Fuente de foto: revista Fotogramas |
Argumento: un músico afroamericano de piezas clásicas contrata a un grandullón buscavidas italiano para que le guíe y proteja en una gira por el Estados Unidos más cerrado y racista de los años 60.
Por qué me gusta. Porque es un canto a la amistad que emociona desde la sencillez y la sutileza, con personajes llenos de aristas y humanidad. También por la viveza y la lucidez de sus diálogos. La película cautiva porque muestra la dureza y la sinrazón de los prejuicios, pero sin olvidar dibujar chispazos de humor y cobijo entre dos desconocidos, que van tejiendo una amistad y aprendiendo el uno del otro.
Por el trabajo actoral de Viggo Montersen y Mahershala Ali, que bordan sus interpretaciones, componiendo contrastes que se complementan entre sí (vitalidad y elegancia, autenticidad y delicadeza).
¿Qué echamos de menos? ¿Qué no haya sido concebida como serie? De esta manera, podriamos haber disfrutado más de esta maravilla. Mi amigo Alfonso me comenta también que la familia del músico no estaba muy contenta de la ecuanimidad de la historia, que por lo visto está muy articulada desde el punto de vista del grandullón italiano.
Un aprendizaje que deja la historia: cómo la apertura emotiva en una amistad puede mestizarte la sensibilidad y hacerte mas completo en la manera de apreciar y disfrutar de la vida.
Gran película, Peter. De Viggo Mortensen ('Vivo o muerto, viggo o mortensen', que diría un amigo), como es habitual, metió guiños a su San Lorenzo de Almagro, desde una camiseta a bastones verticales azules y granas, hasta un "CASLA" tallado en una pared cuando sobre el cabecero de una cama.
ResponderEliminarUn gusto como siempre leerte.
Un abrazo
Muchas gracias Eze.
ResponderEliminarLo mismo digo: un gusto sentirte cerca.
Esta semana te llamo para concretar quedada estos días.
Un abrazo,
Peter