viernes, diciembre 01, 2006

Sucedió una noche (segundo intento)


Cuando la era adolescencia era eterna
surgían noches-miedo sin descanso;
piensa en noches como alegría abierta,
sitios donde bailar lento descalzo.

El firmamento desciende de esos miedos
y ellas, dulces lentas como promesa,
anuncian queremos algo más de cielo;
difícil no mezclar risa y cerveza.

Mueren timideces como reclamo
surgen complicidades como besos
y, seductora, liberas la mano.

No, nadie nunca te creerá muchacho
pero ellas ella se acerca sin miedo.
Y, rabia, no cede tu desencanto.

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