De qué va
Un adolecente tan brillante como conflictivo va a ver a su padre en Marrakech. Cuando el chico era pequeño, su progenitor rompió con su madre. Y desde entonces el contacto entre ellos ha sido más bien escaso. Su padre es un exitoso director de teatro, ligón y adinerado. Tras unos cuantos desencuentros, el conflicto entre los dos no tarda en quedar de relieve.
Una noche, nuestro protagonista dice sí a la llamada de la aventura. A partir de ahí, se desencadena un viaje iniciático; poblado de belleza, aventura, incertidumbre y una buena pila de reproches.
Por qué me gusta
Alguna historias te tocan varias fibras. Y esta es una de ellas.
La historia está contada con ritmo. Es sugerente, desolada y veraz a un tiempo. Nos traslada un universo poco poblado por los occidentales, en el que las relaciones humanas, además del terreno, resultan tan pintorescas como cercanas...Tanto que hasta puedes sentir los olores la belleza que los impregna. Asimismo, la fotografía abre muchos ángulos en la historia. Y el conflicto entre padre e hijo tiene aroma de multiverso: drama, aventura, comedia, tragedia y redención.
Además, las interpretaciones de lo personajes cruciales (el padre, la novia que no quiere serlo y, sobre todo, el protagonista, cuya economía gestual es inversamente proporcional a su capacidad expresiva) rayan un nivel notable.
En suma. es una de esas historias que dejan poso; que intrigan, divierten, desasosiegan y también deleitan.
Pegas: en algunos momentos, la historia languidece de ritmo. Sobre todo, en su segundo tercio.
Cuándo verla: temo que esta recomendación llegue tarde para verla en el cine. Buscad la película. Y miradla en un día incierto e incluso adverso. Os dejará una sensación de apertura y aprendizaje. O de recordatorio que conforta, tanto da :-).
Haikus, liras, sonetos, submarinismo emocional...cine, series, baloncesto y algo de literatura; arrebatos y destellos para darle arraigo a la posibilidad. Lo mejor está por venir. A través de esa idea, vivo, disfruto y ordeno la realidad, que construimos juntos cada día :-). Un blog de Pedro Fernaud Quintana
viernes, octubre 31, 2014
Boyhood: historia de una sensibilidad y un crecimiento
De qué va
Boyhood cuenta la historia de un chaval cuya madre se separa de su padre cuando el él y su hermana son todavía unos niños. Su hermana es una pequeña expansiva con tendencia a poner poses artísticas cuando se presenta la ocasión.
El tiempo discurre. Varios padres postizos se cuelan en la familia. Ninguno de ellos cuenta con la suficiente estabilidad emocional como para mejorar las condiciones de la familia. Ese trasiego emocional crea un hilo de mudanzas que tampoco ayuda a edificar demasiada protección en la vida de nuestro protagonista. De todos modos, algunas cosas crecen: los ligues, su pasión artística y el vínculo con sus padres, tan desordenados emocionalmente como fiables en el amor y cuidado de sus hijos.
Por qué me ha gustado
La película me parece una suerte de poema vital en la vida de un adolescente. Está hecha de momentos con los que cualquiera se puede identificar. Momentos sencillos. Cotidianos. Envolventes. Las broncas de los padres. La fascinación por las chicas. Las primeras veces. Alguna situación traumática que no depende de uno. El poder de la imaginación. Una vida que se parece a muchas otras.
Con el añadido de la mirada serena, sensible y a menudo detenida del protagonista. Una indefinición vital bastante comprensible si pensamos en la adolescencia y también el paisaje de formación que ha mamado en casa, con constantes cambios y varios volantazos vitales. De todos modos, el chico consigue convertir cada golpe en un encaje y se logra colocar bastante bien dentro de la confusión. Tiene talento. Y un profesor que le alecciona sobre la importancia del trabajo como generador de calidad en un oficio. También queda espacio el del padre relativizando la primera pérdida sentimental.
Consejos sencillos que cobran más valor gracias a las acertadas interpretaciones de los actores protagonistas, especialmente los padres (Ethan Hawke y Patricia Arquette) y, sobre todo, el protagonista (Ellar Coltrane). Me gusta en suma la película porque imita a la vida (con sus destellos y dificultades) y porque también la eleva (con la magia para inflamar momentos con tonalidades de encanto). Tempo narrativo elevado por su banda sonora, su habilidad para el ritmo narrativo y la promesa vital que emerge del protagonista.
Las pegas
En algunos pasajes, la película languidece, se abandona demasiado a labor documental de una existencia y olvida el poder de sugerencia, la fuerza de la elipsis, que ofrece el cine. Aunque, para ser justos, también funciona como metáfora de la desconexión y el aislamiento (la desconfianza hacia el otro, la facilidad neurótica, la falta de recursos comunicativos) en las que vive inmersa la sociedad estadounidense y quién sabe si también la nuestra.
Cuando ir a verla
-Una historia adecuada para los días con hambre poética.
-Apropiada también para una primera cita. Ya sabes, el rollo de chic@ sensible...
-Intuyo que también puede funcionar bien como terapia de choque en un día melancólico...
Pd: La gestación de la película, prolongada a lo largo de varios años y con el valor añadido de presenciar el desarrollo personal y artístico de un jovencísimo actor, es en sí misma un hito. Mérito atribuible a Richard Linklater. En este artículo puedes conocer más detalles sobre la misma.
Boyhood cuenta la historia de un chaval cuya madre se separa de su padre cuando el él y su hermana son todavía unos niños. Su hermana es una pequeña expansiva con tendencia a poner poses artísticas cuando se presenta la ocasión.
El tiempo discurre. Varios padres postizos se cuelan en la familia. Ninguno de ellos cuenta con la suficiente estabilidad emocional como para mejorar las condiciones de la familia. Ese trasiego emocional crea un hilo de mudanzas que tampoco ayuda a edificar demasiada protección en la vida de nuestro protagonista. De todos modos, algunas cosas crecen: los ligues, su pasión artística y el vínculo con sus padres, tan desordenados emocionalmente como fiables en el amor y cuidado de sus hijos.
Por qué me ha gustado
La película me parece una suerte de poema vital en la vida de un adolescente. Está hecha de momentos con los que cualquiera se puede identificar. Momentos sencillos. Cotidianos. Envolventes. Las broncas de los padres. La fascinación por las chicas. Las primeras veces. Alguna situación traumática que no depende de uno. El poder de la imaginación. Una vida que se parece a muchas otras.
Con el añadido de la mirada serena, sensible y a menudo detenida del protagonista. Una indefinición vital bastante comprensible si pensamos en la adolescencia y también el paisaje de formación que ha mamado en casa, con constantes cambios y varios volantazos vitales. De todos modos, el chico consigue convertir cada golpe en un encaje y se logra colocar bastante bien dentro de la confusión. Tiene talento. Y un profesor que le alecciona sobre la importancia del trabajo como generador de calidad en un oficio. También queda espacio el del padre relativizando la primera pérdida sentimental.
Consejos sencillos que cobran más valor gracias a las acertadas interpretaciones de los actores protagonistas, especialmente los padres (Ethan Hawke y Patricia Arquette) y, sobre todo, el protagonista (Ellar Coltrane). Me gusta en suma la película porque imita a la vida (con sus destellos y dificultades) y porque también la eleva (con la magia para inflamar momentos con tonalidades de encanto). Tempo narrativo elevado por su banda sonora, su habilidad para el ritmo narrativo y la promesa vital que emerge del protagonista.
Las pegas
En algunos pasajes, la película languidece, se abandona demasiado a labor documental de una existencia y olvida el poder de sugerencia, la fuerza de la elipsis, que ofrece el cine. Aunque, para ser justos, también funciona como metáfora de la desconexión y el aislamiento (la desconfianza hacia el otro, la facilidad neurótica, la falta de recursos comunicativos) en las que vive inmersa la sociedad estadounidense y quién sabe si también la nuestra.
Cuando ir a verla
-Una historia adecuada para los días con hambre poética.
-Apropiada también para una primera cita. Ya sabes, el rollo de chic@ sensible...
-Intuyo que también puede funcionar bien como terapia de choque en un día melancólico...
Pd: La gestación de la película, prolongada a lo largo de varios años y con el valor añadido de presenciar el desarrollo personal y artístico de un jovencísimo actor, es en sí misma un hito. Mérito atribuible a Richard Linklater. En este artículo puedes conocer más detalles sobre la misma.
miércoles, octubre 29, 2014
creatividad
una necesidad que incluye belleza, fluidez y una manera rompedora de unir situaciones y miradas, personas y aprendizajes mientras te diviertes
Autor de la foto: Mauro Prelli
Autor de la foto: Mauro Prelli
miércoles, octubre 22, 2014
domingo, octubre 19, 2014
jueves, octubre 16, 2014
ama la realidad que construyes
El oficio de un artesano, el trabajo de un hombre, es recorrer su
singularidad con pasión y permanencia, abriendo posibilidades...
Gesto a gesto, con fluidez y paciencia, hasta confluir en lo universal: las personas y los proyectos que nos construyen en un nosotros; ese fuego amable que nos da alegría para vivir, inspiración para seguir creciendo.
(La frase del título pertenece a Mario Luis Rodríguez Cobos (Silo) "ama la realidad que construyes y ni la muerte detendrá tu vuelo")
Gesto a gesto, con fluidez y paciencia, hasta confluir en lo universal: las personas y los proyectos que nos construyen en un nosotros; ese fuego amable que nos da alegría para vivir, inspiración para seguir creciendo.
(La frase del título pertenece a Mario Luis Rodríguez Cobos (Silo) "ama la realidad que construyes y ni la muerte detendrá tu vuelo")
miércoles, octubre 15, 2014
miércoles
Abuelos corren.
Helicópteros pasean.
Agua con cielo.
Camino de agua.
Belleza de soplido.
Canto interior.
Helicópteros pasean.
Agua con cielo.
Camino de agua.
Belleza de soplido.
Canto interior.