martes, marzo 01, 2011

Granada


Las cicatrices de la belleza
adquieren un nuevo tacto largo
en este rincón de los que prometen
y los que también viven.

Entretanto, el infinito del sonido
ofrece un escaparate de espumas en
un confín donde velocidad ha dicho basta.

Lugar bendecido por lo misterioso.
Donde las sandalias se ponen centrales
y lo mejor está sucediendo en este lado.

Hay un rastro de expectación en los
sucesos más
triviales.
La calentura de una bebida hecha transporte.

El transporte de los que se imaginan.
Existen acercamientos que no caben
en los tratados de victimismo.

Nada pasado. Nada de mapas. Cero domesticados.
Será la energía de todo lo que puedes visagrar.
Ceniza mujer lo llamó

el estremecimiento de los recién inventados.

3 comentarios:

  1. Anónimo2:01 p. m.

    Tu vibra calma el temblor.
    No hay temblor.
    Sí temblor de vibra.
    Vibra buena,
    vibra agua,
    vibra vida.

    Inspiras posibilidad,
    expiro futuro.

    Inspiro entregarte,
    expiras regalarme.

    Inspiro.
    Expiras.

    Suspiras.
    Suspiro.

    Aire...
    Agua...
    Mezcla.

    No hay tiempo.

    Fluye.

    Se abre el TODO.


    P.D:Un pequeño y humilde regalo de agradecimiento.

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  2. Guau, me has dejado flipado. Es un regalo de regalos. No he podido evitar dejar de leerlo y leerlo...Gracias. Desde la humildad y el agradecimiento :-)

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  3. Anónimo7:30 p. m.

    Me alegro de que te haya gustado.

    Gracias infinitas a tí...jajajja ;)

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