Dormiría en una colchoneta.
Perdería el sentido de los horarios.
Encendería un proyector en mi piel.
No me cansaría de visitar mis personajes.
Esos tipos abrumados, esas chicas heridas
a los que a veces parece que no puedo
abrir el viaje.
Colocaría el miedo junto al rastro estelar.
Me taparía con una sábana de arena.
Daría puerta al frío de las prisas mesetarias.
Me refugiaría en la pereza de un panda,
cartografiaría las emociones del tigre.
Y aprendería a volar como un delfín.
Me tomaría más cosas con calma.
Casi todo se vive mejor con alma.
Escucharía más a menudo mis entrañas.
Seguiría compartiendo:
el fuego de estar flotando,
el tren del altiplano de mi mente,
los fruncidos de tus fresas.
Si pudiese empezar de nuevo,
te hubiese repetido antes.
;) ;) ;)
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