En los peores momentos
leía a Mr Boyero
(uno de los sobrevivientes).
Ese tipo ha tragado cine para varias
generaciones
y de vez en cuando
proyecta algo
de esa luz
y su desgastada vida
en alguna frase innumerable
marcada por el ingenio, la inteligencia y
una desolación que ayuda y ayuda.
Todos los jueves
-ofrece esa voz desangelada-
es preguntado lo mismo cientos de veces
-así entrevistan ahora-
y responde
y confesa vicios que hace tiempo abandonó
por el gusto de jugar, recordar y quien sabe si reivindicar.
Reivindicar por ejemplo la tragedia de un crítico de cine
cansado del cine-casi todo-
pero cansado de la vida-casi toda-.
Y cansado como está,
sugiere mundos
sugiere mundos
lugares
donde
acercarse al
placer, la locura y los breves compases de completo delirio
-poco importa ya si sexual,
intelectual o al alcance de cualquiera-.
Lástima le pueda
a veces
la esclavitud
(el personaje)
y se pierda en fantasmas
o entre en absurdas provocaciones.
Poco importa,
estos jueves
una anónima tribu de inadaptados y
anhelantes
le preguntan
le preguntamos cómo
vivir.
(Para David)
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