeos, llevamos al psicoanalista a los Sergios y componer una decena de odas a la acomodadora de nuestro sector…). Todo para llegar a este momento.

En las orillas del éxito, a nuestro general (Felipe Reyes) le dio un calambre de cuidado. Pero nuestros amigos no nos fallaron. Carroll hizo de Collan y embocó triples con la misma facilidad que nuestro amigo enciende las carcajadas con su humor torrencial. Ayón hizo de la sobriedad un poema, en claro homenaje a Fran y sus previas para Fiebre, KC Rivers dio un paso adelante cuando reinaba la confusión en inequívoco homenaje a Davide y Dani sacaba bíceps para celebrar el hormigón fluido y los intangibles del señor Maciulis.
Nuestros fichajes para la fiesta, el elegante Theobald y el inclasificable Fernando, nos dieron las dosis necesarias de anécdotas de baloncesto que necesitábamos…Con maese Alejo soplando en la distancia con su abono mágico.

El caso es que en la Final Four nos deslizamos por un tobogán hecho con las dosis justas de incertidumbre. Y después de tanta facilidad elaborada, la gloria de los campeones. Cánticos, confetis, bailes…Un champán salpicado de collejas, alivio, alegría y cierta incredulidad en nuestro ánimo. La foto ilustra perfectamente esas sensaciones.
ollan quiere captar el momento con la ayuda de su bandera asturiana. Es la soledad del triunfador. La alegría calma de quien, de repente, descubre un sueño hecho realidad.

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