acuérdate de cuidar de la alegría, el movimiento
Haikus, liras, sonetos, submarinismo emocional...cine, series, baloncesto y algo de literatura; arrebatos y destellos para darle arraigo a la posibilidad. Lo mejor está por venir. A través de esa idea, vivo, disfruto y ordeno la realidad, que construimos juntos cada día :-). Un blog de Pedro Fernaud Quintana
sábado, julio 25, 2015
domingo, julio 19, 2015
domingo, julio 12, 2015
El mundo de Sofía: la contabilidad de 2.500 años de aprendizajes contada con imaginación, humor y sentido de la síntesis
¿Para qué sirve la literatura? Una de mis respuestas favoritas
es para hacernos más amplios. Esa
apertura es la que he encontrado leyendo el Mundo de Sofía, la novela con la
que el escritor noruego Jostein Gaarder popularizó la filosofía entre adolescentes
y adultos a principios de los 90.
El libro se lee con deleite porque emplea un tono sencillo y
didáctico para explicar las claves que estructuraron el pensamiento de los
principales filósofos (al menos, una significativa selección) que han
vertebrado la historia del pensamiento occidental en las, aproximadamente, últimos
2.500 años.
Me gusta la historia porque es entretenida y está contada
con suficiente aroma de misterio y elegancia; un viaje que se articula a través
de la figura de Sofía, una despierta adolescente que está a punto de cumplir 15
años y que por el camino es guiada por su profesor de filosofía, Alberto, quien
disecciona para ella la quintaesencia de las claves ideológicas de filósofos
como Platón, Aristóteles, Kant o Hume, entre otros.
Esa conexión, la manera en la que la filosofía puede
ayudarte a manejarte por la vida con criterio propio, decisión y capacidad
crítica, es uno de los grandes aciertos de esta historia, en la que uno
disfruta de un armisticio entre su parte sensible (avalada por el empirismo de
Hume) y la racional (Descartes), entre otras armonizaciones, donde el asombro,
la capacidad de aprender sin límites y la humildad funcionan como ejes a través
de los que crecemos personal y colectivamente.
Ahora o nunca: la comedia que no termina de despegar
De qué va: chica
guapa gusta a chico tímido y friki. Pasa el tiempo y el chico conquista a la
chica. O al revés. El caso es que la relación se ha consolidado con el paso del
tiempo y los protagonistas se disponen a casarse. Algo más o menos emocional si
no mediara una serie de catastróficos contratiempos que sirven como motor de
esta historia costumbrista del XXI.
Siento decir esto, pero no merece la pena gastar el dinero para verla en el cine. Otra cosa es, si en el curso de unos meses, uno quiere puede pasar un rato entretenido en el rastro de una tarde invernal en su compañía.
Por qué tiene un tono
simpático. Porque sus intérpretes tienen gracia y, como en toda comedia
mínimamente decente que se precie, la comedia ofrece dos o tres toques
realmente divertidos.
Por qué no funciona:
porque está cargada de clichés, porque no te sorprende y porque carece de un
ritmo de crecimiento que te vincule realmente con la historia.
Lo mejor de la peli.
La confirmación de que Dani Rovira tiene las trazas para ser un comediante de
primera; transmite una rara mezcla de simpatía, humanidad y vulnerabilidad. Hay
quien incluso lo ve como un galán de comedia. En cualquier caso, no pierdan de
vista su matrícula.
¿Hay que verla?Siento decir esto, pero no merece la pena gastar el dinero para verla en el cine. Otra cosa es, si en el curso de unos meses, uno quiere puede pasar un rato entretenido en el rastro de una tarde invernal en su compañía.