Haikus, liras, sonetos, submarinismo emocional...cine, series, baloncesto y algo de literatura; arrebatos y destellos para darle arraigo a la posibilidad. Lo mejor está por venir. A través de esa idea, vivo, disfruto y ordeno la realidad, que construimos juntos cada día :-). Un blog de Pedro Fernaud Quintana
domingo, noviembre 02, 2014
Bob Marley: el pegamento de la lucha, la calma, la alegría y la perserverancia
Bob Marley es uno de esos iconos cuya popularidad es inversamente proporcional al conocimiento tenemos de ellos (en esa categoría, quizá el número uno lo ocupa el Che Guevara). De acuerdo, sí, todos alguna vez hemos escuchado sus canciones, varios de ellas himnos por derecho propio. En esa categoría señalaría por ejemplo One Love, Everything is Gonna Be Allright y Don't worry Be Happy.
Todos lo colocamos pues como una cima del reggae, el estilo musical jamaicano que él popularizó en todo el mundo. Lo que no tenemos tan claro es la singladura vital y las claves principales que caracterizaron esa historia. En este documental, que merece ser devorado en una tarde sin prisas, asistimos a la historia de un joven jamaicano que nació de la atracción entre una negra y un blanco. Hijo del mestizaje y de la miseria que derribó las dificultades de la vida con una curiosa mezcla de alegría, rabia, centramiento en la música y perserverancia.
Este músico, guitarrista y compositor jamaicano era por lo visto un tímido profesional. Tan lleno de aristas como deseado por las mujeres, a las que se entregaba con una devoción que deja en aprendices a la mayoría de ligones que podemos traer ahora a nuestra memoria. Tanto amor físico dejó un rastro considerable de hijos (difícil fijar un número concreto, a la vista de los artículos consultados).
Hablamos también de un hombre que recibió balas en su intento de juntar a su pueblo a través de la música (recibió un balazo en su brazo, sobreviviendo milagrosamente a un tiroteo generado a raíz de su implicación política).
Un tipo, en suma, que adoraba jugar al fútbol con sus colegas. Un joven con una acentuada conciencia social (cunado él era niño, acostarse habiendo bebido agua ya era un éxito, por lo que nos cuentan en este documental), que canalizaba a través del movimiento rastafari.
Una persona, en definitiva, que hizo una banda sonora única que todavía nos inspira y divierte, nos apacigua y centra. Música hecha para unir y para celebrar aquello que nos une más allá de nuestras divisiones, tormentas y limitaciones: amor, poesía y sentido del humor...Gracias Bob.
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