El verano despega con una sabiduría más templada, quizá menos reluciente, pero definitivamente más divertida. Hace tres o cuatro semanas se cumplieron los sueños de dos, tres generaciones y España levantó la copa de los campeones del Viejo Continente. España, ese equipo de perdedores talentosos, le dio calabazas a su destino y ganó generando belleza. Como se supone que no se puede, según los aguafiestas purpurados.
Refresco es un pase de Cesc Fabregas deteniendo el tiempo, doblando el tobillo de goma mientras silba, mirando a la rubia rusa de la grada mientras comba la pelota para que Guiza se gane el contrato de su vida embolsando la pelota, creando una vaselina como quien se bebe el rebujito de media tarde.
Refresco es ese casi adolescente de Arenys del Mar hablándole a la pelota, con el estadio de 80.000 almas volcando sus expectativas mientras él libera de complejos a su gente y de paso invita a los italianos a tragarse su fanfarronería. Seguro que a partir de este verano su ya discutible índice de éxitos con las nuestras morenas empieza a declinar. Gol de manual: Bufón a un lado, la pelota a la otra esquina en virtud de un disparo raso. Sencillo como hacer las cosas y no pensarlas más de la cuenta. Sencillo como el arrebato de inspiración del señor Collan elevando a una neumática quinceañera en el concierto de Pereza, mientras esos rockeros mascota nos demostraban que la fiereza de postal no está reñida con la camaradería con los tuyos. La plaza se llenaba de chicas pijas pintadas como guerreras y groupies de treinta mientras los príncipes del preferiría no hacerlo reventaban el escenario con sus letras desencantadas y optimistas.
En esta España que causaría asombro a nuestros abuelos seguimos buscando, pero cada vez con mejores argumentos. Davide desnuda algunas de las ciudades leyenda del planeta con sentido del humor, familiaridad y precisión (Lo mejor NO ES DORMIR). Precisión de doctor que tiene claro el conjunto de contraindicaciones y que sin embargo consume los licores más desgarrados para que su chica no pase por alto ninguna de las maravillosas posibilidades de Alexander Platz. Momentos envueltos en una música especial, donde Casillas evoca a sus ancestros de la sierra y pone cara de mala uva cuando le hablan de El Dorado. Así, cuando toca alegrarse, no puede salir de su calma zen y el mundo vibra con sus estiradas imposibles. Un chico de barrio que simboliza a una selección de la que sentirse orgulloso. También importa el cómo. A Torres le pueden llamar lelo, malqueda o tímido. Pero el tío metió el gol definitivo porque tuvo fe, coraje, determinación y dejó sin adherencia a Lahm en una carrera donde agregó a sus condiciones de felino el toque visionario de los grandes.
Tres semanas antes dos rockeros politoxicómanos emocionaban a decenas de centenares de desconocidos con unos retratos musicados del nirvana sentimental. Sensaciones familiares. Cuando estas bien con tu piba y al tiempo estás aburrido. Explosiones de placer y miedo a que todo deje de ir tan bien. Quién no ha sentido alguna vez algo así. La luna deslumbra a un grupo de buscadores y engullimos perritos calientes con la alegría de los inaugurales mientras hay tiempo para debatir sobre el hambre de los bostonianos o las bellezas de Argentina.
Refresco es celebrar un título con más amigos que nunca. Pakillo, el culé; Luisito el colchonero y los clásicos de las celebraciones merengues, todavía me acuerdo de cuando Collan, Luisja y este recolector de alegrías colonizamos la Cibeles a la salud del señor Herreros…Y el país se llenó de banderas y altavoces y tías y tíos borrachos de felicidad. No se por qué, nena, no se por qué, pero intuyo que esa lista es solo el principio del despegue. Próxima estación: Cambados, donde brindaremos por los bikinis caribeños, las gallegas ignotas y la próxima genialidad de un tal Ricard Rubio.
1 comentario:
Gran post, casi tan grande como tu.
Una pena haberme perdido el recital del viernes pasado, pero por esos días andaba yo perdido entre los 2 paises que fueron maximos testigos de nuestra coronozación en Europa: Alemania como sufridor de nuestro futbol de tiralíneas, y Austria como escenario de nuestra hazaña.
1Abrazo,sempiterno poeta.
Señor Fo.
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