De qué va. Un actor con cierta reputación está enfermo y recibe la visita de su amigo del alma, llegado del mismísimo Canadá. El dinero no será un problema; la comunicación, a veces. Juntos recorrerán un tour de force emocional lleno de complicidad, alegría, amargura y mucha emoción, empaquetada por momentos en un elixir llamado contención. Un viaje en el que Truman, el perro del protagonista, se convertirá en una metáfora de la pervivencia de los afectos.
Por qué me gusta. Por lo bien delineados que están los personajes: con sus gestos y sus silencios; por lo que dicen y también por lo que callan. El silencio es un arte lleno de sutileza. Porque resulta una historia que conmueve, divierte y conecta con el dolor sin sobreactuaciones. Una cinta en la que los diálogos funcionan con la fineza de un mecanismo de relojería. Porque Darín llena la pantalla y porque Cámara no desmerece en la réplica.
Las pegas. Por momentos, uno tiene la impresión de que a la historia le faltan un par de metros de profundidad, algún hito con el que vincularse, por qué no emocionarse, sin reservas con los protagonistas.
Cuando verla. Cualquier día en el que estés sediento de buen cine, sin estridencias.
Haikus, liras, sonetos, submarinismo emocional...cine, series, baloncesto y algo de literatura; arrebatos y destellos para darle arraigo a la posibilidad. Lo mejor está por venir. A través de esa idea, vivo, disfruto y ordeno la realidad, que construimos juntos cada día :-). Un blog de Pedro Fernaud Quintana
domingo, febrero 28, 2016
domingo, febrero 21, 2016
El Renacido: la belleza del instinto encontrando supervivencia
De qué va. Un
explorador fuera de lo común y sus compañeros de expedición son asaltados por
una tribu de indios. A partir de ese episodio, se ven envueltos en una historia
de supervivencia y huida donde el protagonista se verá abocado a una situación
extrema, con un antagonista que le colocará al borde mismo del vacío.
Por qué me gusta.
Porque está narrada con estilo y planos secuencia de alta calidad, plenos de poesía
visual, en un entorno que acaba copando una parte notable de la película,
deudora de su capacidad para cautivar al pulso artístico de González Iñarritu
(que nunca asistió a la clase de menos es más, con toda la poesía y pasadas de
frenada que eso implica) y la fotografía de Lubezki. También por la
autenticidad de sus diálogos, mantras y contención, con una mención especial
para las interpretaciones de Tom Hardy y Leonardo Di Caprio.
Las pegas. El
exceso de metraje (la cinta se va a las dos horas y media) se traduce en un
ritmo desigual. La primera parte, espléndida en cuanto a ritmo, pierde fuerza
conforme discurre una historia que se atraganta de ensimismamiento en su tramo
central, aunque la parte final recupere parte importante de su fuerza y
energía.
Cuándo verla. Un
día entresemana, cuando pienses que en tu vida a veces estás con la luz de
reserva en el depósito de energía…O un martes que necesite ser mineralizado J
domingo, febrero 14, 2016
Joy: ¿será Jennifer Lawrence la Meryl Streep del próximo tiempo?
De qué va. En un tiempo en el que parece que una actriz de Hollywood no puede serlo si no es una mujer atractiva, Jennifer Lawrence suma a su belleza su talento actoral, que da combustible a una historia de superación que relata el sueño americano con todas sus fases de decenas de intentos fallidos hasta encontrar la senda del éxito.
Joy es una treintañera que sobrevive como puede mientras mantiene a su familia, paga facturas a tutiplén y ejerce a un tiempo de madre, hermana, hija de padres divorciados, trabajadora a contrapelo y mujer estresada que a duras penas encuentra energías para limpiar la casa. En esta dinámica, recupera la esencia de una abuela que siempre creyó en ella e idea una fregona novedosa, que limpia la casa con una eficacia sedosa, acorde con las prestaciones de su mopa, tan ajustable en el trazo de limpieza como fácil de renovar gracias a que se puede meter directamente en la lavadora; una miracle mop que hace furor en los años 70 y 80, terreno en el que discurre la historia.
Por qué me gusta. Por la fuerza de la protagonista (tanto el personaje de ficción como la intérprete). Porque nuestra una historia de superación hecha con todos los jalones. Porque pone el foco en una persona que ha dejado de lado sus sueños de realización profesional (personal si hablamos de concretar historias de desarrollo más allá del ámbito familiar) y explora su pericia vital sin ambagues. Es una historia entretenida, por momentos bastante cruda, con algunos momentos de humor que la hacen más digestiva y con dos o tres escenas emocionantes en la medida en que ofrecen la ocasión de sentir alegría, asombro, conmoción, pena, sorpresa y...Bueno, ya saben ustedes, el carrusel completo que comporta la historia de una conquista personal.
Las pegas. El director de esta historia, David .Russel, no aprovecha el excelente trabajo de actores como Isabella Rosellini, Robert de Niro, Bradlley Cooper o Édgar Ramírez para explorar otras subtramas que hubieran dotado a la cinta de más calidad y profundidad.
Cuándo verla. Un día en el que queráis sentir más cerca a vuestros abuelos, con independencia de que estén ya o no en vuestra vida.
sábado, febrero 06, 2016
Lágrimas en la lluvia: distopía con aroma a esperanza
De qué va. Madrid, 2.109. Bruna Husky es una androide con tejido humano que trabaja como detective. En este mundo futurista, el cambio climático ha cuajado y las plagas fastidian la salud del planeta, que renquea bastante; incluyendo tensiones varias entre humanos. Es un entorno áspero donde la sospecha es moneda de cambio habitual y la amistad transpira a través de personas inadaptadas...
En este entorno, Bruna destaca por su elegancia, tenacidad y meticulosidad para averiguar aristas al problema de esa oleada de accidentes, que tiñe de caos "Los Estados Unidos del Mundo".
Por qué me gusta. Por la sugerencia de algunas viñetas (Bruna exhala sensualidad y fuerza, mientras que algunos de sus cómplices dibujan ternura, entereza y algo parecido a la magia en su manera de robarle ases a la extinción). También por la fuerza y la sabiduría que respiran algunos diálogos (como memoristas que conjuran una pérdida incluyendo recuerdos que inculcan a sus cyborgs la idea de un todo armónico). Imaginativa y transgresora, así es esta historia; que cautiva con un efecto misterioso; por lo que se sugiere, por el humor contenido que reparte su heroína en algunos de sus diálogos...
Aspectos mejorables. Parte de su encanto es parte de su limitación...Insinúa mucho, a veces se echa de menos más claridad en la trama. Y el final, aunque tenga aliento poético, deja cierta sensación de...Falta de vuelo, quizá como el propio mundo que se bosqueja.
Cuando leerla. Por ejemplo, en los viajes en metro en el suburbano madrileño en pleno invierno con ínfulas canarias...
Adaptación de la novela de Rosa Montero
Guión original de Damián Campanario
Dibujos de Alessandro Valdrighi
En este entorno, Bruna destaca por su elegancia, tenacidad y meticulosidad para averiguar aristas al problema de esa oleada de accidentes, que tiñe de caos "Los Estados Unidos del Mundo".
Por qué me gusta. Por la sugerencia de algunas viñetas (Bruna exhala sensualidad y fuerza, mientras que algunos de sus cómplices dibujan ternura, entereza y algo parecido a la magia en su manera de robarle ases a la extinción). También por la fuerza y la sabiduría que respiran algunos diálogos (como memoristas que conjuran una pérdida incluyendo recuerdos que inculcan a sus cyborgs la idea de un todo armónico). Imaginativa y transgresora, así es esta historia; que cautiva con un efecto misterioso; por lo que se sugiere, por el humor contenido que reparte su heroína en algunos de sus diálogos...
Aspectos mejorables. Parte de su encanto es parte de su limitación...Insinúa mucho, a veces se echa de menos más claridad en la trama. Y el final, aunque tenga aliento poético, deja cierta sensación de...Falta de vuelo, quizá como el propio mundo que se bosqueja.
Cuando leerla. Por ejemplo, en los viajes en metro en el suburbano madrileño en pleno invierno con ínfulas canarias...
Adaptación de la novela de Rosa Montero
Guión original de Damián Campanario
Dibujos de Alessandro Valdrighi