viernes, diciembre 12, 2014

Ladrones de esperanza, rincones de cambio



De qué va. Cuenta la historia de un grupo de niños y adolescentes brasileños que sobreviven en un poblado de favelas que linda con un vertedero, donde los chavales y toda una comunidad de familias sobreviven día a día rescatando cosas de la basura. Así hasta que uno de ellos descubrirá una cartera que cambiará para siempre el curso de sus vidas.

Por qué me gusta. Es dinámica, fresca e irreverente. Pone el foco en la denuncia social, pero no se queda ahí. Agrega buenas dosis de acción, fantasía y ternura, sin escatimar tampoco en raciones de humor y un ritmo bastante conseguido.

Además, es impagable ver falar portugués e inglés alternativamente a Martin Sheen, que en esta película hace de sacerdote yankee que funciona como referente moral de la comunidad.

Las pegas. Por momentos, tiene toques de irrealidad (rollo Matrix, las balas se hacen las erráticas con una milagrosa obstinación…). Da igual, lo pasas teta con el humor y el mundo interior de los chavales y la delicadeza y valentía con la que se protegen. Además, el director demuestra pulso para moverse entre lo mágico y lo real para acabar construyendo un relato sólido, que tampoco esquiva ninguno de los rincones sórdidos del mundo que retrata.

Cuándo verla. Muy apropiado para los días en los que estás adormilado o de resaca. Te revitaliza. 

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