viernes, junio 17, 2011

El aperitivo 2.0


La casa
no estaba preparada para ninguna visita.
Como alguien que se muere de repente.

Sobre el colchón,
el cuaderno escrito a mano
y un cuento túnel que leí
(imaginado con manos noruegas).

Al mediodía,
sin falta,
llegaba una rubia despampanante.
Como alguien que se muere de repente.

Besaba la terraza del apartamento y
se quitaba la ropa.

Aunque lo más misterioso
eran sus baños de sol,
con espuma de los mejores escritores franceses.
Como alguien que se muere de repente.

(Recipiente original de Héctor Abad Faciolince, mi gratitud para él)

2 comentarios:

  1. Magnífico, Pedro, simplemente magnífico. El verso "como alguien que se muere de repente", aunque viene del artículo del original", perfectamente traído, exprimido, se queda pendiente de un asunto inconcluso que nos deja en suspenso. ¡Enhorabuena, Pedro, estás que te rebosas!

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  2. Muchas gracias Fernando, siempre es más grato probar nuevos vuelos con ese aliento :-)

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